sábado, noviembre 05, 2011

Santiago

Nadie me lo dijo, pero a mí se me hace que tiene que haber algo de mi sangre que nació en Santiago del Estero.

De no, no me explico cómo es posible que se me vuelva de ese modo la mirada y el corazón cuando suena la chacarera y los decires y los ritmos santiagueños.

Y si es Santiago, son Los Manseros, como suenan en estas Flores Naturales, o en Para los ojos más bellos o en esta Zamba del Quebrachal, o en Verde romero o en Corazón de lechiguana.

O en casi cualquiera otra cosa, qué cosa...