domingo, octubre 09, 2016

Música de mártires




Michoacán de México es una linda tierra, le garanto. Y Jalisco lo es.

Tierras cristeras y, en algunos lugares, altos o recónditos, tierra conmovedoramente cristera, hoy todavía. Sé por qué se lo digo.

De allí, de Michoacán, es el niño cristero mártir José Luis Sánchez del Río, al que proclamarán santo el mismo día que a otro José, nuestro José Gabriel Brochero.

El niño -que anduvo y combatió junto a los Cristeros- murió torturado y asesinado en febrero de 1928 a los 14 años por los federales de Plutarco Elías Calles. Brochero murió casi un año después de que el niño naciera, en 1914. Visto así, y viendo que los une el 16 de octubre, día en que se proclama su gloria, se diría que de algún modo el niño tomó la posta del Cura Gaucho.

Serranos los dos, hasta los paisajes que vieron y recorrieron se parecen bastante. Allí gozaron la creación de Dios y allí se gastaron por Él. Una milicia tan ardua y doliente como feliz.

Y por eso más se parecen, creo: el dolor en este valle no les agrió la alegría de la Fe, ni les marchitó la frescura de la Esperanza, que coronaron con un Amor grande. Si hubiera sido de otro modo, no creo que ninguno de los dos llegara a santo. Mucho menos a mártir.


Muy bien.

¿Y a qué viene, entonces, el palique?

Hace un tiempo que vengo oyendo músicas de esto y aquello y, habrá sido por esto o aquello, ninguna me estuvo llamando la atención lo bastante. Así que la bitácora se llamó a silencio.

Pero pasó que se me cruzaron unas décimas que me convidó un joven amigo cuyano, con el anuncio de que iban a tener su melodía. Y al tiempo vino la melodía con la obra completa.

El asunto es una celebración del niño José Sánchez del Río y la melodía, como corresponde, es un aire de corrido cristero, también de cuyano autor. Como cuyanos son también los intérpretes.

Y vi que por todas partes valía traer aquí el resultado.

Más que nada -y salvados los méritos de letra, música e intérpretes- porque me alegra que salga este homenaje y esta celebración desde el sur de José Brochero y le llegue con reverencia y gracia al norte de José Sánchez del Río, y que le llegue mientras ambos, a la vez, saben ya las cosas del Cielo, y las ven cara a cara.









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Como otros, aquí y en todas partes, confundí la imagen de ese niño que ilustra esta entrada con la del santo mártir. Me dicen amigos de su tierra que ese niño es de una época apenas anterior, pero es otro niño y se ve que lleva divisa de los federales.

Pero haberlo confundido no me libra de pensar ahora en ese niño otro. Al contrario: más pienso en él. San José Sánchez, años más tarde, combatió él también. Toda una cuestión fue en su hora dirimir si esa misma circunstancia no lo alejaba de los altares. Acompañó las armas cristeras, como ese otro niño antes las federales. Cierto que Joselito no es mártir por eso. Pero es mártir con eso y en eso. Y esa figura guerrera del niño federal es en parte también la de Joselito.

Ahora que lo sé, le pido a Joselito por el alma de este otro niño, al que confundí con él. ¿Tendría fe? ¿Sería un bautizado como creo? ¿Miraría a su Virgencita de Guadalupe con cariño de hijo, con devoción de niño, pese a todo, pese a formar filas con los revolucionarios? No lo sé. No sé si alguien lo sabrá que me lo diga. Pero rezo por él, y más por haberlo confundido. Y son tantos los devotos del niño mártir a los que les ha pasado lo mismo, que tengo puestas mis esperanzas en que Joselito oiga esa plegaria fallida.

Porque, como dice san Agustin: (Deus) melius enim judicavit de malis bene facere, quam mala nulla esse permittere.





lunes, agosto 29, 2016

Sláinte




Y entonces, yendo de un lado a otro y ya que andamos por estas partes, va uno y cae a la tardecita en un pub en Arranmore Island.









sábado, agosto 27, 2016

Only



In this heart lies for you
A lark born only for you
Who sings only to you
My love
My love
My love

I'm waiting for you
For only to adore you
My heart is for you
My love
My love
My love

This is my grief for you
For only the loss of you
The hurting of you
My love
My love
My love

There are rays on the weather
Soon these tears will have cried
All loneliness have died
My love
My love
My love

I will have you with me
In my arms only
For you are only
My love
My love
My love

Sinéad Marie Bernadette O'Connor -que nació un 8 de diciembre de 1966- tendría que haber escrito y cantado solamente esta canción: In this heart.

Y no haber hecho, dice un servidor, nada más que esta simple canción, atemporal.

Y habría hecho bien.


Pero la vida no es tan tersa, lamentablemente.


En esta versión, la original de 1994, canta con The Voice Squad.




Un joven sueco, Erik Linder, ya famoso en sus pagos, hizo esta versión en la que, como se ve, todas las voces las canta él mismo.

Creo que, pese al rasgo humoroso de la grabación, está a la altura de la sencillez pulcra de la única cosa que debería haber escrito y cantado Sinéad O'Connor, según su servidor, claro.

Y por eso la dejo aquí.








jueves, agosto 25, 2016

1.128




Nada que no sepan los que saben de estos asuntos.

Pero, según el catálogo que hizo conocido Wolgang Schmieder, exactamente 200 años después de la muerte de J. S. Bach, en 1950 (el famoso Bach Werke Verzeichnis), se suman unas 1128 obras del genio alemán, aunque hay algunas que tienen más de una entrada, hay que decirlo.

Como fuere, es simpático el lío que tienen los investigadores con las partituras de este buen hombre. En su gran mayoría no las publicaba, tenía notación propia y titulaba más o menos como le venía en gana, sin atenerse mucho a las formalidades. Repetía temas, transcribía las obras de un instrumento a otro, las dejaba inconclusas. Algunas que se han perdido y aparecen en otro instrumento: si eran para oboe, se las conserva para violín, por ejemplo, y cosas así.

Además, créase o no, el haber caído en el olvido (sí, oyó bien: casi ni se le dio importancia a Bach por cien años hasta mediados del XIX, en que Mendelssohn lo rescató y lo exaltó...) desparramó los papeles y ahora hay que encargarle al Detection Club que ponga orden en semejante producción. Hay una edición de 1990 del BWV y sigue la cuenta...

Dejemos ahora que vuelva Giuliano Carmignola y ponga manos a las obras. La orquesta, el Ensemble Concerto Köln.

Son cinco conciertos para violín (BWV 1041, 1042, 1043, 1052 y 1056, los dos últimos proceden de obras perdidas para ese instrumento) y quedan aquí:






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La ilustración reproduce una firma simbólica que usaba Johann Sebastian Bach, musicalmente hablando.

Si se presta atención, se verá su nombre en notas, al modo anglosajón y alemán (es decir el modo alfabético).

