Así son las cosas.
Las colombianas no tienen nada de colombianas.
No al menos en este caso.
Con el tiempo, se volvieron un "palo" del cante flamenco, como saben los que saben. Y de esos que llaman "de ida y vuelta", por referencia a la tierra americana y a algunos ritmos que se intercambiaron.
Pero, como también saben los sabidores, fue cosa de don Pepe Marchena, maestro de maestro', que allá por 1931, sobre un ritmo casi de rumba, hizo su Mi colombiana. Y así le quedó el nombre a estas composiciones que se fueron afirmando en el mundo exigente y algo críptico del flamenco.
Las dos primeras de la selección que aquí queda son las composiciones originales, una la original por Pepe Marchena y otra en una versión posterior de la misma, por Juanito Valderrama.