Confieso que mi gusto y preferencia por el cello, siempre dejó en tercer plano a la viola. Qué queda en segundo plano, depende del momento.
Pero el virtuoso (y fanático) de la viola, Simone Libralon, me convenció de que hay bastante más que un intermedio entre el violín y el cello en esta dama de voz semigrave y tierna, como una mezzo cálida y amable.
Estas 6 suites de J. S. Bach hechas para viola sola son un muy buen argumento.