viernes, diciembre 21, 2012

Mártir



El domingo 3 de junio de 2007, fiesta de la Santísima Trinidad, un grupo de hombres armados mató a un sacerdote y a tres diáconos a la salida de la misa vespertina, en la vereda de la parroquia del Espíritu Santo, en Mosul, Irak.

El sacerdote, Ragheed Aziz Ganni, era el párroco y había celebrado solemnemente la misa de esa fiesta en el rito asirio caldeo al que pertenecía. Además, era secretario del arzobispo de ese rito en Mosul, Paulos Faraj Rahho. Los diáconos lo acompañaron a la salida porque temían por su vida, ya que había recibido amenazas por no clausurar el templo católico, como le habían ordenado miembros de milicias musulmanas.

Esa tarde, después de retarlos por no haber cumplido la orden, los conminaron a convertirse al Islam, cosa que rechazaron los cuatro. Entonces los ametrallaron.

El padre Ganni tenía 35 años.

Unos nueve meses después, el arzobispo Rahho también fue asesinado en Mosul.

En este Himno a la Madre de Dios, el padre Ganni canta acompañado por un pequeño coro y guitarras.

La canción (según una traducción de traducción que encontré) dice aproximadamente:
Te honramos con himnos, oh Madre de Dios. Tú eres el orgullo de toda la tierra, porque la Palabra de Dios, a quien el Padre envió, elegió tomar de Ti su cuerpo humano. Las generaciones te llamarán Bendita y todas las naciones y pueblos te honran y con sus plegarias  te imploran misericordia. Tú eres la tierra fértil y generosa en la cual siempre germinan las semillas de la alegría.
***

Había ido acumulando algunas músicas navideñas, sublimes y peregrinas, de tiempos lejanos y de tierras extrañas, que quería poner aquí.

Hasta que di con ésta.


Feliz Navidad.



sábado, noviembre 17, 2012

Bastante



Hay cosas que se salvan de las Naciones Unidas, o de la Unesco, o de cualquiera de esas boberías, lo mismo da.

El flamenco, no pudo, fíjese. Lástima.

Y por eso le dieron el 16 de noviembre como día planetario. Los andaluces lo celebran en Andalucía. Allá ellos.

Lo que es a un servidor, el día del flamenco no le dice nada, porque no necesita usar el flamenco para nada.

Porque el flamenco no se usa. Ni de medalla, ni de muleta, ni de ná. ¿Qué es esa cosa bastarda de usarlo de substituto o de bandera? Eso es bastardearlo.

El flamenco es el flamenco.

No está en lugar de nada. Es lo que es y no es lo que no es.

Hace un tiempo venía buscando una versión de estos versos de Rafael de León que reemplazara la del disco viejo, que perdí.

Y encontré ésta.

Nati Mistral haciendo La profecía.

Pero no es aquella que perdí, es una en vivo. No es aquella, pero es ésta. Con ella ya mayor, es verdad; menos aire, es cierto; y diciendo como de memoria lo que ha dicho miles de veces...

Sí. Pero, ¡qué memoria! ¡Qué modo de decir! Qué día ni qué mayor.

Ella tiene bastante con ella.

Y, fíjese lo que son las cosas, ahora me alegro de no tener a mano la otra versión que oía en mis años chicos. Porque se me hace que es una prueba de que el flamenco no tiene día.

Que el flamenco es flamenco.

Con eso tengo bastante.

jueves, octubre 25, 2012

Sunu gaal



Bajé a la ciudad hace unos días. Sobre la vereda, en la estación terminal, había los habituales puestos de cosas brillantes que venden los africanos y peruanos. Quería un reloj y mi necesidad de saber el tiempo no pensaba gastar mucho.

El muchacho era de Senegal y sabía vender, lo suficiente. Pero la conversación salió de las chucherías y se fue a África, a sus gentes. Y a su música. Su español y su francés eran con mucho mejores que mi wólof, de modo que nos entendimos. Y coincidimos en varios autores. Me dio la impresión de que era persona con cierta educación, esto es, con capacidad de discernir más allá de las variantes de cumbias africanas.

Estaba tan sorprendido y contento con que conociera a los desconocidos que casi no me cobra el reloj. Casi.

En su homenaje, unas muestras africanas.

