Porque hay otro, que es el mismo Gregorio Allegri, pero más difícil de encontrar, muy difícil.
Pero allí está.
O para decir mejor, a veces está y a veces no. Porque resulta que, como se verá más adelante, es más lo que se supone oculto e inédito que lo que hoy por hoy está a disposición.
Es verdad que su Miserere, con ser una obra excelente y magistral, no deja ver el bosque de su obra restante y buscarla es tarea que no se puede sin paciencia.
El comentario musicológico lo dejo para los peritos en esas cosas.
A un servidor, el sujeto, en estas músicas que dejo ahora, se me hace elegante. Su stilo antico, de Renacimiento tardío, como ya decían, es una particularidad de sus partituras que aligera con gracia el peso del barroco de sus años. Con más gracia que la de su fisonomía, se entiende, que no era muy agraciado el hombre al parecer.
Pero oigan por ustedes mismos y no me hagan mucho caso.
Porque ya saben lo que dicen: para un Allegri no hay nada mejor que otro Allegri.