Cualquiera. No se aturda: hay más de medio millar de tipos de vino en Italia.
Prosecco, Lambrusco, Barbera D'Asti, Montepulciano, Chianti, Nebbiolo o el fuerte Sassicaia, que está de moda.
Tiene una hora para ir sorbiendo de a poco una bottiglia del que más le guste.
Entonces va, se sienta a la tardecita al frescor y escucha el Mediterráneo, que le va a hacer bien.