El tema principal fue el kenyata Ayub Ogada, de manera que se lleva las palmas aquí y canta Kronkronhinko, Ondiek, Kothbiro, Dala y Salimie.

Pasando a Mali, y un poco a Cabo Verde, Salif Keïta canta Yamore, con Cesaria Evora y ella con Bonga, el angoleño, canta Sodade. El camerunés Henri Dikongué cierra el lote con Wen te mba wengue.

domingo, octubre 14, 2012

Ella



Ornella.

Ella es ella.

Porque corresponde ser cumplido, si uno quedó en deuda.

Y porque hay que volver de tanto en tanto a esos tiempos en los que la voz de Ornella Vanoni era una felicidad cercana, breve, lo que dura una canción.

Por eso: ella. Y la deuda y el recuerdo quedan a mano.

(Le preparé un recital, porque es sabido que el italiano es la lengua en la que le gusta cantar, cuando nadie se entera, y lo bien que hace...)

Hay un poco de todo: clásicos, más raras, con Toquinho...

Bello amore, Ci sarà domani, Ho capito que ti amo, Domani è un altro giorno, Insieme a te non ci sto più, Io che amo solo a te, Malattia d'amore, Perduto, Volevo amarti un pò, Sto male, Quei giorni insieme a te, Non andare via, Dettagli, Samba in preludio y Un altro addio


domingo, octubre 07, 2012

Libre te quiero


Hay cosas que sorprenden.

Coincidentemente (¿sí?), y de sitios tan lejanos como Auckland o París (y sí, créase o no: aunque a mí me cuesta creerlo...), ya hace un tiempo que devotos oyentes insólitos de esta bitácora me han pedido -vaya a saber cómo llegaron tan lejos y por qué lo piden- más músicas de Amancio Prada, del que -es verdad- soy gustador impenitente y de quien ya hay aquí algunas cosas en el arcón de músicas. Y tal vez sea por eso, pero no sé.

Así las cosas -un poco por la sorpresa y también de cumplido que es uno, viera usted...-, dejo aquí una selección del gallego.

Si acerté, más por viejo que por sabio..., tal vez haya algo más para ofrecer. 

Como Prada ha cantado letras de otros, poniéndoles música, sirve decir de dónde tomó inspiración.

A dona que eu amo son versos del segrel gallego del siglo XIII Bernal de Bonaval, que vivió con fama en las cortes de Fernando III y Alfonso X, ambos de Castilla.

La Fonte do mana y corre son versos de las Canciones del alma de san Juan de la Cruz.

El Romance del prisionero, se sabe, es tradicional.

En Lisboa sobre lo mar, son versos del juglar portugués o gallego del siglo XIII João Zorro, que vivió en la corte del rey Alfonso III de Portugal.

De la poetisa gallega emblemática Rosalía de Castro, canta Como chove miudiño, Adios ríos, adios fontes, Mayo longo y Cando era tempo de inverno.

Compañera es un soneto de Luis López Álvarez.

Partísteos mis amores son versos de Juan del Enzina.

Muito me tarda se le atribuye al rey portugués Sancho I, nacido en siglo XII y muerto en 1211.

Por fin, Libre te quiero son versos de Agustín García Calvo.



Envío: Mis estimados Auckland y París, si no acerté, qué remedio...: errar es humano.

viernes, octubre 05, 2012

Andalucía


Hay pocos que hayan cantado tanto como el sevillano don Rafael de León y Arias de Saavedra, conde de Gómara y Marqués del Valle de la Reina, o Rafael de León, a secas.

Sólo componiendo solo poemas o canciones, o con el trío Quintero, León, Quiroga (a veces con el argentino Salvador Valverde o con Antonio García Padilla o con...), De León suma más de 7 mil obras, bien es verdad que la mayoría son letras de canciones y coplas para cantar..., pero qué letras...

Pese a lo cual, en general no se lo reconoce como se debería, porque creo que es gran poeta, incluso en los versos de las canciones.

Como son tantas sus composiciones, y tan famosas tantas de ellas y tan cantadas, una o dos que elija uno está bien.

De modo que, en este breve paseo por Andalucía, vayamos por ejemplo a Te lo juro yo, afamadísima.

