domingo, junio 11, 2017

Fà la stupida




Tiene que haber sido a mediados de 1979 cuando la oí de boca de una romana en su exilio pampa.

Desde entonces me acompaña, de tanto en tanto. Silbando muchas veces, tarareando partes, una estrofa que otra. No digo que sea más que lo que es. Pero, como fuere, se debe cantar en romano, porque sin sabor romanaccio, es como masticar corcho.

Por puro gusto, dejo aquí la variedad de estilos en los que se hizo a lo largo de más de 50 años.

Tres salvedades: el primer brano de esta selección, es el el propio autor al piano (murió en 2013). Ornella Vanoni fue la segunda en cantar esta canción en la obra original de la cual procede. Finalmente, en la segunda muestra de esta selección, se canta la letra completa, intercalada la parte masculina y la femenina.

Por último, pero no por eso menos significativo, dejo dicho que, aunque podría pensarse que la elección de la canción -principalmente por su título- tiene alguna relación con los tiempos que corren en Roma (y en todos los caminos que llevan a Roma y los que de ella salen...), de ningún modo es así.

Aunque pensándolo bien, ahora que lo estoy diciendo...





La canción -a veces interpretada con una breve invocación- canta el ruego de dos. Él, le pide a Roma que no se haga la tonta y le dé el paisaje ideal para estar con la mujer que pretende. Ella, claro, le pide a Roma que haga todo lo contrario.

Él es Rugantino. Ella, Rossetta, la mujer a la que Rugantino pretende seducir.

Argumento de comedia musical, por cierto. Fue en 1962 cuando apareció Roma nun fà la stupida stasera. Una de las canciones de Rugantino. El compositor de la música al piano fue Armando Trovajoli (se pronuncia Trovaioli) y la letra fue de Pietro Garinei y Sandro Giovannini. Los tres son los autores de la entera comedia, se entiende.

En 1964, la obra se puso en Buenos Aires, en el Teatro Coliseo, claro. Una reseña de entonces dice:
Transcurre en 1830. Narra la historia de Rugantino, un tramposo que intenta hacer pasar como su hermana a Eusebia, su ex amante. Después intenta el mismo truco con Mastro Titta, el verdugo de Roma, que vive en una forzada soledad con su hijo, que carga el sobrenombre de “Pequeño Verdugo”. Finalmente Rugantino le apuesta a sus amigos que va a conquistar a la bella Rossetta, esposa de Gnecco il Matriciano y modelo del escultor danés P. Thorwaldsen.

Aquí la letra:


Roma, ce semo, aiutame tu... Io nun te dico niente, Roma, ma stasera c’ho bisogno de te e quanno tu te ce metti ‘ ste cose le combini bene...

Roma nun fà la stupida stasera,
damme 'na mano a faje di de si.
Sceji tutte le stelle
più brillarelle che poi
e un friccico de luna tutta pe' noi.

Faje sentì ch'è quasi primavera,
manna li mejo grilli pe' fa cri cri.
Prestame er ponentino
più malandrino che c'hai,
Roma reggece er moccolo stasera.


Roma nun fa la stupida stasera
damme 'na mano a famme di de no.
Spegni tutte le stelle
più brillarelle che c'hai
nasconneme la luna se no so’ guai.

Famme scorda’ ch’è quasi primavera
tiemme ‘na mano ‘n testa pe’ di’ de no.
Smorza quer venticello stuzzicarello che c’hai
Roma, nun fà la stupida stasera.

Roma nun fà la stupida stasera,
damme 'na mano a faje di de si.
(damme 'na mano a famme di de no.)
Sceji tutte le stelle
più brillarelle che poi
e un friccico de luna tutta pe' noi.

(Famme scorda’ ch’è quasi primavera,)
manna li mejo grilli pe' fa cri cri.
Prestame er ponentino
più malandrino che c'hai,
Roma, nun fà la stupida stasera.