Llegan cosas que no se sabe por qué, por caminos que no se piensa y es simpático ponerse a ver qué son.
Así llegó ya hace un tiempo a mis manos un lote de músicas distintas, que recién ayer empecé a oír.
Y nomás lo primero valía la pena.
Una interpretación de Víctor Villadangos a la guitarra de la Jeromita Linares de Carlos Guastavino. Lo acompaña un cuarteto de cuerdas de la Universidad de La Plata. Es la Presencia N° 6 para cuarteto de cuerdas y guitarra y la publicó Guastavino en julio de 1965.
A veces hay suerte, sí señor.
Entre las cosas que llegaron, vi más de una que no puede quedar muda y que ya sonará por aquí.
Así llegó ya hace un tiempo a mis manos un lote de músicas distintas, que recién ayer empecé a oír.
Y nomás lo primero valía la pena.
Una interpretación de Víctor Villadangos a la guitarra de la Jeromita Linares de Carlos Guastavino. Lo acompaña un cuarteto de cuerdas de la Universidad de La Plata. Es la Presencia N° 6 para cuarteto de cuerdas y guitarra y la publicó Guastavino en julio de 1965.
A veces hay suerte, sí señor.
Entre las cosas que llegaron, vi más de una que no puede quedar muda y que ya sonará por aquí.