Le voy a ahorrar algunas versiones masculinas (o más o menos...) y sólo dejo aquí dos. La de Manuel Bandera en Las cosas del querer, de 1989, porque tiene tanta emoción como defectos (como la película, digamos...) y la del canario Pedro Guerra porque es realmente una recreación atinadísima, a mi sabor.

Pero el caso es que la letra la compuso don Rafael para que la dijera una mujer y no un varón. Y entonces dejo dos versiones femeninas.

Una, la de Lolita Torres porque se me hace límpida a más no poder, aunque no sea muy calé. Y otra, la de la Faraona, Lola Flores, y ya verá por qué, sobre todo si además de oírla, la ve interpretarla.

Ojos verdes es otra famosa. De León conoció a la coplera Conchita Piquer a principios del '30 y compuso varias cosas para ella (y supongo que por ella). Una versión de esa canción entonces que la haga Conchita Piquer. La otra, es interprteación impecable de la tocaya mallorquí de raíces africanas Concha Buika (en otras épocas, ya sonó por aquí).


De regalo, antes de partir, otra de don Rafael, Ay pena, penita, pena..., otra vez por la Faraona, en voz e imagen, porque mire que hay que ver cómo la dice...

lunes, octubre 01, 2012

Surero



Me parece que, mejor, así hay que decirlo, surero.

Se dice sureño, también. sí, cómo no.

Pero surero es otra cosa. Es surero. Del sur surero. Porque así connota mejor el aire.

Es la diferencia entre geografía y vida, a ver si me entiende.

Por eso.

Don Alberto Merlo, que murió en abril y canta todavía.

Para que no se lo olvide así nomás, nos deja este reportorio: Pa' Dolores, Semblanza sureña, Pero nada más, De panza en el mostrador, Soy de Arbolito, Como hombre y medio, Pulpería La Colorada, Pampa y distancia y Me gusta cantar y canto.


No es todo, pero es bueno, creo.

viernes, septiembre 21, 2012

Hääletu kevad



Así se diría en Eesti que la primavera llega en silencio, donde kevad es primavera y hääletu es silenciosa.

Eesti, por cierto, es Estonia.

País misterioso y antiguo. Tierras de frío y de historia tres veces milenaria. Por allí pasaron casi todos.

Menos yo.

Aunque no tanto, si puedo estar oyendo de a ratos su música.

Me gusta casi todo, las voces, las melodías, la sonoridad de la lengua (pariente del finés, una de las que inspiró al propio Tolkien para hacer sonar las dicciones élficas...)

No.

No pidan traducciones ni nada.


Oigamos.

(Ya sé que lo sabe, mi amigo, ya lo sé... Pero..., por las dudas: lo primero es el intérptrete, lo segundo el título de la canción...)


Alen Veziko - Ei ole öeldud lihtsalt tuulde
Vennad Johansonid - Külm
Kärt Johanson ja Tõnis Mägi - Déjà vu
Kate - Vana ja väsinud mees
Kukerpillid - Meremehe Laul
Jaan Täte - Ma tahan olla öö
Vennad Johansonid - Poolükskõik 
Siiri Sisask - Mis Maa See On
Tõnis Mägi ja Kärt Johanson - Jah, ma nägin lumevalgust
Tõnis Mägi ja Kärt Johanson - Tuul ja Roos
Väikeste lõõtspillide ühing - Vana madrus
Vennad Johansonid - Tahan koju


Y eso es todo por ahora.

Muchas gracias.

Buenas tardes.

martes, septiembre 18, 2012

Cello & Benda



Buena persona es quien mentó a Carl Stamitz, porque así empezó este asunto.

No lo conocía y me lo acercó. Lo bien que hizo. Y así me quedé con Stamitz un buen rato, por un amor fuerte que es mi lado flaco: el cello.

Lo demás fue recorrer lo que podía. Elegí este 2do. movimiento de su concierto para cello N° 2. Ejecuta Christian Benda y es la orquesta de cámara de Praga.

Pero así, en homenaje, de cello en cello, y ahora siguiendo a Benda, me fui a este Adagio & Allegro para cello y piano de Robert Schumann (op. 70)

Y de allí, más Benda y más cello.

Porque encontré a un paisano y coetáneo de Stamitz, el bohemio Jiří Antonín Benda, contemporáneo también de Mozart y apreciado por el niño prodigio, como Stamitz.

