El flamenco, ya se sabe, no es solamente guitarra.
Pero sin guitarra no hay flamenco.
Y a veces, oyendo lo que aquí dejo, se tienta uno y da en pensar que sin Paco de Lucía no hay guitarra.
El concierto de Aranjuez y la suite Iberia (para piano).
Ni Joaquín Rodrigo ni Isaac Albéniz se imaginaron que sus partituras iban a ir a dar a esas manos.
Y no quiero imaginarme la soledad que esa guitarra suya debe sentir, ahora que Francisco Sánchez Gómez, Paco, el de Lucía, oye la música desde el cielo de Algeciras.