Y se da el caso de que toda mi sangre es italiana de toda Italia. Del norte piamontés hasta el sur siciliano.
Por eso.
Vamos al norte -de dónde me viene mi pasión montagnar, seguramente...- y veamos qué se dice por allá.
Cuando estaba chico, en la familia de mi padre solía hablarse piemontèis con algunos giros del patois de aquellas regiones. Mi abuela paterna era de Mondovì, comuna de la provincia de Cúneo. Se hablaba también un poco de italiano en casa, claro. Pero sólo cuando no había extraños (o cuando los había y para que sólo entendiera el que conocía los dialectos, porque también se hablaba algo de la lengua de Parma...)
Esos fueron los sonidos de mi infancia, también en canciones.
Aquí vengo con varias muestras de cómo suena aquello hoy en día. Y que se abstengan los que no gustan de estas cosas porque voy a demorarme un poco oyendo las voces de mi infancia: piamontés, xeneize, friulano, occitano...
Y que venga primero lo primero.
Los piamonteses del grupo La ciapa rusa dejan La Torinese, Volta la carta, Faruaji y Re Gilardin.
La gente de La piva del carnèr hacen Sotto l'albero del Piemonte. Y el barón Gianfranco Bijno canta Barun Litrun, una vieja ballada, homenaje dedicado a... un alemán del siglo XVIII, el General Karl Sigmund Friedrich Wilhelm von Leutrum, gobernador de Cúneo.
Pasando al otro lado, Pau Nadau canta en occitano Adius a la Vall d'Aran.
Le toca ahora al friulano Lino Straulino que canta en su lengua dos canciones que son textos de Ermes di Colloredo, un poeta friulano del siglo XVII: Jaroni, i rusignui dal miò boschet y Nicolò, lassi alfin l'amor tiran, una sentida y rara lamentación de un amor contrariado y tormentoso.
No me voy de estos pagos -para volver, claro...- sin dejar aquí una versión extraña y simpática de La bergëra en la que el guitarrista Franco Morone acompaña a la piamontesa Raffaella Luna.