En años pasados, Kathia Buniatishvili ha recorrido el mundo con Zubin Metha dirigiendo la Orquesta Filarmónica de Israel, y en más de una ocasión ha sido en giras festejando los 80 años del director.
La que queda aquí es una muestra. Los programas cambiaron en cada ocasión. Esta vez es el concierto para piano y orquesta número 1 en Do mayor, de Luis van Beethoven.
Pero hay algo más. Leyendo los comentarios de la publicación, se verá éste:
I can't believe my luck. I'm a cab driver in Liverpool UK and tonight, Khatia and Gvantsa got into my cab. I've been watching her for two years on YouTube. She was shocked I knew who she was. I had five minutes talking to her! Even better was that tickets were still available for 22nd Feb. I've just got one. I dreamed that one day, I would travel to see her and now she's here - in my home town. And she is playing Liszt piano concerto 2 - my favourite piece. There are 1600 London cabs in Liverpool and nobody else would've known who she was. But she got in my cab. I've died and gone to heaven!
El taxista de Liverpool, Robert C. Lynch, no puede creer su buena estrella. Fanático de Kathia por años, un día la ve subir a su taxi junto con su hermana, Gvantsa, a quien ya veremos en su momento. Kathia se sorprende de que la conozca y conversan unos minutos. Robert se siente en el cielo. 1600 taxis en Liverpool y justo cae en el suyo... Y más: dará un concierto allí y él consigue una entrada. Y más: en el programa está su concierto preferido, uno de Liszt.
La anécdota es tierna. Parece sorprendente que el taxista conozca -sólo él, al parecer y por lo que dice- a Kathia. Y que conozca a Liszt y que tenga un concierto preferido y que haya conseguido su entrada para ir a oírlo. Y a verla, claro. Porque hay que verla cuando toca el piano.
Ya me imagino que no faltará el pavote que se apure a decir que esas cosas sólo pasan en el primer mundo y más específicamente en el ὀμφαλός του κόσμου, la Rubia Albión.
Qué remedio.
Con algunas pocas lecturas, al menos algún pavote tal vez se enteraría de dónde procede San Jorge, su patrono de ella, la Merrie Old. Y hasta por qué Georgia, la patria de Kathia, recibe ese nombre en el occidente. Y con algo de suerte entendería que la pasión del bueno de Lynch es por el arte de Kathia. Y no al revés. Y eso es lo que creo que hace del bueno de Lynch un hombre culto en el vero sentido de la expresión.
Con algunas pocas lecturas. Podría ser...
Pero me da que no podrá ser: quod natura non dat, Salmantica non præstat.