Me la cruzo por allí de tanto en vez.
Sé que es española, que canta y que es mezzosoprano, que ejecuta instrumentos de cuerdas y percusión.
Sé que formó Calamus y Mudéjar, dos agrupaciones de música antigua española y andalusí, que investiga e interpreta, sola o con gentes varias. Tiene bella voz y un repertorio variado, también musicalizando, sola o con otros, versos de poetas antiguos como juglares o más recientes.
Y no sé nada más. Nada.
Se llama Begoña Olavide.