Y hablando de cómo se aprende música, dejo este ejemplo de san Ignacio de Moxos, antigua misión jesuítica de Bolivia.
Me parece conmovedor.
Pero.
Un breve excursus.
A mi gusto, el ejemplo de Moxos, como el de Chiquitos y otras tantas misiones que tenían un desarrollado arte musical, es ejemplo de hecho del mestizaje cultural que lograron edificar los españoles en América. Y que por varias vías y modos pervive hoy, con un fuerte arraigo.
Dicho de otro modo: Moxos, como los demás centros de irradiación, es de hecho políticamente incorrecto. Y más lo es cuanto más se empeñen hoy en conservar ese legado.
Sin embargo, como se ve en el minuto 49 y siguientes de esta muestra que dejé más arriba, no están hoy del todo libres de cierta corrección política: sobre la cuestión de la mujer en aquellos tiempos, al decir de la que allí habla (y que dirige el ensemble).
Es curioso que tan ilustrada señora no sepa que el barroco europeo tiene insignes compositoras. Como parece raro que no sepa que, por decir alguno, Antonio Vivaldi, para los mismos años de muchas de las composiciones del barroco americano, componía música para las mujeres del Pio Ospedale della Pietà de Venecia, con lo que ganaba buena parte de su sustento. Y más: tenía allí orquestas y coros integrados exclusivamente por féminas.
Dejo algún ejemplo, que pueden ampliarse aquí.
¡Ay, las ideologías...!