jueves, junio 27, 2013

Despedidas

Es probable que a más de uno le parezca que no es éste el lugar para tratar estos asuntos.

O para tratarlos de este modo.

Y casi le daría razón.

Casi.

Porque espero que al final se entienda que esto tiene su lugar aquí.

Okuribito es palabra difícil de traducir para quien como yo no habla japonés.

Hasta donde sé, significa algo así como persona que acompaña las partidas, persona que despide, tanto como partidas.

Y por eso me pareció que Despedidas es, entre varios, aproximadamente el título más significativo.

Esta película japonesa que, ahora pongo a juicio del amable auditorio, se hizo famosa en 2009 cuando ganó un Oscar a la mejor película extranjera.

Su director, Yōjirō Takita, dice haber temblado de miedo porque, pese a la solemnidad del tema y las prácticas que allí se ven, la muerte vista en esa perspectiva es tema poco simpático a los japoneses. Tabú, dicen. Será.

Por su parte, el protagonista, Masahiro Motoki, aprendió el oficio para entender mejor el papel que haría. Y hasta aprendió a tocar el instrumento que el guión le asignaba.

Todo muy impresionante e interesante. Y hasta creo que habría para unas líneas más de crítica cinematográfica, con los más y los menos (que son menos que los más, a mi entender, en este caso...)

Pero, en realidad, la razón de ser de esta inclusión, que admito pueda parecer algo extravagante, en esta bitácora es que hay un violoncello en el centro de la escena, en el centro del asunto.

Y si hay un cello, bien está que esté aquí.


Los más benevolentes, los más comprensivos -y comprendedores-, creo que no se arrepentirán.


domingo, junio 23, 2013

Segredos do mar



Y así fue que en estos días me presentaron a Flávia Wenceslau.

Es de Paraíba, en el Nordeste del Brasil. Refinada, simple, una guitarra y una voz singular.

Letras sencillas y dichas con gracia.

Canciones.

Y eso es todo.


Nada menos.


1. Barco valente
2. Juliana vai casar
3. Passarinho me leve
4. Você que tanto fala
5. Um dia passarinho
6. Canção de esperança
7. Eu te desejo vida
8. Segredos do mar

martes, junio 18, 2013

Vuelta surera



Una vueltita surera
al frío me voy a dar
y me quiere acompañar
esta música campera.
La tengo de compañera
en el sur a donde voy
porque yo cantor no soy
y es bueno que otro me cante
y así con el canto espante
el frío de donde estoy.
Y ya que el sur es destino
milonga tiene que ser
(y otras piezas de valer
de este cantor argentino).
Y que venga el peregrino
que no precisa prefacios,
que se llenen los espacios
de las notas que va a dar,
pues, señores, va a cantar
Omar Moreno Palacios.



1. Provincia de Buenos Aires
2. Como chimango pa'l ojo
3. El Margarito
4. Ha llovido el día entero
5. Pero, qué lindo el regreso
6. Galopes y relinchos
7. Solterito soy feliz
8 . Rancho muerto (recitado)
9. Coplas por milonga (con Alfredo Ábalos)
10. Martín Pescador
11. Milonga corralera
12. El negro alado
13. Y nunca te dije nada



domingo, junio 16, 2013

Como dos extraños

La madrugada es para el tango.

Con unos amargos y tabaco del fuerte, mejor. Y si está fresco, más.

Y en eso andaba recién, cuando oí una versión de Fuimos, una de Alberto Marino con Pichuco Troilo.

Me acordé de la de Roberto Goyeneche y la busqué.

Y después siguieron con Fruta amarga y otra vez volví a Goyeneche porque también tenía a mano una versión suya que había recopilado.


Sí, veramente: como dos extraños. Parece mentira que un mismo tango dé resultados tan distintos y más en el segundo caso que en el primero.

Claro, es la interpretación y todo eso...: qué cosa le ve y qué jugo le saca cada uno a lo que le ponen en la mano.


Para no desairar el título de la entrada, Como dos extraños, por El Polaco, el último, acendrado.

Eso era todo.


Y a seguir con el mate, que falta para que vaya clareando.

jueves, junio 13, 2013

Alouette


Aunque este envío tiene triple dedicatoria, como saben quienes saben, igual la entrada es libre -y más que gratuita, casi obligatoria- para oír a esta alouette algérienne que creía haberles presentado hace ya unos años, pero es claro que no lo hice.

