Se trata de Volver, volver, de Fernando Zenaido Maldonado Rivera, pero también de No volveré de José Alfredo Jiménez.
Y estas dos canciones mexicanas están aquí por varias razones.
La primera, por supuesto, es porque son bonitas. Hay de ellas muchas versiones (por ejemplo Volver, volver la hizo famosa Vicente Fernández en la década del '70, en una interpretación ya canónica), pero elegí que ambas las cantara aquí Chavela Vargas.
La segunda razón es porque están relacionadas -siquiera simbólicamente- con otros asuntos que estoy tratando en otra parte y sirven para amenizar -tal vez, lejanamente, ilustrar- lo que voy diciendo por allá.
Y si alguien sugiere que es cosa mía, tiene razón.