Son dos piezas en cierto sentido extrañas, se me hace que muy bonitas ambas y una de ellas más conocida que la otra.
Vladimir Fiodorovich Vavilov fue un guitarrista, laudista y compositor ruso del siglo pasado, que tuvo la peculiaridad de firmar algunas de sus obras como Anónimo o con el nombre de algún famoso músico. Rarezas rusas de un hombre que, se dice, murió en la mayor pobreza y sin saborear las mieles del éxito que tuvo su composición.
Así pasó con la curiosa Ave María que grabó en un disco de obras para laúd renacentista, en el sello soviético Melodiya, en 1972, un año antes de morir. La grabación original tiene una contralto que impresiona. Había compuesto la obra en 1970. Uno de los músicos que participó de la grabación, vaya a saberse por qué, le atribuyó la obra a Giulio Caccini, un músico real del XVI, de la corte de los Médici; y así quedó el asunto, aunque todo el mundo sabe hoy que la partitura es de Vavilov. Y aquel músico también lo sabía.
Inese Galante, espléndida voz de Letonia, canta su versión (la de Sumi Jo es muy buena y la recomiendo, pero aquí prefiero ésta...)
Otro caso curioso es el de Michal Lorenc, músico polaco que principalmente se ocupó de innúmeras bandas sonoras de cine polaco.
Sin embargo tuvo tiempo para componer un Ave Maria que dejo aquí en la versión de la soprano polaca Olga Szyrowa. Es parte de la banda de sonido de Prowokator, un drama de guerra ambientado a principios del siglo XX en Polonia, hecho en 1995 y dirigido por Krzysztof Lang.
Elegí esta versión, también, por las imágenes. Pero eso ya es cosa mía.