jueves, mayo 30, 2019

Guitarreada




Es algo que se sabe y no hay que andar explicando mucho.

Se arma la rueda, corre el vino o la cerveza, hay fogón, pasó el asado. Y llega la guitarra.

Cada tribu tiene sus hits. Chalchalereando, coplanaqueando, progres (nueva trova, Víctor Heredia, esas cosas...), tangueros, reguetones, cumbiancheros. Y así. No hace falta abundar.

En casi todas partes es igual. En todas partes adonde llegó la guitarra, claro. Guitarra-guitarra, quiero decir. Ni antepasados, ni novedades. Sólo admito el tres, el cuatro, el quinto. No más.

Y pasa en Andalucía también, dónde si no.

Fiestas. Reuniones. Romerías espontáneas. En las casas y patios, en el campo, en las plazas.

Una muestra queda aquí: fandangos (de Alosno, más que nada), sevillanas, rocieras, rumbas.

Atención a las caras, a las copas, a los vasos, a la alegría, al sentimiento, al ritmo.

Y a las palmas: todo un asunto.









martes, mayo 21, 2019

Sayles



Es difícil encontrar datos de Jon Sayles. La razón principal es, creo, que no se dedica a la música sino como una pasión personal. El resto del tiempo trabaja en software para IBM.

Pero es apasionado, por lo que se ve.

Lo encontré de casualidad. Un sitio japonés decía tener música alemana del Renacimiento, canciones para guitarra. Allí fui. Cuando quise saber quién ejecutaba -porque la "dicción" me pareció fresca, como no profesional...-, di con el tal Jon Sayles.




Algo que celebro es que su pasión y el arte que de ella pueda seguirse se reparten gratuitamente.

Está en una página que acumula una colección de músicas de varias partes y tiempos.







sábado, mayo 18, 2019

¡A la carga...!




Que una marcha militar sea viril, que sea animosa, que infunda valor y hasta orgullo, que llame al coraje y que muestre la grandeza, se entiende.

Pero.

¿Por qué no pueden oírse los sones marciales sin esa nota de alegría que los viste de arriba a abajo?

Algo hace que el hombre tiña de alegría a las marchas militares.


 

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La ilustración es obra del artista José Ferre-Clauzel. Muestra la carga del Regimiento de Cazadores de Alcántara, en la batalla del Río Iguan, durante la Guerra del Rif.




lunes, mayo 13, 2019

Ada




Murió en Córdoba, en 2002, tres años antes de cumplir los 100.

Tuvo una vida de éxito breve esta "emperatriz del tango", como se la conoció en sus días.

Fue la tercera mujer en grabar discos en la Argentina, a los 20 años, en 1925. Una linda voz.

En 1938 se retiró y desde 1942 hasta su muerte vivió apartada del mundo en las sierras de Córdoba, con un breve paso nuevamente por Buenos Aires a fines de los '80.

Todo el misterio de esta mujer fue el amor por Francisco Canaro, de quien fue amante durante 10 años entre 1929 y 1938, estado en el que ella no quiso continuar. Con él cantó en ese mismo período.

Se recluyó en la vida religiosa desde su retiro y murió como terciaria franciscana, condición que tuvo tras la muerte de su madre, en 1981.

En su tiempo, Canaro compuso para ella un vals: Yo no sé que me han hecho tus ojos.

Y parecería que no le hicieron mucho los ojos de Ada Falcón a Francisco Canaro, al fin de cuentas.








martes, mayo 07, 2019

El imprentero




Pierre Attaingnant vivió unos 50 y tantos años a fines del XV y principios del XVI. Había nacido en Douai y murió en París.

No compuso nada. Era imprentero. Famoso por sus ediciones de miles de partituras musicales, muchas anónimas. Tanto que le fue concedido ser imprentero real por esas labores.

En 2002, Hopkinson Smith ejecutó en laúd una serie de piezas tomadas de los libros publicados por este curioso francés, que se hizo un lugar en la historia de la música usando la imprenta como único instrumento.

El programa de Smith:

1 Bransle gay 2 Pavane & sauterelle 3 Bransle de Poictou 4 Prélude 5 Le jaune et blanc 6 Bransle gay, c'est mon amy 7 La Magdalena 8 Haulberroys 9 Prélude II 10 Une bergerotte 11 La roque 12 Destre amoureux 13 Bransle gay II 14 Il me suffit 15 Prélude III 16 Amy souffres 17 Gaillarde 18 Tant que vivray 19 La brosse 20 Prélude IV 21 Dolent départ 22 Cuer angoisseux








domingo, mayo 05, 2019

Hilda




En 2005 grabó este disco, La diablera. Tenía 70 años.

Hilda Herrera, esta pianista y compositora cordobesa que no necesita presentación, hoy tiene 85 y hasta donde oí no hace mucho, todavía toca igual.

No es fácil hacer folklore con solamente el piano. A ella no le es difícil, se ve.








sábado, mayo 04, 2019

Asunto oscuro




¿Cómo le explico esta cuestión? No tengo idea.

Veamos.

Unos de la casa estaban viendo Spectre, una de James Bond (Daniel Craig), de 2015. Allí está la espléndida Mónica Bellucci que hace el papel de Lucia Sciarra, a la sazón la Bond girl de ese film.

Aunque venía cansado, eso me detuvo en la escena apenas unos minutos. A los 50 años, esa mujer tiene el encanto y el misterio que solamente está en las mujeres del Mediterráneo. No por nada Mel Gibson la tuvo de María Magdalena...

Pero.

La música incidental me pareció de lo más extraña.

Cum dederit. Antonio Vivaldi. Es una parte de su Nisi Dominus, el Salmo 126.

No tiene ninguna ligazón con los hechos. Porque sí, nomás.

Ya en mi escritorio, tuve ganas de oír la obra. En la misma versión de Philippe Jaroussky.

La busqué y la encontré. Eso y algo más.



 

El francés Emmanuel Santarromana hizo con Orfeo una canción que llamó Opera y que tiene el Cum Dederit como protagonista. Dicen que Philippe Jaroussky es el que canta. La parte musical es de los demás. El album se llama Metropolitain.

Lo de Bellucci salva la escena aquella pero no alcanza a explicar la inclusión de Vivaldi.

Lo de Santarromana tiene una explicación posible: afear algo para rescatarlo (¿?) para que las nuevas generaciones se zambullan alguna vez en Vivaldi. Despreciable. Hay que vestir con ropas punk y clavarle aros en la nariz a la abuela, con el pelo teñido de negro y violeta oscuro, para que los nietos la entiendan mejor...

Lo de Jaroussky, si es él quien canta esta segunda versión, no tiene explicación.



jueves, mayo 02, 2019

Serenata




No hay casualidades, diría.

Me di con estas músicas que me trajeron el tiempo en que Mingo, mi padre, hacía las delicias de las oyentes.

Son cosas que él cantaba. Lo oyera alguien o no. Intérpretes que le gustaban.

Ni que a propósito para dar serenata, entonces, si uno tiene que.