Se empieza desde la clave de sol de la izquierda y se rota en el sentido de las agujas del reloj: si bemol (B), la (A), do (C) y si natural (H).

Firmaba a veces con una melodía, digamos. 

Bien. Era músico, claro.




martes, agosto 23, 2016

19 años



La literatura musical dice que, entre abril y diciembre de 1775, en Salzburgo, Wolfgang Mozart escribió cinco conciertos para violín.

Tenía 19 años y estaba contrariado y aburrido por tener que servir en la orquesta dizque mediocre en la que estaba contratado.

En el catálogo de Ludwig von Kögel, que rige desde 1862, aunque ya lleva 8 ediciones con varias correcciones, se dice que estos conciertos son:

K.207 Concierto para violín nº 1 en SI bemol Mayor (del 14 de abril)
K.211 Concierto para violín nº 2 en RE Mayor (del 14 de junio)
K.216 Concierto para violín nº 3 en SOL Mayor (del 12 de septiembre)
K.218 Concierto para violín nº 4 en RE Mayor (del mes de octubre) y
K.219 Concierto para violín nº 5 en LA Mayor -que es habitualmente llamado Turco- (del 20 de diciembre).

Me falta en esta presentación que aquí dejo el primer movimiento del 4to. concierto, malhaya. No lo encontré por ninguna parte.

En todos, el violín es de mi estimado Giuliano Carmignola y por eso no encontré el movimiento que completara el asunto. No cualquiera tenía que ser...


Ya aparecerá y, en cuanto sea, aquí vendrá.




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Listo: Despistado que es un servidor, nomás. Aquí está el 1er. movimiento, Allegro, del 4to. concierto...




domingo, agosto 21, 2016

El sueño y los corderos


Se puede decir de varios modos. Pero es lo mismo.

Lo primero es un aire del que ya hablé hace unos años: Táimse Im' Chodhladh.

Como se sabe, la joven soñada y amada en esta visión del muchacho que duerme y no quiere ser despertado, es Irlanda.

Ahora traigo aquí varias versiones, algunas instrumentales, otras con voz.





Lo que sigue es una balada. El asunto es el tradicional asunto melancólico de un joven enamorado que ve a su muchacha amada casarse con otro. La canción anduvo por años por todas partes y se encuentra en Irlanda o Escocia, en Inglaterra o Canadá, con distintas palabras, pero que ruedan a lo mismo.

Y otra versión más: en un pub de Clare County, alguien la cantó así en septiembre de 1973.




Para los que llegaron hasta aquí, hay premio.

Se dice que ésta de Sean Cannon es la primera grabación comercial de Song for Ireland, un clásico moderno, cuyos autores -Phil y June Colclough- son un matrimonio inglés dedicado a la música folklórica en su país (ella murió en el 2004) y que para componerla se inspiraron en un viaje a las costas del oeste de Irlanda.

Antes de formar parte de The Dubliners, Cannon grabó esta canción en un disco como solista.








jueves, agosto 18, 2016

Φλέρυ




Años sin oír esta voz.

Tan difícil de catalogar como difícil es transcribir su nombre: Flery Dantonaki (es decir, Φλέρυ Νταντωνάκη; aunque, en realidad, Ελευθερία Παπαδαντωνάκη, es decir: Eleuteria Papadantonaki). En cualquier caso, completamente griega.

Una de las voces preferidas de Manos Hatzidakis (es decir, Μάνος Χατζιδάκις), compositor prolífico (y notable) del siglo pasado griego que eligió su voz para tantas de sus obras, desde que se conocieron en 1970.

Un reencuentro feliz para un servidor.

Aquí una muestra de lo mucho que cantó esta joven que murió a los 61 años, en 1998, envuelta en heridas del cuerpo y la psiquis: locura y cáncer.









jueves, agosto 11, 2016

Lorena




Porque a veces es el cómo y no el qué.

A veces.










domingo, agosto 07, 2016

Confessioni


Mauro Corona debe cumplir unos 66 años, desde que vio la luz en su país tridentino, en la Alta Valsugana, en agosto de 1950.

Hombre de montaña, de madera y piedra y agua y fuego. Alpinista de tantas ascensiones, escritor de tantos libros, escultor de tantas figuras.

Aquí, su vida dicha por él mismo, como una especie de testamento, en el medio de sus cosas, de las cosas de su casa, de su estudio y refugio de montaña, en el bosque de Erto, en el Friuli-Venezia Giulia.

Por tantas y buenas razones, mucho de lo que aquí dejo es música.

Para mí.















miércoles, julio 27, 2016

Mamoru



Por estas pampas, casi nadie sabe quién es Mamoru Fujisawa (o Joe Hisaishi, su curioso nombre de arte, que no es lo mismo).

Sólo los adictos a Hayao Miyazaki e Isao Takahata y a las huestes del Estudio Ghibli, diría. Fuera de eso, tal vez alguno lo haya oído en Okuribito, notabilísima película, que mencioné hace algunos años aquí. Pero también podría haber sido en cientos de composiciones y bandas sonoras, que así se cuentan las obras de este japonés.

Hay por allí varias selecciones de sus piezas, divididas por el instrumento dominante.

Como el cello es siempre un amigo entrañable, elegí esta selección que queda aquí, que incluye partituras de cuatro de las películas del Estudio, que los gustadores sabrán reconocer.






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No es fácil dar con Okuribito, pese a ser película famosa por sus premios. Como fuere, aquí queda un nuevo intento para que quienes quieran la vean.




domingo, julio 24, 2016

Todo pasa, todo llega




Varias veces, por una cosa u otra, la cuestión fue mentada. No por eso deja de ser simpático volver a verla.

Hace un lustro, hablando de músicas u otros asuntos por ejemplo, ya había dicho que la Mercedes Sosa o el Eduardo Falú que se iban despidiendo de este valle, decían mejor a los años, a los últimos años, quiero decir.

Y entonces, lo que son las cosas, me vienen a la mente esos versos de Antonio Machado:
Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre la mar.

(Proverbios y Cantares, XLIV)

Y será, si él lo dice.

Pero tan cierto como eso -o más, no me apure...- es que todo pasa y todo llega.

Porque lo nuestro, más que pasar, es llegar.

Como fuere, ahora le toca el turno a don Omar Moreno Palacios.

También a él le pasa que pasa, que va pasando. Y se me hace que va llegando.

Del mismo modo que aquellos que dije antes, a él se le va yendo la voz y los juegos de la voz y la guitarra.

Pero, creo, le va quedando el cantar. El simple canto. El decir. Y ahí mismo es donde me parece que va llegando. Cuando ya no hace falta hacer que uno canta, sino cantar nomás.


Verá usted, compadre.


Dejo dos muestras. Una, Surero en todas partes, un disco grabado en 2013, ayer nomás.




La otra, una recopilación de asuntos de todas partes de estas tierras, cosa infrecuente en él. Va de la mano del cuyano Jorge Marziali en esta grabación que es de 2005.

