miércoles, abril 03, 2013

Y ella





Montserrat Figueras.

Catalana de Barcelona, una soprano enorme.

Fue la mujer de Jordi Savall y la madre de Arianna y Ferran Savall. Todos músicos o cantantes.

Una breve muestra queda aquí.



Henri du Bailly, laudista y cantante de corte de Luis XIII, eligió unos versos en español para una versión de La Folía, antigua y famosa danza campesina portuguesa, y el resultado fue Yo soy la locura.

De Giulio Caccini, se oye Tu ch'hai le penne, Amore y Amor, io parto. Ohimè ch'io cado, por su parte, es de Claudio Monteverdi.

Mareta, mareta, no'm faces plorar, que ha llegado anónima, es de Alicante y data del 1700. Es una canción de cuna en la que una niña pide a su madre una muñeca para su santo. En la otra voz, su hija Arianna Savall.

Alma, buscarte has en Mí, son versos de santa Teresa de Jesús a los que, en esta versión, se ha musicalizado con una partitura de un autor, Móxica, que figura en el Cancionero Musical de Palacio, de época de los Reyes Católicos.

De François Couperin, la Troisième leçon de Ténèbres à 2 voix, aquí con María Cristina Kiehr. El texto se basa en las Lamentaciones del profeta Jeremías y su planto sobre la Jerusalén arrasada por los babilonios. Es parte de la liturgia compuesta por Couperin y se destina al miércoles de la Semana Santa.

Para irme, dejo Si viesse e me levasse, de Alonso Mudarra. Y aquí cantan a su turno las dos: Raquel Andueza y Montserrat Figueras.


Hasta la vuelta.