Tiene un mérito, a mi sabor.
De la música del Brasil voy y vengo. Días y cosas y gentes que sí. Y a veces que no. ¿Para qué decir una cosa por otra?
Pero Mônica Salmaso hizo que vinieran juntas y bien hechas las cosas que tenía dispersas de la variopinta música de aquellas tierras.
Quedan aquí dos muestras, que son las que mejor dicen lo que digo.
Obrigado, Mônica.
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Puede vérsela cantar, también. Algo agrega. Todo el hombre habla cuando habla. Y todo el hombre canta, cuando canta.
En este enlace, presenta ao vivo Alma lírica brasileira.