domingo, agosto 07, 2016

Confessioni


Mauro Corona debe cumplir unos 66 años, desde que vio la luz en su país tridentino, en la Alta Valsugana, en agosto de 1950.

Hombre de montaña, de madera y piedra y agua y fuego. Alpinista de tantas ascensiones, escritor de tantos libros, escultor de tantas figuras.

Aquí, su vida dicha por él mismo, como una especie de testamento, en el medio de sus cosas, de las cosas de su casa, de su estudio y refugio de montaña, en el bosque de Erto, en el Friuli-Venezia Giulia.

Por tantas y buenas razones, mucho de lo que aquí dejo es música.

Para mí.