Souad Massi canta en árabe argelino, a veces en bereber y otras en francés (claro, L'Algérie...)

Y a mi juicio tiene muy buen gusto en cualquier idioma. Y una buena voz.

Señoras y señores, en la section arabe:

1. Nacera
2. Hagda wala akter
3. Khalouni
4. Malou
5. Theghri
6. Moudja
7. Raoui
8. Matebkiche
9. Rani rayha

Ya en la section française:

10. Un sourire
11. Savoir aimer
12. Passe le temps
13. Tant pis pour moi


Que lo pasen bien de aquí en más.

Y como el día va a finir, tesbah ala kheir...


miércoles, junio 12, 2013

Opa



Opa-opa

Vahine mata mi-na-mó
Arofa tura váu
a viti, viti mai
tau a here haiti é

A here opa, opa,
opa, opa te pahi
tetere mai néi
rapa-nui néi.

La canción, en palabras polinesias, tiene historia, aunque no se ponen de acuerdo los que la cuentan.

Unos dicen que es música popular de Tahiti que llegó a Rapanui, la isla de Pascua, cuando una norteamericana que venía del este la cantó en la isla, lo que encantó a los isleños que la adoptaron.

Otra versión, que me gusta más, la trae Ramón Campbell en Mito y realidad de Rapanui: la cultura de la isla de Pascua.

Dice allí que la canción tiene "como autor  a un romántico marino norteamericano, dueño del yate Tahitian, llegado a la isla en 1943. Su mujer, rubia y de ojos azules, le había inspirado la canción Vahine mata ninamú..., Mujer de ojos azules... Opa-opa significaba el balanceo del barco con el oleaje, y el canto, una evocación del sentimiento que embargaba al enamorado mientras se acercaba lentamente a la isla de Rapanui: tetere mai néi Rapa-nui néi...., mientras nos acercamos a Rapanui..."

En la primera estrofa, más o menos, el enamorado dice cómo peregrina hacia el corazón de su amada lleno de ilusión.

No tengo modo de saber qué será verdad en esto, claro.

No le hace.

La extraña versión uruguaya de Los Olimareños, creo, vale de todas formas.

domingo, junio 09, 2013

¿Quén non xime?



En 1880, Rosalía de Castro publicó su libro de poemas Follas novas, en gallego, claro.

Allí, en uno de sus capítulos -Do íntimo-, hay unos versos que tituló ¿Quén non xime?

En 1997, Amancio Prada dio a conocer un disco que fue un homenaje a su paisana: Rosas a Rosalía; le había puesto música a 18 de sus poemas de ella, entre los que está ¿Quén non xime?

Pasó, por otra parte, que me di cuenta hoy de que en mi biblioteca de músicas hay 899 canciones, según me anotician.

Difícil cosa: ¿a quién darle el podio de las 900? Y me puse a ver, riéndome de ese afán humano y trivial de celebrar los números redondos.

Y fue poniéndome a ver como di con ¿Quén non xime?

Hubiera firmado que había mostrado la canción hace tiempo aquí o en alguna otra bitácora. No.

O el poema, siquiera. Tampoco.

Busqué ya inquieto entre los que publicaron cosas de Prada en esa misma biblioteca de canciones. Nones. Nada de nada.


No se hable más: ¿Quén non xime?

(Pero, atención: lamentablemente, esta versión aparece interdicta, sabrán lo que saben por qué... Así las cosas, dejo la que sigue, que es versión anterior, más precisamente de 1975, y que es la primera edición de la que vino después. La canción suena aquí más inocente, diría, que la de 1997, pero no menos conmovedora.)



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Como pasa cuando los versos de las canciones son poemas -y valen la pena-, aquí dejo el original de Rosalía (más extenso que la canción) y una traducción. Tienen su gravedad, sí.
¿Quén non xime?

Luz e progreso en todas partes... pero
as dudas nos corazós,
e bágoas que un non sabe por qué corren,
en dores que un non sabe por qué son.
Outro cantar, din, cansados
deste estribilo, os que chegando van
nunha nova fornada, e que andan cegos
buscando o que inda non hai.

