Cuba no es Alemania. Cualquiera sabe eso.
Carlos Varela, además de ser cubano y no ser alemán, no es Robert Schumann. Ni Franz Schubert. Tampoco es barítono, y por eso será que no es Dietrich Fischer-Dieskau.
Haydée Milanés, por su parte, tampoco es británica y también es cubana. Y no es contralto. Y, entonces, ni hablar de que sea Kathleen Ferrier.
Un servidor, dicho sea de paso y en puridad, no sabe tocar el piano. Que si no...
Porque, o yo soy un zopenco o esto que dejo aquí es un lied, hecho y derecho.
Tradúzcase el texto al alemán, transcríbase convenientemente la partitura para piano y acompáñeselo con él.
Y después me da la razón, s'il vous plaît.