Acá quedan algunas piezas que amontoné.





(El disco completo, Entre mar y cordillera, está aquí.)



jueves, julio 21, 2016

10 minutos



Vivaldi en 10 minutos. Una sonata en la menor.

El ucranio Roman Reznik, ya consagrado, al fagot -o bassoon que le dicen-; la bisoña sueca Delphine Constantin, al arpa, de quien dicen en su pueblo toca con gusto y talento.


 


¿Arpa y fagot? Sí, arpa y fagot.

Y en 10 minutos.

Y Vivaldi. 


Suficiente.



lunes, julio 04, 2016

BWV 565 x 10




Este número de catálogo en las obras de Johann Sebastian Bach (Bach-Werke-Verzeichnis), corresponde a la famosa Tocata y Fuga en re menor.

Hasta allí, nada que no se sepa.

Lo que es mucho menos frecuente es oír la partitura en instrumentos que no son el órgano original.

Se lo dije varias veces: me gustan las transcripciones.

(Y si lo pienso un poco, se me hace que con la tradición -y las tradiciones- bien puede ser que ocurra otro tanto o cosa parecida. No sé si acaso no era eso mismo lo que hacían los griegos, por ejemplo, cuando trataban más de una vez un mismo mito, cada vez con una voz diferente: no inventar uno nuevo sino tratar el mismo con sensatez..., diría el de Estagira.)

Aquí le quedan, servidas y a su juicio, estas gentes y sus 10 versiones de lo mismo.
Sergei Teleshev, acordeón
Amy Turk, arpa
Costandinos Boudounis, cello
Xavier Varnus y Jazz Trio
Helena Schulthess, flauta
Viktor Ilić, guitarra
Robert Tiso, glass harp o copas musicales
Cyprien Katsaris, piano
Bob Culbertson, Chapman stick
Koninklijk Concertgebouworkest, quintento de vientos de bronce.








jueves, junio 30, 2016

Insomnio




La Variaciones Goldberg son todo un asunto, viera usted. Y un asunto plagado de rarezas.

Si no tiene tiempo para estas cosas, échele nada más una miradita a esta página de divulgación y vea si tengo razón o no.

Se tarda mucho más en leer y entender lo que allí se dice que en oír la obra. Entre otros simpáticos chismes, dicen allí que todo empezó con el conde Hermann-Karl von Keyserling, embajador del imperio ruso en Dresde y Varsovia, allá por 1730 y tantos.

El conde conoció allí al joven clavecinista Johann Gottlieb Goldberg. Por sus dotes prometedoras, lo mandó a estudiar con los Bach, uno de los hijos primero y el padre insuperable, después. El joven hizo carrera, era muy talentoso. Mientras tanto, el conde le encargó a Bach padre una obra, estas famosas Variaciones, que compuso en 1741 y que el embajador pagó con lustrosas y cuantiosas monedas de oro.

Por las noches, el conde, que a la sazón era un consuetudinario insomne, le pedía al joven clavecinista de su corte que tocara esta obra para ver de conciliar el sueño, cosa que al parecer lograba de tanto en tanto.

Le voy a dejar aquí tres versiones. Como me gustan las transcripciones, la primera está pasada a orquesta de cuerdas. Lo hizo el violinista ruso Dmitry Yulianovich Sitkovetsky que fundó y dirige la Nueva Orquesta Europea de Cámara de Cuerdas (no diga nada: es una de las versiones que más me gusta...)

La segunda, está en las manos del pianista ruso Evgeni Alexandrovich Koroliov. La última, finalmente, en el instrumento original, el clave, que ejecuta el maestro Karl Richter en esta ocasión.

Elija, nomás.

Ahora, mire lo que le digo. Hice la prueba: no se puede. Se ve que solamente el conde era capaz de conciliar el sueño con semejante manjar.













domingo, junio 26, 2016

Merlo




Las cosas fuertes, las hondas, se dicen mejor sin gritos, sencillamente.

No todos saben hacer eso. No todos pueden.

Es virtud de criollos. Una de las que más.

Es virtud de varias partes por esta parte del mundo.

Y entonces, también, es cosa pampa, porque es cosa de la tierra. Cosa de la llanura. Aquí el viento no hace mucho barullo cuando sopla. ¿Vio llover en la pampa? ¿Oyó algún pájaro decretar la mañana o la tarde, con cuánta discreción? ¿No son como murmullos? ¿No parece una sinfonía de solistas? Los teros, jilgueritos, el vacaje, algún lechuzón, las perdices.

Todo tan ancho, todo tan lejos, abismalmente luminoso.

Eso tiene su música.











martes, junio 21, 2016

Juletid




Como saben los que saben, hay varias formas de escribir y pronunciar esa fiesta del solsticio de invierno entre los nórdicos y germánicos y paleoingleses. También saben lo que significa. Para el resto de los mortales, no queda más remedio que averiguar de qué se trata.

Con el tiempo, la fiesta del solsticio invernal pagana llegó al puerto del cristianismo. Ya la tenían los romanos también con los festivales del Sol invicto, que vence a las tinieblas, en el tiempo en el que los días comienzan a ser más largos que las noches.

El Sol era Cristo antes que los paganos hubieran visto la luz del valle de este mundo. Porque Cristo es la Luz.

Entre los nórdicos de la alta edad media la cosa fue igual que en el resto del mundo al que llegó la Cruz.

Y fue así como Juletid (el tiempo de Jul) fue entonces la Navidad.

De eso trata esta selección de Kirsten Bråten Berg, investigadora de canciones y músicas tradicionales noruegas: antiguos himnos de Navidad de aquellas partes más frías que nuestra pampa fría de estos días de solsticio invernal.

Dicen que uno de los rituales paganos de aquellas fiestas, era mantenerse despierto durante toda la noche fría, esperando la llegada de la luz del día.

Nada nuevo: los hombres hacen eso desde que salieron del Paraíso: estar en vela una larga noche fría hasta que llegue la Luz.








domingo, junio 19, 2016

Roldán




Al menos dos veces le dije ya que oyera a Carlos Roldán. Y me quedé corto: tendría que haberlo dicho más veces.

Ahora anduve viendo algo de lo último de su arte y sigue infatigablemente talentoso. No importa qué le pongan adelante: de Gareth Pearson a Telemann.

Se ve que el tipo es como cuerdas de guitarra. Se ve que él mismo es el instrumento.

No será la última vez que se lo diga. De modo que, mientras siga siendo el instrumento, habrá que seguir oyéndolo.


 






jueves, junio 16, 2016

Tartini




Con el título original de Suonate a violino e violoncello o cimbalo Opera Prima & Sonate a violino e basso Opera Seconda, tres virtuosos notables -Enrico Gatti, Gaetano Nasillo y Guido Morini- grabaron en el 2000 esta colección de sonatas de nuestro ya conocido -y legendario- Giuseppe Tartini, este véneto del ochocientos con quien estuvimos conversando tiempo atrás a propósito de El trino del Diablo.

