A mí se me hace algo injusto.
Pero lo hago de todas maneras. Injusto porque, entre ambos, mi corazón está con Luciano y no con Jonas, sin demérito para el alemán. Pero...
Lo que hay que ver aquí (sí, dije ver...) es el final. El gesto final de ambos.
Claro que sí: oiga también, compare, analice, haga cuentas y ecuaciones, logaritmos, hable la jerga. Sí, cómo no.
Cuando termine, hágale caso a un servidor, que es ignaro asaz de todo eso, y atienda nada más que al gesto final de ambos.
Eso es todo.