Dicen que el poco conocido Enríquez de Valderrábano era un hombre sumamente culto y versado en técnicas vocales y musicales. Además, se dice que era un eximio vihuelista. Y poco más: no hay mucha noticia de su vida. Se cree que pudo haber nacido en Palencia y que pudo haber vivido unos 50 y tantos años.
Un libro de partituras de 1547 -publicado unos 10 años antes de su muerte y después de 12 años de trabajos- lo hizo famoso. Alcanzaron un poco más de 160 composiciones -no todas de su estricta autoría original- para que pasara a la historia.
En el Libro de música de vihuela intitulado Silva de Sirenas (así se llama la obra) hay variedad de melodías de la época y de varias latitudes europeas, transcriptas para vihuela.
Queda aquí una muestra breve de lo que puede encontrarse por allí, sin demasiado esfuerzo.
La música para discantar o contrapunto, suena bien entre dos vihuelas o entre harpa y vihuela. Créame.