Esta niña tiene una gracia muy seria y parece luminosa cuando canta.
Y esta niña tiene una voz de pluma. Y se me hace que canta como un pájaro agraciado y alumbrado.
Don Juan Ignacio (creo que el primero en la fila de los admiradores pampas de esta niña...) me manda con gentileza esta gracia de ella, sabiendo que me favorece.
Y entonces me acordé de Las Migas (porque, no crea: si él es el primero, un servidor no está muy lejos...)
Era el conjunto muy estilizado de niñas donde Silvia Pérez Cruz cantaba antes de andar a su aire, cantando sola, pero siempre con gracia y buenas luces.