Y, esta vez, Benda tocará Benda, claro. Dejo aquí, por el mismo intérprete, su espléndido Grave del concierto para violín y cuerdas y esta Lamentación.

Grande felicidad.

Sí, es verdad: el cello puede hacerle eso a la gente.

Al menos, a mí.

domingo, septiembre 16, 2012

Dulces Amálias


Tres canciones y dos versiones de cada una.


Amália Rodrigues y Dulce Pontes.


As mãos que trago: Amália y Dulce.

Gaivota: Dulce y Amália.

Fado Português: Amália y Dulce.


Y sí.

Amália y Dulce.

Sus voces son fado. De veras.

Siempre.

miércoles, septiembre 12, 2012

Si me voy antes que vos




Uruguay volvió. Lo tenía apartado desde hace algún tiempo. Pero volvió.

Y con algunas cosas que fui juntado y que tienen su historia. Algunas son de la historia oriental, lisa y llana. Y allí, mi amigo, si no lo sabe ya, tendrá que ir a los libros para ver de qué hablan.

Por ejemplo, Como un jazmín del país o la Milonga de El Cordobés, por Carlos Benavides; unas Décimas de Héctor Numa Moraes o La loca del Bequeló que hace Santiago Chalar. Incluso -está aquí por lo representativo y por algunas cosas de la letra- Mucho, poquito y nada de Daniel Viglietti, aunque enseguida, si presta atención, se dará cuenta de que no es la misma historia.

Por otra parte, están Minas y abril, de Santiago Chalar, o Los pies en el rocío, De noite ao tranquito (no se la pierda...) y João de barro que trae Héctor Numa Moraes.

Pero, y de bastante más cerca, también está Jaime Roos que deja En la esquina y Si me voy antes que vos (y agrego también la versión que hizo con Mercedes Sosa, porque sí, nomás...)

No es todo, pero algo es.

domingo, septiembre 02, 2012

Vorrei



Son los Reyes Magos.

Están en el Duomo de Fidenza, en Parma, Reggio Emilia.

Es la catedral de San Donnino, que un terremoto casi destruyó a principios del siglo XII.

Y es parte de mi tierra y de mi origen.

Los Reyes, claro, traen regalos.

Dos.

Francesco Guccini, un paisano de la zona, que canta con el acento del lugar Vorrei, una canción que me acompaña desde hace años.

Y un paisano vecino de otra parte de mi sangre, Fabrizio De André, que canta 'A cimma, una curiosa canción xeneize con una receta de carne a la genovesa que viene con simpáticos ritos contra brujas, para cumplir mientras uno lleva la preparación del plato a buen término.

¿Y los Reyes Magos? ¿Es día de Reyes?

No, pero es día de regalos, eso sí.

Y esos relieves son tan míos y de mi sangre como las canciones.

Y como este día.

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Vorrei

Vorrei conoscer l' odore del tuo paese,
camminare di casa nel tuo giardino,
respirare nell' aria sale e maggese,
gli aromi della tua salvia e del rosmarino.
Vorrei che tutti gli anziani mi salutassero
parlando con me del tempo e dei giorni andati,
vorrei che gli amici tuoi tutti mi parlassero,
come se amici fossimo sempre stati.
Vorrei incontrare le pietre, le strade, gli usci
e i ciuffi di parietaria attaccati ai muri,
le strisce delle lumache nei loro gusci,
capire tutti gli sguardi dietro agli scuri

e lo vorrei
perchè non sono quando non ci sei
e resto solo coi pensieri miei ed io...

Vorrei con te da solo sempre viaggiare,
scoprire quello che intorno c'è da scoprire
per raccontarti e poi farmi raccontare
il senso d' un rabbuiarsi e del tuo gioire;
vorrei tornare nei posti dove son stato,
spiegarti di quanto tutto sia poi diverso
e per farmi da te spiegare cos'è cambiato
e quale sapore nuovo abbia l' universo.
Vedere di nuovo Istanbul o Barcellona
o il mare di una remota spiaggia cubana
o un greppe dell' Appennino dove risuona
fra gli alberi un' usata e semplice tramontana

e lo vorrei
perchè non sono quando non ci sei
e resto solo coi pensieri miei ed io...

