No bien le cuadre, habiendo ocasión, le sugiero que pruebe ver llover una tarde de primavera.
Ahora pruebe oír llover la tarde.
Y así quédese, como quien oye llover.
Ludovico Roncalli hace el resto.
Aquí quedan sus Capricci armonici sopra la chitarra spagnola. Los puso en libro en Bérgamo, en 1692.
Se conocen algunas otras de sus obras. Pocas.
No mucho más se sabe de este Conde Ludovico, que dicen que murió en 1713.