Il sig. Tartini muestra otra vez su arte, mientras Enrico Gatti, violinista, interpreta con sus propios aportes los ya difíciles malabares de las cuerdas del autor.

Juzgue por usted mismo, compadre.









sábado, junio 11, 2016

Kantaten




Primero aparecieron por allí los Bach, los antepasados de Johann Sebastian; músicos, claro, que no son pocos. Se habían encontrado la partituras en el primer cuarto del siglo XX. Se perdieron al final de la segunda guerra y no hace tanto se las recuperó en Kiev.

Así llegué a esta selección de Cantatas, con algunas piezas de J. Christoph y J. Michäel. Y J. Sebastian, algo aporta, se entiende.

La versión es de Henri Ledroit, contratenor, con el Ricercar Consort.




Y una cosa lleva a lo otra, ya se sabe.

Así apareció Andreas Schöll y esta selección de otras cantatas, dicen que del barroco alemán (sólo se repite una de J. Christoph Bach: Ach, dass ich Wassers gnug hätte). Acompañan, Concerto di Viole y el Basel Consort.






Entre una cosa y otra, más el fuego, pasan estos primeros fríos.





miércoles, junio 08, 2016

Grieg



Data de 1883 y es la obra de cámara más extensa del noruego Edvard Grieg y, sin embargo, sus 20 y tantos minutos son relativamente breves.

Encontré una antigua versión de esta Sonata en la menor para cello y piano que no suele frecuentarse. Los estadounidenses Leonard Rose y Leonid Hambro, respectivamente, son los intérpretes y la grabaron al principio de la década de 1950.

Aquí queda, porque es día para cello.








jueves, junio 02, 2016

Georgia




Georgiana, nacida en 1968, vive y obra actualmente en París, desde 1998.

De familia ortodoxa y musical, Nana Peradze se formó en su ciudad de origen y, con la presencia constante de sus padres en su aprendizaje, se dedicó a la música tradicional y sacra de su tierra.

Con la caída del comunismo, y desde 1984, desplegó una actividad intensa en la iglesia georgiana creando coros y enseñando música hasta que partió a la Galia.

Hace unos 10 años, después de algunos dedicados a los estudios y ya integrada a sus paisanos exiliados, formó en Francia un ensemble de nueve miembros, algunos georgianos de reciente inmigración, para dedicarse particular pero no exclusivamente a la polifonía de su país natal: Harmonie Géorgienne.

Dejo aquí una muestra de su arte.










jueves, mayo 26, 2016

Todavía es fiesta




Según dicen, Bernardo Illari -musicólogo formado en Córdoba que vive en Chicago- encontró partituras asociadas a la fiesta mayor del Corpus Christi, investigando en santuarios del Cuzco acerca de las obras pictóricas que plasmaran ese tema, sabiendo que la fiesta era extendida y muy celebrada en América.

Las gentes de la editora francesa K617 publicaron en 2006 este trabajo musical que dejo aquí con las composiciones del siglo XVII.

Los intérpretes son el ensemble Elyma y la Schola Cantorum Cantate Domino. A los primeros, los dirigió el argentino Gabriel Garrido. El coro, a su vez, está integrado por niños y tiene su origen en Flandes y en el P. Michaël Ghijs que fundó la agrupación en 1960, la dirigió en esta ocasión y murió dos años después, en 2008.






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La imagen de la entrada corresponde a la llamada Bajada del Corpus, del 1 de junio de 2015 en Cuzco. En esa celebración, se trasladan las imágenes de la Ssma. Virgen y del Patriarca San José (ambos en la foto) al convento de las Clarisas. Allí se las preparara y adorna, después de Pentescostés, esperando la Bajada del Corpus.  

Aquí puede verse el tono de la fiesta, que sorprende por lo multitudinaria, por lo pronto. Y por el hecho mismo de que todavía se celebre como hace 400 años.

Lo que se canta en esta entrega:
1. A la Fiesta del Corpus - Anónimo
2. Corderito de Amor - Anónimo
3. Salve Regina - Gutierre Fernández Hidalgo
4. En la más alegre aurora - Anónimo
5. Hanacpachap Cussicuinin - Anónimo
6. Enigma soy viviente - Tomás de Torrejón y Velasco
7. Defensor Alma Hispaniae - Anónimo
8. Hoy Cielo y Tierra compiten - Anónimo
9. Para qué es Amor - Juan De Araujo
10. Oigan todos y todas - Anónimo
11. Oh, qué rumor tan suave - Anónimo
12. Vientos, aves - Juan De Araujo
13. Ah, Señores, los de buen gusto - Ignacio Quispe
14. Don Pedro a quien los crueles - Anónimo
15. Versículos Sobre el himno Pange Lingua - Juan Cabanilles
16. Un señor y un estdiante - Anónimo
17. Ave Verum Corpus - Tomás de Torrejón y Velasco
18. Pange Lingua - Juan de Urrede




sábado, mayo 21, 2016

Habas, el toque


Parece que hay un antes y un después de este gitano que nació navarro (sí, navarro... ¿y qué?)

La guitarra flamenca le debe mucho, por él mismo y por sus discípulos espléndidos, como Paco el de Lucía o Manolo Sanlúcar, por decir dos.

En 1990, apareció un artículo que lamenta su muerte reciente, y se le atribuyen allí unos 83 años que es difícil saber si los tenía. Oficialmente, acusaba 68.

Como haya sido, desde los 7 era un prodigio con las manos, a las que fueron a dar, dicen, vertientes clásicas y gitanas, que él hizo florecer de modo inusitado, creativo, virtuoso y elegante.

Para los que gustan de estos sones, es feliz su arte.

Los que no pueden con estas melodías y habilidades, diría un servidor, tendrán que repasar sus ideas acerca de lo que es una cultura. En el silencio reverente de un vaso de vino sobre una mesa sola, con una silla sencilla a la par, en unas manos diestras y un corazón consonante, pueden estar toda la historia del hombre y buena parte de la ley y los profetas...

Sabicas, el de las habicas, como le decía su madre de niño porque se comía las habas crudas.

Agustín Castellón Campos para los registros civiles.

Nació en Pamplona y murió en Nueva York.

En el medio, desparramó el toque flamenco por todo el mundo.


Y lo bien que hizo.






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Los cuatro discos que aquí fueron:

Flamenco puro
1 bronce gitano 2 ecos de la mina 3 campiña andaluza 4 por los olivares 5 ecos jerezanos 6 duelo de campanas 7 joya de La Alhambra 8 punta y tacon 9 aires de Triana 10 brisas de La Caleta

La guitarra flamenca
1 bulería 2 farruca 3 fandango 4 soleá por bulería 5 granadina 6 soleares 7 seguiriya 8 malagueña 9 alegría 10 taranta

Rey del flamenco
1 aires de Puerto Real 2 la Trinidad 3 olé mi Cadiz 4 sentimiento gitano 5 embrujo de Huelva 6 zapateado en re 7 cielo de Granada

Adiós a la guitarra
1 de la sierra 2 en la reja 3 fragua gitana 4 gran jota de concierto 5 malagueña 6 mi garrotín 7 noches de málaga 8 pasión 9 recuerdo tropical 10 rosas y claveles




 

martes, mayo 17, 2016

Oscuridades



Oía una pieza famosa de Giuseppe Tartini, un véneto del setecientos, virtuoso del violín.