Vorrei restare per sempre in un posto solo
per ascoltare il suono del tuo parlare
e guardare stupito il lancio, la grazia, il volo
impliciti dentro al semplice tuo camminare
e restare in silenzio al suono della tua voce
o parlare, parlare, parlare, parlarmi addosso
dimenticando il tempo troppo veloce
o nascondere in due sciocchezze che son commosso.
Vorrei cantare il canto delle tue mani,
giocare con te un eterno gioco proibito
che l' oggi restasse oggi senza domani
o domani potesse tendere all' infinito

e lo vorrei
perchè non sono quando non ci sei
e resto solo coi pensieri miei ed io...



'A cimma (xeneize)

Ti t’adesciàe ‘nsce l’èndegu du matin
ch’à luxe a l’à ‘n pè ‘n tera e l’àtru in mà

ti t’ammiàe a ou spègiu de ‘n tianin
ou cé ou s’ammià on spègiu dà ruzà
ti mettiàe ou brùgu rèdennu’nte ‘n cantùn
che se d’à cappa a sgùggia ‘n cuxin-a stria

a xeùa de cuntà ‘e pàgge che ghe sùn
‘a cimma a l’è za pinn-a a l’è za cùxia

Cè serèn tèra scùa
carne tènia nu fàte nèigra
nu turnà dùa

Bell’oueggè strapunta de tùttu bun
prima de battezàlu ‘ntou prebuggiun
cun dui aguggiuìn dritu ‘n pùnta de pè
da sùrvia ‘n zù fitu ti ‘a punziggè
àia de lùn-a vègia de ciaèu de nègia
ch’ou cègu ou pèrde ‘a tèsta l’àse ou sentè
oudù de mà misciòu de pèrsa lègia
cos’àtru fa cos’àtru dàghe a ou cè

Cè serèn tèra scùa
carne tènia nu fàte nèigra
nu turnà dùa
e ‘nt’ou nùme de Maria
tùtti diài da sta pùgnatta
anène via
Poi vegnan a pigiàtela i càmè
te lascian tùttu ou fùmmu d’ou toèu mestè
tucca a ou fantin à prima coutelà
mangè mangè nu sèi chi ve mangià

Cè serèn tèra scùa
carne tènia nu fàte nèigra
nu turnà dùa
e ‘nt’ou nùme de Maria
tùtti diài da sta pùgnatta
anène via.


La cima (en italiano)

Ti sveglierai sull’indaco del mattino
quando la luce ha un piede in terra e l’ altro in mare

ti guarderai allo specchio di un tegamino
il cielo si guarderà allo specchio della rugiada
metterai la scopa dritta in un angolo
che se dalla cappa scivola in cucina la strega

a forza di contare le paglie che ci sono
la cima è già piena è già cucita.

Cielo sereno terra scura
carne tenera non diventare nera
non ritornare dura

Bel guanciale materasso di ogni ben di Dio
prima di battezzarla nelle erbe aromatiche
con due grossi aghi dritti in punta di piedi
da sopra a sotto svelto la pungerai
aria di luna vecchia di chiarore di nebbia

che il chierico perde la testa e l’asino il sentiero
odore di mare mescolato a maggiorana leggera
cos’altro fare cos’altro dare al cielo.

Cielo sereno terra scura
carne tenera non diventare nera
non ritornare dura
e nel nome di Maria
tutti i diavoli da questa pentola
andate via
Poi vengono a prendertela i camerieri
ti lasciano tutto il fumo del tuo mestiere
tocca allo scapolo la prima coltellata
mangiate mangiate non sapete chi vi mangerà.

Cielo sereno terra scura
carne tenera non diventare nera
non ritornare dura
e nel nome di Maria
tutti i diavoli da questa pentola
andate via.  

viernes, agosto 31, 2012

Soy fado


De algún modo, uno es también las cosas que admira y ama. Por eso se es fado, de algún modo, si uno ama y admira esta música.

Y agosto se termina: eso también importa, no vaya a creer. Porque si agosto al fin pasa, llega septiembre, que siempre es el final de algo y el principio de otro tanto.

Que un mismo mes contenga a la vez el extremo duro de un invierno y la alegría de la primavera, es algo que hay que mirar y ver.

Y nada mejor que empezar septiembre oyendo fado, mientras está uno mirando eso mismo en septiembre que se parece tanto al fado.


