lunes, agosto 06, 2012
Colombú
Y ahora, peguemos la vuelta y nos vamos volviendo.
Pero arrancamos en Colombia y no nos vamos de aquí sin pasar por la Provincia y Valledupar.
Y de allí se trae uno a las viejas glorias como Alejo Durán con su Alicia Adorada o El Mejoral. También Fidelina, que es de don Alejo pero que aquí canta Moisés Angulo. O La lira de don Francisco Pancho Rada.
No vaya a salir del Valle, y esto corre por mi cuenta, sin traerse Décimas, La hamaca grande, Lirio rojo, El canté, Volver al valle o La cañaguatera, todo en la voz de Carlos Vives, que hace muy bien esas cosas de allá y menos bien cuando se pone a otras cosas.
Si ya llegó a Ecuador, quédese un momento oyendo a Las hermanas Mendoza Saguarima (nombre artístico de Maruja y Amelia), que hacen esta colección de sanjuanitos ecuatorianos, como los hacían antaño.
Cuando esté de vuelta en el Perú, si baja por Arequipa, tal vez oirá El silencio, este yaraví melancólico que acompaña Nery García Zárate.
Si llegó por fin a Lima, asómese al pasar por la ventana de una casa y oirá unas marineras y resbalosas, como A la mar fui por naranjas, con su resabio de romance.
Largo el viaje, sí.
Repose, cumpa, entonces.
Y hágame caso: búsquese un bonito balcón, sírvase un vino que atardece y oiga sonar Viva el Perú y sereno, el valsecito que canta Alicia Maguiña.