Se la conoce como El Trino del Diablo y, según el autor, tiene su origen en un sueño suyo en el que hace un pacto con el demonio, a quien en una ocasión le presta su instrumento para ver si sabe tocar. Oye en sueños, entonces, de manos del Malo, una melodía irrepetible que frascinado trata de recomponer al despertar, aunque con poco éxito, dice, porque no alcanza la calidad de la soñada.

Pero mientras pensaba en el asunto, la misma música me llevó a otras oscuridades lucientes, no muy lejos del barrio del cornudo.

Así aparecieron, claro, la obertura de Richard Wagner para su Fausto inconcluso, inspirada en el poema de Goethe. De allí pasé a la La isla de los muertos, de Sergei Rachmaninoff, poema sinfónico que inspiró una de las versiones de la pintura que lleva el mismo nombre, del suizo Arnold Böcklin. El cuadro tiene tema y reminiscencias dantescas. Al final, llegué a la Danza macabra de Camille Saint-Säens, que toma inspiración de un poema homónimo del simbolista Henri Cazalis, con el asunto del tópico tradicional de la Danza con la Muerte, aunque en esta ocasión musical la muerte toca melodías en un violín para otros tantos esqueletos, que bailan hasta que vuelven a sus tumbas al amanecer.

Y allí hube de terminar la cuestión.




La Sonata de Tartini ganó sus laureles por su perdurable dificultad extrema, dicen los peritos.

Y digo yo que es más que probable que esa dificultad le habrá llegado, precisamente, de su origen.

A más de su melancolía intensa, es casi seguro que el demonio que la inspiró no conozca, o haya olvidado (o ni quiera oír hablar de...), la simplicidad de la luz. O la luz de la simplicidad.

Lo cual -también hay que dejarlo asentado- no quiere decir que todo lo simple y luminoso nos sea claro.

Ni que todo lo que nos resulta claro sea simple. Y luminoso.






martes, mayo 10, 2016

Caballero




En 2004, en la Iglesia de San Miguel, en Cuenca de España, el vihuelista José Miguel Moreno y el ensemble que dirige, Orphénica Lyra, grabaron este trabajo (Música en el Quijote) con romances, canciones y piezas instrumentales del tiempo en que La Triste Figura anduvo por aquellas tierras de Castilla al mar y vuelta. Y fue precisamente para homenajear el IV centenario de la aparición de la obra, en 1605.

Bien que no son músicas en el Quijote, exactamente, sino, como digo, músicas de aquellos días, aunque es más que posible que el autor del Caballero las haya conocido. Tanto da. Vale igual.

Mientras recorremos el paisaje que oyó, vio y vivió otro homenajeado en este año nuestro, don Miguel de Cervantes, se deleita uno con las voces de Nuria Rial y Raquel Andueza, que suenan por allí.

Alguien hizo la gentileza de copiar lo que a mi vez aquí copio, agradecido.









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Lo que se oye:
1 Luys Milán: Pavana VI
2 Anónimo: Al alva venid
3 Juan Arañés: Chacona
4 Luys Milán: Romance de Durandarte
5 Alonso Mudarra: Gallarda
6 Francisco Guerrero: Prado verde y florido
7 Anónimo: Qué me queréis, caballero
8 Anónimo: Romance de Don Gayferos
9 Antonio Martín Y Coll: Canarios
10 Anónimo: Madre, la mi madre
11 Anónimo: Ay luna que reluces
12 Anónimo: Jácaras
13 Alonso Mudarra: Fantasía X, sobre la folía
14 Luys Milán: Romance de Valdovinos
15 Antonio Martín Y Coll: Villanos
16 Anónimo: Qué bonito niño chiquito
17 Alonso Mudarra: Beatus ille
18 Antonio de Ribera: Romance de Cardenio
19 Diego Coll: Recercada segunda
20 Gabriel: De la dulce mi enemiga
21 Anónimo: Romance del Marqués de Mantua
22 Diego Pisador: Flérida, para mí dulce
23 Anónimo: Al villano se la dan
24 Luys de Narváez: Romance de Conde Claros
25 Diego Ortiz: Recercada octava
26 Juan Arañés: Chacona: A la vida bona



sábado, mayo 07, 2016

En la Ciudad Prohibida



Entró a la orden de los lazaristas vicentinos y fue ordenado sacerdote en 1698; cuatro años después, Teodorico Pedrini fue enviado como misionero a China, donde murió en 1746. Se le atribuye el primer libro de música occidental en chino.

Casi contemporáneo, el jesuita Joseph-Marie Amiot, llegó a Pekín en 1751 y allí estuvo estudiando a los chinos como misionero hasta su muerte en 1793. A diferencia de Pedrini, Amiot se ocupó de componer en clave china para instrumentos occidentales. Por otra parte, dicen que la primera traducción de Sun Tzu y su Arte de la guerra se le debe a él, como muestra de que además de músico era sinólogo, como se dice.

Claro, Amiot era jesuita. Y Pedrini no.

En 1997, Astrée distribuyó este trabajo que dejo ahora (Concierto barroco en la Ciudad Perdida) con composiciones de ambos. La ejecución, a cargo del ensemble Musique des Lumières XVIII-21.










martes, mayo 03, 2016

Pasticcio




Un pasticho, diríamos en lunfardo. Una mescolanza.

No: no estoy hablando en esta ocasión de política (por lo menos, no de política argentina...)


La cuestión es como verá a continuación.

Hace algunos años, se descubrió en los archivos del Ospedale della Pietà de Venecia, una obra hasta entonces desconocida (como tantas perdidas del veneciano) que se atribuyó tanto a Antonio Vivaldi como a Giovanni Porta.

Era una serenata, una especie de ópera en dos partes que tenía como título Andromeda liberata.

Inmediatamente surgieron disputas de toda clase, a las que son afectos los eruditos y buscadores de rarezas, habitualmente tenidos por investigadores.

Hoy en día, se admite que la obra pertenece a Vivaldi aunque su composición haría rabiar a los sindicatos de autores y compositores del entero globo. Apenas hay un aria de todas las que allí lucen que se asegura pertenece a Il Prete Rosso de Venecia. Lo demás es obra de otros autores del tiempo, algunos de ellos bien conocidos, como Albinoni, Porpora o Lotti.

