Ahora que dizque se va, veamos cómo vino.
Los primeros trabajos "largos" fueron en catalán, hacia fines de la década del '60.
Pasó que, cuando había publicado el primero, aceptó cantar –en castellano, se entiende– representando a España en un festival internacional europeo. Y sus paisanos, entre abucheos y puteadas, empezaron a hablar mal de él. Entonces renunció a la representación. Y entonces sus "otros" paisanos lo putearon y abuchearon también. En fin, que arrancó mal: quedando mal con todos, aunque siguió cantando en castellano tanto como en catalán.
Con el tiempo eso pasó y, en cierto sentido, se olvidó. Y hoy es Joan Manuel Serrat, a secas. Canta en el idioma o dialecto que se le da la gana, aunque –dice él– ya no cantará más en público. Qué se yo.
En medio de aquellos primeros líos, y como prueba de "pureza de sangre", se le ocurrió publicar en 1968 un disco con canciones tradicionales catalanas, arregladas para la ocasión, mayormente bien, a mi gusto.
Y aquí lo dejo.
¿Que usted no entiende catalán? Pues, qué decirle. No hace falta. Las canciones se pueden gustar igual. Y, además, no es tan difícil el catalán. Sobre todo, si usted sabe castellano (y un poco del francés antiguo de la Marca...)