Entonces, ilustrémonos en estas cosas e invitemos a Mariza para que cante Desejos vãos, Montras, Transparente, Quando me sinto só, O siléncio da guitarra, Duas lágrimas do orvalho, Fado tordo y Fado portugués de nos.

Y para quien quiera saber algo más, le queda Hay una música del pueblo, que la niña canta aquí con el flamenco José Mercé.

Y así pasa uno, pasa el tiempo y pasa una estela de fado.


Como si fuera un regalo, diría.


miércoles, agosto 29, 2012

Noi



-  Noi? Chi?

-  Ma come chi? Noi...

Y entonces, allí mismo, el mundo se divide en dos.

Están los que pueden oír, sin explicaciones (y no estoy hablando de la lengua...), a Francesco De Gregori cantando Buonanotte fiorellino o Pezzi di vetro; a Bruno Lauzi con La donna del sud, a Eugenio Finardi si canta Favola o Mezzaluna; a Jovanotti con Bella; a Fabrizio De André en Don Raffae'; a Gabriella Ferri diciendo Guapparia; a Carmen Corona en la napolitana Sti ccanzone o al boloñés Francesco Guccini en Cirano o Scirocco. Y tan contentos...

Y están los que no. Y eso no tiene arreglo.

Ahora, si llega Ornella Vanoni y canta, por ejemplo, Gli amori finiti y usted no se dio cuenta todavía de lo que está oyendo, yo nada puedo hacer. Tal vez le quede, a pesar de todo, entender por qué no entendió.

Y no me haga hablar...


domingo, agosto 26, 2012

Que te vaya bonito


Dicen que una vez Chavela Vargas dijo que era mitad sangre, mitad tequila porque se había tomado 45.000 litros del licor mexicano. Como dicen que era la inseparable compañera de parrandas de cantina de José Alfredo Jiménez y que fue a su velorio completamente borracha, llorando y cantando sus canciones, muchas de las cuales grabó.

José Alfredo murió a los 47 de cirrosis, en 1973; ella a los 93 -hace poco, a principios de este agosto- y durante los últimos 20 años de su vida dicen que no probó ni una gota de alcohol.

Dejo aquí algunas de las canciones que cantó en los más de 80 discos que grabó.

Muchas son de José Alfredo: Tu recuerdo y yo, La enorme distancia, Vámonos o Que te vaya bonito.

Otras son de autores varios como Esta tristeza mía, Te amaré, vida mía, Rayando el sol o Lamento borincano.

El día que me dijiste la compuso ella misma.

Los ejes de mi carreta, en su versión, va de regalo.


lunes, agosto 20, 2012

Cinq trois deux



Podría pasar, por ejemplo, que no le gustara Jacques Brel, Georges Brassens o Jean Ferrat. Rien à dire: si no le gustan, qué remedio. Su razón tendrá.

O que no le gustaran estas canciones que van a aparecer aquí, por el tema, la melodía, la letra. Rien à dire: si no le gustan, qué remedio. Su razón tendrá.

O que no le gustara oír cantar en francés, o esta época de la canción francesa, o... Rien à dire: si no le gusta, qué remedio. Su razón tendrá.

Y no crea que no entiendo. En este caso, estos tres muchachos un poco revoltosos son. Y lo franceses..., bueno: hay de todo, no hay que exagerar.

Pero, al menos, podrá parcticar la pronunciación. Digo, al menos, siquiera eso. Mal no le va a venir. Después podrá oír con más gusto a Baudelaire, o a Troyes o a Eleonor o María. Allá usted.

Mientras lo piensa y ve qué hacer, Jacques Brel cantará cinco asuntos: La ville s'endormait, Avec élégance, Voir un ami pleurer, L'amour est mort y Vesoul.

Lo acompaña como invitado Jean Ferrat, que cantará tres: Tu aurai pu vivre encore un peu, On ne voit pas le temps passer y Les oiseaux déguisés. Y Georges Brassens, que pasó y se quedó un rato, canta dos: Hécatombe y Auprès de mon arbre.


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Con deferencia, Juan Ignacio me señaló un error técnico en Avec élégance, que ya rectifiqué. Como retribución, creo que es justo que le quede Les passantes, de George Brassens.

viernes, agosto 17, 2012

Furtuna

O bàrbara furtuna, sorte ingrata!
À tutti ci ammollisce u cor' in pettu
pensendu à quella libertà passata.