¡Réprobos...! Sempre ó oculto perguntando,
que, mudo, nada vos di.
Buscade a fe, que se perdéu na duda,
e deixade de xemir.

Mais eles tamén perdidos
por unha i outra senda van e vén,
sin que sepan, ¡coitados!, por ónde andan,
sin paz, sin rumbo e sin fe.

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Triste é o cantar que cantamos,
mais, ¿qué facer si outro mellor non hai?
Moita luz deslumbra os ollos,
causa inquietude o moito desear.

Cando unha peste arrebata
homes tras homes, n'hai máis
qu'enterrar de presa os mortos,
baixa-la frente, e esperar
que pasen as correntes apestadas...
¡Que pasen ... que outras vendrán!


¿Quién no gime?

Luz y progreso en todas partes..., pero
las dudas en el corazón,
y lágrimas que uno no sabe por qué corren,
y dolores que uno no sabe por qué son.

'Otro cantar', piden, cansados
de este estribillo, los que van llegando
de una nueva hornada, y que andan ciegos
buscando lo que aún no hay.

¡Réprobos...! Siempre a lo oculto preguntando,
que, mudo, nada os dice.
Buscad la fe, que se perdió en la duda,
y dejad de gemir.

Mas ellos, también perdidos
por una y otra senda van y vienen,
sin que sepan, ¡cuitados!, por dónde andan,
sin fe, sin rumbo, sin paz.

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Triste es el cantar que cantamos;
mas, ¿qué hacer si otro mejor no hay?
Mucha luz deslumbra los ojos,
causa inquietud el mucho desear.

Cuando una peste arrebata
hombres tras hombres, no hay más
que enterrar pronto a los muertos,
bajar la frente, y esperar
que pasen las corrientes apestadas...
¡Que pasen ..., que otras vendrán!


sábado, junio 08, 2013

Y Cuba


José Guillermo Quesada Castillo, cantando fue aplaudido como Guillermo Portabales (y no es quien ilustra esta página ahora), difundió desde muy joven la guajira cubana. Su calidad merece aquí un lugar bien ganado.

1. Al vaivén de mi carretera.
2. Lamento cubano.
3. Flor de amor.
4. El guajiro.
5. El carretero.
6. Junto a un cañaveral.

No cantará solo.

De Jesús Orta Ruiz, conocido y reconocido como El Indio Naborí, dicen que es más que un cantor y decimista cubano, y que con su inventiva consolidó el son ya tan carcaterístico y popular de la espinela, tan antigua como graciosa estrofa. Si no hubiera cantando, dicen, se lo tendría por escritor y escritor culto. Aquí queda por ahora y como muestra con una Guajira guantanamera (¿se darán cuenta de que Guantánamo es el lugar de donde procede el nombre...?)

Chanito Isidrón popularizó con otros el punto cubano y aquí muestra cómo cantaba, desplegando en décimas una historia sencilla y simpática.

Despide esta entrada el señor Barbarito Diez, los que conocen el bolero lo conocen, con Guajira y cubana.

jueves, junio 06, 2013

Cuba


A Cuba se llega desde donde usted quiera, poco más o menos. Y si es cuestión de música, desde Andalucía hasta África. Siempre por el mar, se entiende. Es La Isla.

A mí la música de estos señores me cae bien, habitualmente.

Se ponen un poco pesados cuando hacen panfletos, eso sí. Aunque es verdad que los hacen con toda clase de ritmos y arabescos y con palabras líricas y todo eso: pero son rehenes, no arte.

Sí..., es lo que pasa: la belleza está en las cosas, no en la mano, ni en el ojo, ni en la boca, ni en los pies. Para saber eso, y que le salga a uno regularmente bien, hay que ser más artista que militante. Y más hombre que artista, si me apura. Difícil.

Pero.

Una radio vieja suena en una habitación con ventilador de techo y balcón a la calle. Y una calle medio empedrada por la que pasan muy de tanto en tanto autos viejos y carros, si cuadra. Atardece muy lentamente, aire de mar, humedad de las sierras que baja morosamente. Luz de bronce en todas las cosas. Unos niños descalzos juegan en la esquina. Dos comadres conversan en la vereda mínima. Unos vagos, apoyados contra una pared descascarada, planean una noche de copas. En una mesa, en plena calle, cuatro viejos -dos son mulatos y uno negro- juegan un juego de cartas interminable. En un zaguán, que da a una escalera oscura, tres muchachones, una vieja y una joven negra, hacen música: una guitarra, un tres, un bongó y las voces acopladas de todos. Huele dulce, huele a tabaco y a mar y a tierra húmeda.

