No le recomiendo pasar por aquí sin antes pasar por una entrada que se llama Bisogna morire.
Como aquellas músicas estaban inalcanzables, las traje de nuevo y agregué algunas otras muestras de lo mismo, en distintos registros. Para algunos de Stefano Landi, para otros anónima, para otros de Córcega. Tanto da.
Y algo más. De regalo, aunque ya anduvo por aquí hace tiempo.
Porque el cantar tiene sentido.