Porque ahora no es cuestión de los compositores, sino de la intérprete: la inglesa Jacqueline du Pré.
Su historia es breve, novelesca, apasionada y terrible.
Por ejemplo, hay que elegir versiones de sus interpretaciones anteriores a 1971. A esa altura tenía sólo 26 años y se vio afectada por una esclerosis múltiple, de lo que moriría en 1987. En 1973 dejó de tocar en público.
Se casó con Daniel Baremboim en 1967 y el matrimonio duró algunos pocos años. No sé si su historia de amor fue feliz. Tocando juntos, hicieron historia.
En otras partes de esta bitácora hay muestras del talento de esta joven inglesa. Aquí queda ahora una breve antología.
El concierto para cello en Do mayor, de Joseph Haydn.
Con Baremboim, una sonata N° 2 en Fa mayor para piano y cello, de Johannes Brahms.
Un trío para piano, violín y cello en Re mayor, op. 70 N° 1, de Ludwig van Beethoven. El violín es Pinchas Zuckerman.
Del romántico alemán Max Bruch, Kol nidrei, op. 47, una obra de sus últimos años de él, sobre melodías hebreas (por alguna razón ignota para mí, en esta versión algunas de las imágenes son de Sevilla...)
Al fin, dicen que su ejecución del concierto de Elgar, en 1965, con la orquesta BBCSO dirigida por John Barbirolli, es insuperable. Dejo la primera parte, a ver si es cierto.
Se sabe que su bonito cello Stradivarius Davidov 1712 fue a dar al cellista Yo-Yo Ma. Dicen que alguien pagó un millón de libras y se lo prestó. No lo sé. Y no me importa: está en buenas manos.