A ver si me explico: este huapango del zacateco Tomás Méndez Sosa cumple 60 años.
Quién sabe cuántas versiones hay en todos los idomas y en todos los ritmos y registros.
Lo que es yo, cuánto lamento no tener la de mi padre, que la cantaba a pedido de la audiencia, con su registro de barítono que atenoraba para hacerle justicia a la partitura.
Ni modo: lo que no está, no está.
Así que: feliz cumpleaños.
Y como hay regalo de cumpleaños, llévese de aquí lo que más le guste.
Menos la paloma, claro.
Mire si le pasa lo que al pobre tipo...