lunes, agosto 25, 2025

Nkosi




Tengo por África un afecto especial y no sabría explicar del todo todas las razones, aunque algunas –que me guardo– sí sé cuáles son.

Entre las músicas del continente, más de una vez he hablado de los coros de jóvenes sudafricanos.

Por eso esa selección, mayormente con canciones en zulú, varias de ellas secuela de los orígenes religiosos de los colonos boers e incluso ingleses.

Dos notas.

Laduma es una canción tradicional en lengua zulú a la que hay que prestarle atención: al comienzo, sin cantar, reproducen muy eficazmente los sonidos de una tormenta, que es el tema de la canción.

Hay también dos versiones del himno nacional, una en lenguas aborígenes y la otra, que es la oficial, en una mezcla de lenguas zulú, sesotho y xhosa, en lengua afrikaans y en inglés, tomando estrofas del himno Die Stem van Suid Afrika.

No debe llamar la atención la integración de estos coros. Esta unión de razas está en vigencia diría que desde el tiempo de Nelson Mandela y fue el rugby de los Sprinboks el primero en hacerla realidad, así como la muestran la bandera y el himno.

¿Significa que todo está resuelto en Sudáfrica? No.

Tampoco en África, tristemente, donde en la mayoría del continente (especialmente subsahariano), el rigor de la vida de sus gentes llega a ser inconcebible.