No es mucho pedir ser escocés y llamarse Andrés. Tampoco parece exótico llamarse Stewart en Escocia.
Ahora bien, si uno se llama Andrés Stewart, qué le puedo decir...
Vea, por ejemplo.
Aquí le dejo dos muestras: Andy M. (por Michael) y Andy B. (no tengo idea de por qué B..., aunque se lo conoció por Andy Stewart a secas). El primero vive y canta; el segundo, canta y murió hace unos 20 años.
Para zambullirse en estas baladas y canciones me parece que conviene buscar buen asiento a una buena hora del día (el atardecer, por ejemplo) y buscar buen whisky (yo siempre preferí Glenfiddich, aunque confieso que lo prefiero entre los whiskies y no prefiero el whisky, sino el vino tinto, cosas de la sangre, si usted me entiende...)
Enjoy, si le da el cuero.