Dos canciones que siempre me gustaron. Cada una con su historia.
La primera, Raglan Road, es una historia de amor frustrado, en Dublín.
El poema original (On Raglan Road) lo compuso Patrick Kavanagh a mediados de la década de 1940, nel mezzo del camin della sua vita, dijera Dante. Se mudó y por la calle de su nueva casa (Raglan Road, precisamente) veía pasar a una jovencita universitaria (iba y venía de la universidad). Hilda Moriarty, que tenía la mitad de sus años, fue su musa desde entonces. Pero ella no quiso llegar a más que agradables conversaciones: él era un cuarentón, ella una veinteañera, así que: ni modo.
El poema (que se hizo canción más tarde con la melodía de otra canción tradicional irlandesa), fue el primero de varios destinados a Hilda, por el enamorado Patrick.
La otra canción proviene de un poema antiguo, de origen escocés en realidad, aunque como canción es muy popular también en Irlanda. The parting glass tiene varios padres, aunque ninguno cierto. Lo que sí parece claro es que los versos provienen del siglo XVII y que vuelven a aparecer y completarse en el XVIII. Otra vez, la melodía que se ayuntó a los versos es tradicional y aparece en varias canciones desde el siglo XVIII.
Traducir el título de estos versos como "La del estribo", no estaría mal. Porque es ése el sentido, la intención de la letra: darle una última copa al que parte, una para el camino, costumbre de muchos pueblos en todo tiempo.
Dejo aquí abajo tres asuntos.
El primero, porque me pareció simpático e ilustrativo, es la explicación breve del origen de On Raglan Road y el bonus track de la canción entonada por el autor de los versos, Patrick Kavanagh.
En cuanto a las dos canciones (que ya anduvieron por Il Mare tiempo ha), las dejo en dos versiones sumamente tensas y tal vez las más ásperas que conozco de ambas. No son las interpretaciones canónicas, en modo alguno, pero a la pesca de ésas irá el oyente atento de estas páginas, si es que tiene interés.
Raglan Road la canta aquí Van Morrison. The Parting Glass la canta Shane McCowan.
Morrison, a su modo, actúa tan melancólica y trágicamente la letra que le hace un favor al sentimiento de Kavanagh. A mi oído, se entiende.
Y McCowan... Pues, qué decir: McCowan está totalmente borracho. Y no sé si La del estribo no debería sonar mejor así...