El otoño tiene eso.
Hay una música para el otoño y no sé si a todo mundo le sienta igual.
Tardes de cierta niebla, de ciertos humos de maderas que se mezclan con cierta niebla húmeda de los llanos húmedos de por aquí. Algo de frío, tal vez llovizne.
El fuego ayuda. Pero a veces basta la tarde de afuera vista desde la calidez de adentro.
Y la música de otoño, claro.
* * *
No sé por dónde andará ahora.
Supongo que fue allá por 1975 que compré un registro en cassette. Me acompañó durante años y viajes y hace años y viajes que ya no lo encuentro entre mis cosas. Y lo lamento.
Es música de otoño, y no me pregunte por qué. Pero es.
Stepháne Grapelli no necesita mucha presentación. Violín en clave de jazz. Sencillo, sin demasiada pompa ni afectación, pero sentido.
Aquí queda como sonaba cuando tenía aquellas músicas. Y con varios notables: Yehudi Menuhin (de juntos ellos eran mis músicas perdidas...), Oscar Peterson, Claude Bolling, Django Reinhardt, Michel Petrucciani, Baden Powell.