Pero es un pasticho. Es decir, Vivaldi ensambló composiciones (arias y recitativos) de otros autores y así quedó finalmente integrada la Serenata, en su unidad sin tacha. Los conceptos de autor y de obra a los que estamos acostumbrados del romanticismo hasta acá, evidentemente, estallan por el aire. Y me alegro.


En fin.

Esta serenata pasticcio a cinque voci, fue dedicada al Cardenal Ottoboni a su vuelta a la ciudad, después de un tiempo de ostracismo político. Con libreto de Vincenzo Cassani, la obra se estrenó en Venecia, el 18 de septiembre de 1726, casi con seguridad en el mismo Ospedale della Pietà, un hogar para niños en el que Antonio Vivaldi trabajó buena parte de su vida, enseñando música e instrumentos a los internos de ambos sexos, además de componer varias obras para ellos, lo que se le exigía anualmente para que fueran ejecutadas por sus pupilos.







______________________________

Autores y obras que Vivaldi incluyó en el pasticcio, más los intérpretes:


NICOLA ANTONIO GIACINTO PORPORA [c. 1686 - 1766]
Sinfonia I & II

PARTE I

Recitativo
NICOLA ANTONIO GIACINTO PORPORA
Aria con Coro [Meliso]: In (su) queste sponde
Recitativo
TOMASO GIOVANNI ALBINONI [1671 - 1751]
Aria [Cassiope]: Quando chiudere pensai
Recitativo
GIOVANNI PORTA [1675 - 1755]
Aria [Andromeda]: Un occhio amabile
Recitativo
TOMASO GIOVANNI ALBINONI
Aria [Perseo]: Non ha tranquillo
Recitativo
TOMASO GIOVANNI ALBINONI
Aria [Cassiope]: Si rinforzi in te la speme
Recitativo
ANTONIO BIFFI [1666 - 1733] / ANTONIO LOTTI [1667 - 1740]
Aria [Daliso]: Se una sorta di strali Amor avesse
Recitativo
NICOLA ANTONIO GIACINTO PORPORA
Aria [Meliso]: Ruscelletti limpidetti
Recitativo
GIOVANNI PORTA
Aria [Andromeda]: Madre, lascia ch'io senta in prima il core
Recitativo
Aria [Andromeda]: Mi piace e mi diletta
Recitativo
Aria [Andromeda]: Madre, lascia ch'io senta in prima il core
NICOLA ANTONIO GIACINTO PORPORA
Coro: Dall'alto seggio


PARTE II

Recitativo
GIOVANNI PORTA
Aria [Andromeda]: Lo so, barbari fati
Recitativo
ANTONIO BIFFI  /  ANTONIO LOTTI
Aria [Daliso]: Peni chi vuol penar
Recitativo
NICOLA ANTONIO GIACINTO PORPORA
Aria [Meliso]: Dalle superne sfere lieto, Imeneo, discendi
Recitativo
GIOVANNI PORTA
Aria [Andromeda]: Chi è fenice ad ogni foco
Recitativo
ANTONIO LUCIO VIVALDI [1678 - 1741]
Aria [Perseo]: Sovvente il sole RV 749.18
Recitativo
TOMASO GIOVANNI ALBINONI
Aria [Cassiope]: Con dolce mormorio
Recitativo
TOMASO GIOVANNI ALBINONI
Duo [Andromeda, Perseo]: Sposo amato, Cara sposa
NICOLA ANTONIO GIACINTO PORPORA
Aria con Coro [Daliso]: Riconosco in voi


Reparto


ANDROMEDA
Simone Kermes (soprano)
PERSEO
Max Emanuel Cencic (contratenor)
CASSIOPE
Katerina Beranova (soprano)
MELISO
Anna Bonitatibus (mezzo)
DALISO
Mark Tucker (tenor)


Coro y orquesta:

La stagione armonica (coro) / Sergio Balestracci (director)
Andrea Marcon dirige la Orquesta Barroca de Vencia.





jueves, abril 28, 2016

Tromboncino


No era infrecuente en aquellos días que alguien llevara junto a su nombre de pila una especie de apellido que era en realidad un sobrenombre.

Bartolomeo Tromboncino era instrumentista y ejecutaba con maestría, entre otros, el trombón.

Pero también era compositor afamado y apreciado. Frottole eran aquellas canciones (que alguna vez he traído por aquí, como también al propio Bartolomeo) en las que se destacaba. De ellas vinieron los madrigali y desde allí a la ópera mediaba apenas un paso.

La biografía de Bartolomeo nos es esquiva todavía: no hay muchas páginas sobre su vida. Sabemos que Isabel D'Este y Lucrecia Borgia lo tenían en mucho y fueron sus protectoras y mecenas, tanto en Mantua como en Ferrara, dos de las varias ciudades en las que vivió.

Todo el mundo recuerda -a falta de otros datos- que mató a su esposa a los 29 años, por adulterio flagrante.

Algunos dicen que el amante escapó, otros dicen que lo dejo ir, otros dicen que le hizo compañía a la mujer. Los señores de Gonzaga, principales de la ciudad, le perdonaron la vida más de una vez, porque apreciaban su arte.

Tenía unos 64 años cuando murió, según se dice.

Lo admiro por su creatividad y la gentileza de sus composiciones. Un término que a principios del siglo XVI se entendía mucho mejor que ahora. Su buen gusto para ponerle notas a poemas de buen gusto -de Petrarca a Miguel Ángel, entre muchos otros- lo han hecho notable en la música italiana, cosa difícil de conseguir entre tanto talento.

Aquí queda una selección varia y en varios registros de sus obras mayormente profanas, con alguna de tema religioso.









sábado, abril 23, 2016

Colonials




Spirited sounds from across the sea to the shore of the new land, dicen en la presentación de Colonial America, un trabajo que el ensemble Hesperus, americanos del norte, grabó en 2003.

Y si es tan clarito, ¿para qué agregar más?: aires que cruzaron el mar de una costa a la otra, en tiempos que a su sabor llaman coloniales (de allí, tal vez, los compases franceses que se intrincan en las melodías inglesas...)

Y nada más. Salvo que Scott Raise y Tina Chancey animan el ensemble.










jueves, abril 21, 2016

Berger




El fraile Luis Berger fue un valón de notable actuación en las Misiones Guaraníticas. Su especialidad fue enseñar la pintura a los indios, cosa que hizo bien y con la que hizo el bien. Pero la música no le era ajena y se dedicó también a enseñar los instrumentos con el mismo empeño y buen suceso.

De él tomó nombre el ensemble argentino Louis Berger que se especializó en la música de aquellos tiempos barrocos americanos y en particular en la música que se hacía en las Misiones y virreinatos.

En un trabajo publicado en 1999, el ensemble grabó tres obras que aquí dejo.

Una, la Missa de Lima, pertenece a Roque Ceruti, un italiano de Milán que se instaló a principios del XVIII en Lima y tuvo cargos en las músicas de allí. Es, como si dijéramos, lo que Domenico Zipoli es a Paraguay. La culpa de que hubiera italianos notables por estas tierras en esos tiempos, hay que colgársela a don Felipe, el primer borbón (tal vez a sus dos sucesivas esposas itálicas...) que fue quien incorporó ese nuevo gusto musical en cuanto llegó al trono y lo exportó a las Indias.

