No sé si se enterará Edith Rossetti de mi agradecimiento. No le hace, claro.
Igual tengo que agradecerle que no grite para decir cosas nuestras.
Que haga las cosas bien y que sea suave para hacerlas esta hija de Lanús, y que cante sin sobreactuar los sentimientos.
Hay por allí unas voces de Carlos Di Fulvio. Por algo será.