Claro que no son todas las que fueron, ni mucho menos.
Porque sorprende la cantidad de cosas que Carlitos no solamente cantó sino que dejó grabadas. Distintos ritmos y acentos, de la chacarera al fado, del triunfo y la ranchera al vals, bastante más universal que el cajoncito en el que lo tenemos dibujado con filetes. Y así se explica, en parte, cómo llegó a mito, porque oído así se ve la parte que no se ve, y se ve la cantidad de veces que lo han oído tantos cantando tantas cosas que pocas veces o ninguna vez oímos.
Una segunda selección escueta queda ahora a disposición.
1. Caprichosa
4. El sueño
5. La choyana
6. Maragata
7. Gorriones
10. La madrugada
11. De mi tierra
Y me voy por ahora de Gardel con Zaraza, una pieza que cantará primero el oriental José Razzano y después Charlo.
Está aquí no porque la cante Gardel (que sí la cantaba) sino porque, con otras músicas de este estilo, estuvieron en mi infancia y en lugares tan impensados como a la vera de algún río cordobés, bajo las estrellas serranas, al final de los días mientras pasaba el verano, cantada a varias voces por la familia de mi padre, mientras algunos de los chicos seguíamos las armonías que le sacaban al asunto, y terciábamos allí como jugando, aprendiendo una polifonía que tenía menos de tango y canción que lo que tenía de ensayo de orquesta.