Por la radio, se oye que cantan Celina y Reutilio, incansables. Ella con su voz que estalla, él -el amor de su vida- apagado, detrás, sonorizando más que cantando, con guitarra como si fuera su segunda voz.

Salsa, mambo, rumbas, las décimas del magnífico punto cubano, son, guajiras. La Isla parece que bailara. Se mezclan raíces y sonidos, creencias y dichos. Todo mezclado, como es en Cuba.

1. Yo soy el punto cubano.
2. Alborada guajira
3. La casa de Yagua.
4. Tumba la caña.
5. Anda.
6. Mi bohío.
7. A la Caridad del cobre.
8. Tristeza guajira.
9. Canto a Borinquen.
10. A caballo vamos pa'l monte.

Se viene la noche. La calle queda vacía o casi. Los ruidos entran a las casas y salen de allí en forma de voces, de risas, sonidos de cacharros, arreos de comidas, perros de voz ronca. Hace calor, pero se cuela por todas partes una brisa de mar.

Y María Teresa Vera que canta Veinte años y, divertida, al final, Sobre una tumba una rumba.



martes, junio 04, 2013

Dúo imposible


En 1897, el noruego Johan Halvorsen le hizo unos arreglos a una Suite para clavecín en sol menor, de G. F. Händel, y resultó una partitura para violín y viola (o cello) que se conoce como Passacaglia de Händel- Halvorsen.

Ahora bien.

En Miami de los Estados Unidos nació un joven y más o menos afamado cellista, discutido por algunos, conocido por el nombre de Wells Cunningham.

Sumando miembro a miembro ambos párrafos, dio esta rareza que se verá y oirá a continuación y que grabó el propio Cunningham y que él mismo llamó El dueto imposible, por lo que allí se ve.







Nota: si en algún momento el oyente amable y atento tiene la sensación de que el ejecutante desafina, sepa que la partitura del noruego manda más o menos eso mismo que se oye aquí, lo que podrá corrobar recurriendo a otras versiones de esta misma obra o, en su caso, a la partitura misma, expediente perito este último que está a millones de años luz de mis capacidades.


domingo, junio 02, 2013

El llano en llamas



La música de Los Llanos llegó a mi casa por mi padre. Mejor: la música en mi casa era mi padre. Y las cosas del arte en general, de las artes de belleza; porque las otras, las útiles, no eran sólo suyas sino que llegaban con la sangre de ambas partes de mi sangre.

Estando chico lo oía cantar canciones de aquellos lugares, entre otras cosas. Cantar y silbar, porque el silbido era un dialecto ancestral, que le venía por el torrente piamontés.

Me gusta esa música, tiene tantas raíces y modos de decir. Cosas del campo, cosas de llaneros orgullosos de sus cosas de campo, su vacaje, sus destrezas, su paisaje. Y cosas de amores, sentidos o pícaros. Hasta cosas de política le entran a los joropos, pasajes y tonadas de los llaneros.

Al este de Colombia y al oeste de Venezuela están Los Llanos, siempre en disputa entre ambos, y más desde fines del siglo XVIII, pero tan parecidos en ambas márgenes de la frontera, viéndolos desde afuera, que se dirían un tercer país, ni uno ni el otro, con el Orinoco al medio.

En fin, basta de palique.

Dejo aquí entremezclados algunos ejemplos. Y digo entremezclados porque no diré cuáles son de un lado u otro de la cerca, para que se vea. Porque hay que saber también que no solamente se disputan el alma llanera, sino sus músicas.

Y ellos son: Joaquín Rico, El Tacamajaca; Yesid Ortiz, Se acabó quien te quería; José Oviedo, Quitapesares; El Cholo Valderrama, A todo canta el llanero; Canta llano y un Pasaje llanero y unas Coplas Solteras, por Nancy Vargas.

Para el final, dos piezas que grabó Hespérion XXI sobre estos temas o anejos: Jácara de Gaspar Sanz y un tradicional colombiano venezolano, El pajarillo viejo.