domingo, agosto 18, 2013
Vientito del Tucumán
Si fuera oratoria o retórica, sería la captatio benevolentiae de un exordio; si fuera galantería, sería serenata.
Pero creo que hoy por hoy es más que nada impetratorio, que es como decir una ofrenda -musical, claro- que habrá de volver en forma de alguna gracia, favor o regalo. Quién sabe.
Allá van adelantadas como envío, entonces, estas cosas tucumanas. Y a ver si me las encuentro cuando esté por esos pagos, y si me vuelven en forma de regalo y cómo.
Una primera cosa.
El Cuchi Leguizamón y Si llega a ser tucumana; A Monteros, con El Chango Nieto; Caminito de Acheral y Luciano Pereyra; De Simoca y La raqueña con el Dúo Coplanacu; Los Fronterizos haciendo Corazón de Limón y la reliquia de Martha de los Ríos en Nostalgias tucumanas.
Y una segunda: no se puede llegar a Tucumán sin Atahualpa Yupanqui. Por eso: Luna tucumana, La tucumanita, Zamba del grillo, La pobrecita y Adiós, Tucumán.
Pero, espere. No se vaya todavía.
Hay una cosa más, que no hay dos sin tres...
Resulta que Divididos, como se sabe, le puso música a un poema de Atahualpa que él no había hecho canción. No me gusta del todo -y se me perdone- la versión rock de los muchachos, aunque creo que en esto y aquello acertaron algo con la melodía. Por eso me pasé un tiempo largo buscando a alguien que hiciera lo mismo pero distinto. Y encontré al fin a un joven Esteban 'Coyo' Fanproyen que en el comedor de su casa con unos amigos la grabó. Las guitarras criollas y el bombo en algo acercan el asunto a lo que podría haber sido. Igual, creo, Vientito del Tucumán merecía mejor suerte.
Por ahora, es lo que hay.
Pero, como el vientito sopla donde quiere, no vaya a ser cosa que en el Tucumán encuentre algo mejor.