Otra obra resulta ser una ópera-cantata que pertenece al dizque primer músico nacido de tierras americanas: fray Esteban Ponce de león, limeño.

Al final, un discípulo de Ceruti, Jose de Orejón y Aparicio, compuso una cantata que enhebra villancicos del Perú, en el estilo de su maestro.

Y por ahora parece bastante, asigún un servidor.








martes, abril 19, 2016

Avignon




Hubo en la corte papal de Aviñón, según dicen, un florecimiento de artes y músicas, que se nota también en otras partes de la Europa del siglo XIV y que se extendió al siglo siguiente por distintas vías y modos.

Para algunos, hay que decirlo, el florecimiento significó una cierta explosión de creatividades modernas, para usar un término descriptivo. Y no les falta del todo razón. No vale comparar con lo que vino después, claro, sino con lo que hubo antes o hasta allí.

Como quieran que haya sido, en aquellos días en aquellos lugares se acumularon gentes que hacían artes de todas suertes al amparo de lo siete papas que allí residieron antes del cisma occidental, y al parecer particularmente durante el papado de Clemente VI.

De este preciso preríodo toma inspiración La Main Harmonique, un ensemble francés formado por Frédéric Bétous, que, en ocasión de cumplirse los 700 años de la instalación papal en Aviñón, grabó este trabajo que aquí dejo en el que se nota claramente la incorporación de la polifonía, en lo que no tuvo poco que ver quel florecimiento del que hablé al principio. El ensemble es especialista en estas lides.

El título de la recopilación, Clemens Deus Artifex, procede del Gloria de la misa polifónica del período que aquí ejemplifico con estas músicas.










viernes, abril 15, 2016

Tientos




Difícil que un servidor se ponga a explicarle las diferencias entre recercadas, tientos, glosas y fugas.

Que para eso están los doctos y peritos, que saben cómo se hacen variaciones, glosas, contrapuntos y asuntos de esa guisa.

Solamente le alcanza al infrascrito para dejarle aquí el Tratado de Glosas (es decir, Tratado de glosas sobre cláusulas y otros géneros de puntos en la música de violones nuevamente puestos en luz, que así se llama en realidad) que en 1553 publicó su autor, Diego Ortiz, en español e italiano, porque calibró que no había textos que enseñaran el arte del violón, que él decía. La viola da gamba, sería ahora.

Precisamente, he allí el instrumento que ejecuta don Jordi Savall, con la compañía en esta ocasión de un cémbalo, en las manos de doña Genoveva Gálvez.




 







 

jueves, abril 14, 2016

Como el trigo verde


No hay modo.

Hay que oír tantas versiones distintas, tantas voces y ritmos, tantas dicciones.

Siempre tendrá el tono justo, el desgarro justo, la melancolía justa. Y eso es obra del poeta, más que nada, que vio y entendió.

Será, como dicen, que García Lorca, Miguel de Molina y el impagable Rafael de León, entre vinos, jereces y manzanillas, han conversado en una mesa de bar el asunto, y que el último puso en versos de papel, para gloria del cante.

Será.

No le hace. Bien por él.


Aquí quedan algunas de las innumerables formas de decir la cuestión.










miércoles, abril 13, 2016

1965




Faltaban unos meses para que cumpliera 9 años.

Y fue en el otoño de ese año que le apareció a un servidor uno de esos parteaguas en la vida: atrás queda lo de atrás y adelante viene una vida distinta.

Así que me va a tener que perdonar la confidencia.

1965. Un accidente me tuvo a la sombra casi un año entero, inquilino de un enorme y por entonces muy coqueto nosocomio porteño. Claro que allí, en los primeros meses, más muerto que vivo, no tenía mucho que hacer. Y en los meses siguientes, más preso que libre por las quebraduras y las mataduras, tampoco. Casi todo era leer: revistas de aventuras y vidas ejemplares, libros de hazañas, mitologías, la colección Robin Hood, rama masculina. Algún que otro raid en silla de ruedas por jardines y otras dependencias prohibidas, recibir atentas visitas de 16 a 19, oír los partidos del Auriazul en una bonita Spika forrada en cuero marrón. Conversaciones con otros inquilinos, todos casos desopilantes o de tratamientos de años. Y no mucho más.

¿Cómo que no mucho más?

Estaba la música, compadre. La música.

Algo sonaba en la Spika.

Pero mi tesoro era un tocadisco Wincofon monoaural -gris y beige, con toques marrones- que me habían dejado entrar de contabando y que tenía un lugar de honor en el cuarto, junto a la cama ortopédica, en una mesita ad hoc. Y más que el continente, me importaba el contenido, porque era único, en todo sentido: un disco CBS simple de 33 r.p.m..

Julio Sosa cantaba El Firulete, de Taboada y Mores. Cuando lo ponía del otro lado (¿cuál era el lado A?), sonaba Nada, de Sanguinetti y Dames.

O tempora...

Y si le digo que en esos días encontré -a los 8 años y pico- la puerta del tango, ¿me creería? Pues, mi amigo, créame porque así fue. ¿Obligado por la "prisión" hospitalaria? No, señor. No...


En estos días, con el óbito ilustre del ilustre y musicalmente facundo Mariano Mores, lo van a nombrar bastante. Se lo oirá aquí y allá, seguramente. Se dirá que es el autor de casi todo. Y cosas así.

Para mí, es un Wincofon monaural de mis meses a la sombra. Es un disco simple con una etiqueta anaranjada. Es El Firulete de su autoría, en la buena voz de Julio Sosa, el uruguayo.


¡Salud, don Mariano!


Y muchas gracias.













martes, abril 12, 2016

Serenissima


Una tarde serena, sin bulla y en soledad alegre, siempre es bienvenida.

Pero, por otra parte, atender el jardín unas dos o tres horas y con la lluvia en ciernes, es como preparase para un naufragio inminente.

El viento hace su trabajo, mientras tanto. Se ocupa de inquietar al navegante, moviendo nubes de amenaza que oscurecen la tarde, agita los ramajes, castiga las hojas emigrantes.

Un tiempo vivo, enérgico.

Bien por él.

Todo en el aire es una orquesta de aires de un cielo ronco y así resulta que la gravedad del fagot, el barítono de los vientos, es ahora el tono justo de la tarde. Entonces hubo que llamar a Vivaldi, que mora todavía en La Serenissima Repubblica di Venezia.

Lo trajeron I Musici, con Klaus Thunemann al fagot.




Y así, con la tarde serena ya cumplida, y el jardín hecho, fue pasando el día.










lunes, abril 11, 2016

La notte




Claro que sí: hay noches y noches. Hay fines del día y fines del día.


