Son el Coro y la Orquesta de San Ignacio de Moxos. Vienen del Oriente boliviano y tienen atrás una larga tradición.
Una de las raíces más poderosa y admirable de esa tradición que continúa viva es la cantidad de obras que se compusieron en aquellos pagos de Chiquitos y de San Ignacio de Moxos, allá por el siglo XVIII, al amparo de las Misiones que los jesuitas tuvieron hasta que no las tuvieron más. Peculiar es que eran indios en su inmensa mayoría los compositores y los ejecutantes.
No sirve que lo explique un servidor. Entérese, mi amigo, siquiera un poco. A ver qué le parece.
¿Vio? ¿Oyó?
Entonces, ahora, disfrute otro poco.
Esta primera es una ópera dedicada a san Francisco Javier, compuesta y cantada en la lengua de los indios.
Y ésta es una sonata.
¿Qué le puedo decir?
No tengo nada mejor que regalarle para esta Navidad.