Dos canciones portuguesas que canta Carminho.
Sete saias y la vanidad de una mujer que enloquece a los muchachos con sus faldas, sus coqueterías y sus bailes, y a quien le auguran un final no muy feliz.
As rosas y el lamento melancólico de una mujer que ve alejarse a quien tanto ama y, en su dolor, se siente como "las rosas, hechas para morir".