A veces, si el día fue largo -e il lavoro pesante, ma affascinante-, hay que buscarse un buon vino leggero, rosso, chiaro.

Y, sentado en el umbral de la cueva, prima che faccia notte in tutto, ver venir las nubes altas del noroeste que van cubriendo abril. Y dejarlas estar.


Y oír cantar en italiano. Cosas, canciones. Esas cosas que cantan los italianos.

Pero en italiano.


No sé por qué: pero el vino sabe mejor cuando oye cantar en italiano, como si supiera.









sábado, abril 09, 2016

De vuelta




Me parece que usted, cumpa, ni por pienso tiene la suerte que a veces tiene un servidor.

Termina un día. Llovizna suave, sobre mojado.

Un aire que va para viento mientras crece.

Vuelve uno al pago, ya todo otoño. El pago y uno, se entiende.

Todavía no es tan tarde. Y llega un antojo como una marea mansa: unos amargos. Amargo el mate de yerba fuerte, amargo y fuerte el tabaco.

Silencio en la noche recién nacida, vacíos los lugares, como dormidos. Ninguna amargura.

Y mate en mano, a la lumbre cenicienta del cigarro, se sienta uno cerca de la puerta de la cueva, a ver y oír finir el día, paladeando la penumbra clara de las nubes bajas y de una lámpara discreta, tenue.


Y Edmundo Rivero.

Hasta que la noche esté madura.














viernes, abril 08, 2016

Ambos dos




Mucho talento. Gran apasionamiento. Tal vez, demasiado de ambos.

En estos días del abril nuestro, tan propicios en su aire, en sus vientos de fronda, habrá que oírlo.

Claro que, si él habla por las manos de Maria João Pires, la cosa es distinta.

Ella lo amansa, lo conduce. Lo serena.


No pude encontrar más que dos de las 5 sonatas de Ludwig van Beethoven para piano y cello, hechas por las manos de la portuguesa, y allí acompañada por Antonio Meneses, no menos diestro al cello.




Es verdad que están disponibles las cinco según Barenboim-Du Pré, pero -aunque su arte de ella es emocionante- es tan poco feliz la historia de esa niña mágica y trágica, que prefiero no mentarla ahora.


Qué remedio. Sin embargo, y para que abril pase con bien, dejo aquí, entonces, las sonatas de Beethoven según Anner Bylsma, al violoncello, y Jos van Immerseel, al piano.








jueves, abril 07, 2016

Come back



When the world seems out of control, and it seems so insane, you can always come back to Pavarotti. 

Lo leí en el comentario a otro concierto, uno de 1986.

No sé si es verdad exactamente, así, con el aire universal de toda sentencia.

Pero.

Si es verdad que la Belleza salvará al mundo, algo habrá de la Belleza en toda belleza.


Es simpático este concierto en Hyde Park, todos bajo la lluvia durante una hora y feria.

Carlos, el príncipe (y Diana, q.e.p.d.), bajo la so british lluvia de Londres para oírlo a él.


Es de 1991. Cumple 25 años.



No: no se puede volver a 1991.

Pero se puede volver a Pavarotti.








miércoles, abril 06, 2016

Dolce fiamma




No se llevaban bien.

Y parece que hay que admitirlo, nomás, porque a poco que uno se fije eso es lo que dice la historia.

Motivos habría, quién sabe. Pero lo cierto es que no se llevaban bien.

Johann Sebastian y el menor de sus 20 hijos, Johann Christian. El padre murió cuando él tenía unos 15 años, pero alcanzó a decir que era medio tonto, así que probablemente tendría éxito. El chico, por su parte, se burlaba de la peluca de su padre, entre otras cosas. El padre le dio la música y él se fue a hacer la suya a Milán y a Londres, donde murió relativamente joven, y con fama, en 1782.

Fue en Londres, precisamente, donde conoció al niño Mozart, que por entonces era un prodigio de gira por Europa. Los dos se entendieron rápidamente. Hay quienes dicen que JC fue el paradigma admirado por WA y que siempre lo tuvo por un modelo a alcanzar. Vaya a saberse. Otros aseguran que Mozart aprendió mucho de su música del menor de los Bach.

*   *   *

Aquí en el sur, nuestro abril de otoño llegó con lluvias y lloviznas. Bien por él.

Así es propicio oír Cara, la dolce fiamma, una magnífica aria de Adriano en Siria, una de las óperas de Johann Christian, estrenada en Londres en 1765. Por más de 200 años a nadie le interesó. Recién en 1982 volvió a escena y, en abril 2015, se hizo una representación en la inglesa Escuela Real de Música, para conmemorar su estreno.

Pero a Mozart no se le escapó. En sus días, hizo una versión de la obra de su admirado Bach, hijo.


Quedan aquí tres versiones. Dos de ellas hechas por contratenores, porque el aria fue originalmente compuesta para un famosísimo castrato. La otra, la hace una soprano. Finalmente, la versión de Mozart.

Usted verá.










_______________

El texto original de la ópera es obra del renombrado poeta y libretista Pietro Metastasio. Entre otros, Antonio Caldara y Pergolesi, además de Bach, hicieron versiones de su argumento, que originalmente no fue escrito para Bach.




sábado, abril 02, 2016

De cámara argentina


Nadie da lo que no tiene, es verdad. Como es frecuente ver que algunos hacen el gesto de dar, y se ve que no tienen.

Es claro también que, por otra parte, no todos dan lo que tienen.

Siempre es feliz ver que algunos efectivamente tienen lo que dan. Y que otros, no, claro, lo que por vía paradojal también tiene su felicidad.

Como fuere, al final, los que de veras son mejores -o son, a secas, sin más- resultan emblemáticos.

Entre otras razones, por esto mismo, unos dos años atrás, le hablé de Carlos Roldán, un prodigio raro.

¡Caramba, con el mocito...! Volvió por sus fueros y el año pasado grabó otro disco más.

Ya se lo había recomendado entonces. Y tengo que hacerlo otra vez.

El hombre de veras sabe hacer lo suyo. Con idéntica solvencia, con la misma prestancia y justeza. Para componer y para ejecutar, sin afectación. Para interpretar y para decir, sin pose.

Y mejora con los años, y eso se aprecia por infrecuente.

Lo que no ha cambiado es su generosidad, que es parte casi substancial de su arte. Y hasta diría -otra vez- que es de su persona, aunque no lo conozco sino por sus obras y gestos.


Así las cosas, y por todo lo dicho, esto es para mí -que no tengo por qué saberlo porque no tengo cómo- música de cámara argentina, verdaderamente.



 http://guitarrasdelamusicaargentina.blogspot.com.ar/



Ahora bien.

Siga la guitarra. Un enlace en el encordado, que aquí ve, lo llevará a una página en la que Carlos Roldán ha dejado sus músicas.

Una vez allí, fácilmente, verá lo que tiene que hacer para quedarse con los 18 discos, que lo esperan sin apuro, serenamente, en un listado a la derecha.