No sé cómo podría ahora haber más sol y primavera aquí. Y no podría.
¿Qué hace entonces esta humilde
Vidalita de la lluvia, que con sencillez garúa en el aire el surero don Víctor Velázquez?
Vaya uno a saber.
Tal vez me la haya cruzado para que me sirva de memoria y me recuerde que triste es el mal. Y no la lluvia.