Varias veces, por una cosa u otra, la cuestión fue mentada. No por eso deja de ser simpático volver a verla.
Hace un lustro, hablando de músicas u otros asuntos por ejemplo, ya había dicho que la Mercedes Sosa o el Eduardo Falú que se iban despidiendo de este valle, decían mejor a los años, a los últimos años, quiero decir.
Y entonces, lo que son las cosas, me vienen a la mente esos versos de Antonio Machado:
Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre la mar.
(Proverbios y Cantares, XLIV)
Y será, si él lo dice.
Pero tan cierto como eso -o más, no me apure...- es que todo pasa y todo llega.
Porque lo nuestro, más que pasar, es llegar.
Como fuere, ahora le toca el turno a don Omar Moreno Palacios.
También a él le pasa que pasa, que va pasando. Y se me hace que va llegando.
Del mismo modo que aquellos que dije antes, a él se le va yendo la voz y los juegos de la voz y la guitarra.
Pero, creo, le va quedando el cantar. El simple canto. El decir. Y ahí mismo es donde me parece que va llegando. Cuando ya no hace falta hacer que uno canta, sino cantar nomás.
Verá usted, compadre.
Dejo dos muestras. Una, Surero en todas partes, un disco grabado en 2013, ayer nomás.
La otra, una recopilación de asuntos de todas partes de estas tierras, cosa infrecuente en él. Va de la mano del cuyano Jorge Marziali en esta grabación que es de 2005.
Acá quedan algunas piezas que amontoné.
(El disco completo, Entre mar y cordillera, está aquí.)