jueves, abril 07, 2022

Canciones para Ginebra

 


Hace 40 años, para estas mismas fechas poco más o menos, escribí tres poemas sobre asuntos del ciclo arturiano. Con el tiempo, los tres compusieron un libro que se llamó finalmente Artúrica.

En estos últimos días se me aparecieron una y otra vez aquellos versos, por razones muy distintas, aunque no tan distintas a aquellas que los inspiraron entonces.

Como quiera ser, bien vale la "memoria afectiva" para mentar con afecto (y eso es cosa mía...), no a los versos aquellos, sino a Ginebra.

Entre las complejas vías del antiguo ciclo de Artús, aparece una historia en la que participan Lancelot, Elaine de Corbenic (hija del custodio del Santo Grial) y finalmente sir Galahad.

¿Y Ginebra?

Precisamente, Elaine se enamora de Lancelot y, con artes mágicas, toma la forma de Ginebra. De esa unión amañada por ella nacerá sir Galahad, hijo bastardo y el único caballero puro, digno de encontrar el Cáliz Sagrado, por eso mismo. Ricos símbolos hay allí...

Pero, ¿y Ginebra?

Precisamente. Ella está hasta cuando no está.

Y por eso mismo, después de 40 años, se merece mi saludo gentil.

Difícil encontrar música adecuada, aunque busqué, créame, y bastante.

Me decidí al fin (y esto también es cosa mía...) por esta selección de partituras de varios autores del XVII inglés, hechas con fineza por Théotime Langlois de Swarte al violín y Thomas Dunford al laúd,  titulada The Mad Lover, y he visto que los delicados críticos musicales británicos no entienden por qué se llama así esta selección.

Yo sí, fíjese.