Un par de días de buena lluvia. Y nada urgente que hacer.
Así es como, viendo llover (et... rien à faire...), se llega más o menos rápidamente a la chanson de los viejos franceses.
Y en eso estaba cuando me acordé de Braulio Anzoátegui que, en no recuerdo cuál de sus libros de aforismos, tiene uno (Claude Debussy, se titula) que dice: No me explico por qué todos los melómanos cursis se acuerdan de Debussy cuando ven llover tras los vidrios de la ventana: Pero si la lluvia los agarra en la calle, putean de lo lindo.
Suerte que ni se me ocurrió Debussy.