Eso de comer pasta los domingos, no pasa en Italia.
No pasa los domingos solamente, se entiende. Es siempre primo piatto.
Pero pasta sin vino, no tiene mucha gracia. Ni allá ni acá.
Y pasta y vino sin música, menos.
Sin música, todo tiene menos gracia.
Hoy: Beniamino Gigli.