En 1897, el noruego Johan Halvorsen le hizo unos arreglos a una Suite para clavecín en sol menor, de G. F. Händel, y resultó una partitura para violín y viola (o cello) que se conoce como Passacaglia de Händel- Halvorsen.
Ahora bien.
En Miami de los Estados Unidos nació un joven y más o menos afamado cellista, discutido por algunos, conocido por el nombre de Wells Cunningham.
Sumando miembro a miembro ambos párrafos, dio esta rareza que se verá y oirá a continuación y que grabó el propio Cunningham y que él mismo llamó El dueto imposible, por lo que allí se ve.
Nota: si en algún momento el oyente amable y atento tiene la sensación de que el ejecutante desafina, sepa que la partitura del noruego manda más o menos eso mismo que se oye aquí, lo que podrá corrobar recurriendo a otras versiones de esta misma obra o, en su caso, a la partitura misma, expediente perito este último que está a millones de años luz de mis capacidades.