miércoles, diciembre 22, 2021

Libre te quiero (otra vez...)


Es la tercera vez que lo digo. Y tal vez es la vencida.

Pasa que estos versos de Agustín García Calvo me gustaron siempre, pero hechos canción por Amancio Prada. Hablé de esto en 2012 y el año pasado también porque se había perdido el original y porque encontré una otra rara versión de algo que casi nadie canta.

Pasa ahora que encuentro una música distinta para esto mismo, de Antonio Selfa, grabada en el otoño europeo de este año. Y entonces aquí voy otra vez.

Bien oída, la letra del poema es incisiva. Tal vez el hecho de que García Calvo haya sido anarquista explica esa "generosidad amorosa" de no aferrar a la amada, de soltar completamente sus alas para que vuele libre de él, de todo, de todos, de Dios y hasta de ella misma. Y a decir verdad parece un poco tensa esta "generosidad amorosa".

Es poesía, claro. Y dice bien (algo que no sé si está tan bien...) Y que sea una expresión lírica en parte habilita la hipérbole de la oferta. Pero liberar a alguien de tanto (de Dios, de uno mismo) es demasiado.  

No sé cómo piensa un anarquista (aunque yo mismo lo soy, frente a ciertas arquías...); por mi parte creo que es tiránico arrojarla a esa "libertad", es como disolverla, hacerla que no sea ya. Es lo opuesto a la anarquía. Como si le dijera: "mía o de nadie", aunque diga: "no mía ni de nadie...". 

Pero tal vez es cuestión de preposiciones y no más que eso. Déjela libre, claro. Y tal vez se dice algo más hondo y verdadero, si la suelta de veras, con solo cambiar libre de por libre en: libre en todo, en todos, libre en Dios, libre en ti... Y la cosa resulta hasta más noble y no menos poética, diría.



No hay que repetir lo que ya se mostró y que puede volver a verse siguiendo las huellas más arriba. Sí mostraré algo que no había mostrado cuando publiqué la versión más estilizada de 1990 de Amancio Prada. Ésta es de 1979. 

Y no hay por qué comparar, se entiende. Ni las dos de Prada ni las de Prada con la de Selfa. Aunque un servidor ha comparado y tiene su dictamen...






Y, por la fatiga de sufrir la repetición, convido a los oyentes pacientísimos una simpática versión 
que hace Prada con acompañamiento de El cantar tiene sentido, un popular polo margariteño. 
(Polo es música  de Venezuela y Margarita, su isla, quede dicho).