Venecia es una cosa. Y otra cosa es Köthen, en Sajonia-Anhalt.
Se supone que don Juan Bach compuso allí estas 6 suites entre 1717 y 1723, tiempo en el que sirvió al príncipe Leopoldo.
Es otra cosa. Pero, ah..., es cello, por cierto.
Pero es otra cosa.
Sublimes. Y otra cosa.
Qué quiere que le diga. Un detalle al pasar, nada más.
Fíjese: de la suite número 6, en re mayor, por ejemplo (está a 1:43:29), se dicen cosas como esto:
El extensísimo preludio (12/8) que, a pesar de su longitud, no deja en ningún momento de sorprender y maravillar, está lleno de efectos "bariolage" y de una incesante figuración en corcheas que se ve interrumpida por unos brillantes pasajes de arpegios ascendentes y descendentes, pasajes que darán otra vez paso a una nueva secuencia de "bariolage"; más tarde, unos secos acordes en corchea y dos silencios prepararán el final de este rebosante de imaginación y triunfal preludio. No debe dejarse de mencionar los recursos de eco mediante el empleo del forte y piano. Lo que más sorprende de la allemande (4/4), fuera de consideraciones tonales, es su sobrecargada figuración; semicorcheas, fusas y semifusas se suceden en esta introspectiva y rica en modulaciones allemande. Se puede convertir en uno de los movimientos de las suites más ásperos para el oyente si no percibe todas sus sutilezas tonales. Sin embargo la courante (3/4), con sus veloces escalas de semicorchea combinadas con figuraciones de corchea y dos semicorcheas da la impresión de ser un movimiento de transición espontáneo sin grandes pretensiones. La sarabande (3/2), de carácter bucólico en comparación con la anterior, está casi toda construida en dobles cuerdas, y es particularmente destacable la serie de sextas que se suceden en la segunda parte. La primera gavotte (2/2) hace pensar inmediatamente en la gavotte en rondeau de la partita para violín solo BWV 1006. La segunda gavotte (2/2) tiene como característica fundamental una bellísima secuencia de "musette" con nota pedal en re, que recordaría a aquella de la gigue de la tercera suite.La gigue (6/8) es una pieza digna de terminar la suite y toda la serie. Parece una auténtica música "de chasse". Sus variedades sonoras y las posibilidades que saca J.S. Bach al violoncelo hacen de esta gigue una de las más bellas piezas de la serie de suites.No sé, mire. Será verdad. Pero...
Siempre me parece un poco fraudulento ese lenguaje. O pavote. Y sé que es mi ignorancia.
Pero me suena como si viniera un tipo de una comida sabrosa y exquisita y, exultante, lo abordara a uno para decirle, casi con lágrimas en los ojos, que pudo discernir el peso específico de los elementos que componen las moléculas de los ingredientes de cada plato...
Mejor es oír esta versión del diestro Yo-Yo Ma.