Hè pur ghjunse quellu ghjornu, di funestu,
d'abbandunà i piacè per li turmenti,
O Diu! Chè tristu ghjornu, fù per mè questu!

Addiu Corsica, madre tantu amata,
nel separar di tè senza ritornu,
more chè mor nell'alma di l'esiliatu,
more chè mor nell'alma scunsulata.
Así dice una paghjella tradicional de Córcega, con estos versos que cantan el dolor del que abandona la patria, del exiliado o el dolor del que la ha perdido, tema recurrente, claro, en la música corsa. Y lo hace con ese canto polifónico tan difícil y tan impresionante, que tanto me gusta y que por eso mismo traigo otra vez.

De allí, de esos versos, tomó su nombre el cuarteto corso Barbara Furtuna, que en estos tiempos tiene gran repercusión en la música mediterránea, y más lejos aún.

Queda aquí una muestra de lo que hacen: su versión de O Barbara Furtuna, en primer lugar, por supuesto. Y después, Stammi viccine, Lamentu chì ti cerca, Anghjulina, o los versos de U lamnetu di Cursichella, nombre coloquial y cariñoso que los corsos le dan a su isla; en esta última aparece un canadiense Ensemble Constantinople, que investiga e interpreta música medieval y renacentista, del Mediterráneo y del Cercano Oriente.

Siempre al modo corso, hasta hay unos versículos del capítulo 19 del Libro de Job en Miseremini mei y, más raro todavía, T'Chemo, una canción patriótica georgiana en su idioma original, que tiene tanta melancolía por la desgracia de la patria como esperanza en su resurrección.  

Para el final, también con el Ensemble y en una versión mixta, Diu vi salvi Regina, un poema de fines del XVII que en XVIII se volvió el emblema e himno de la independencia corsa, por cierto que hasta nuestros días, razón por la cual, todos los corsos que cantan en público cosas de la isla, la tienen en su repertorio.
Diu vi salvi Regina
è Madre universale
per cui favor si sale
al Paradisu.
Voi siete gioa è risu
di tutti i scunsulati,
di tutti i tribulatti
unica speme.
À voi sospira è geme
il nostru afflitu core
in un mar' di dolore
è d'amarezza.
Maria, mar' di dolcezza,
i vostri ochji pietosi
materni ed amorosi
à noi volgete.
Noi miseri accogliete
nel vostru santu velu
il vostru figliu in celu
à noi mostrate.
Gradite ed ascultate,
Ô vergine Maria
dolce è clemente è pia,
gli affleti nostri accogliete.
Voi da i nemici nostri
à noi date vitoria
è poi l'eterna gloria
in Paradisu.
Y sí, una especie de Salve como himno de paz y guerra.

Cosas de Il Mare...


domingo, agosto 12, 2012

Sole



Mientras estaba en mis asuntos, inundación afuera y papeles adentro, me sentaba frente al ventanal de la cueva y miraba llover, tenue o furiosamente, el viento, el cielo revuelto y gris, relámpagos.

No recuerdo cuándo, tal vez el segundo día del vendaval, hice que Roberto Murolo se sentara en un rincón exiguo, guitarra en mano, y me llevara al sol de Nápoles. Y no porque la lluvia no me guste, al contrario.

Resultó un contraste sugestivo, con lo mejor, creo, de dos paisajes tan distintos para los ojos y el corazón.

Dejo una selección de la cantata de Murolo. Tal vez le sirve a alguien en las mismas circunstancias.

Pero si pasa que allí donde pueda oírlo no llegara a llover y no volviera a llover jamás, no le hace, créame.

El camino para llegar Nápoles y a lu mare, il sole, le barchette, empieza y pasa por aquí: Razziella, Si tu Nenna m'amave aut'anno, Cannetella, A primmavera, Consiglio a 'na figliola, Lu primm'ammore, A serenate 'e Pulicenella, E palumme, Funtana all'ombra, Zampugnaro 'nnammurato, Ncopp'a ll'onna, Tiempe belle 'e 'na vota.


jueves, agosto 09, 2012

Lara



Del mexicano Agustín Lara casi todo el mundo ha cantado algo y muchos, mucho.

Oía sus canciones cuando chico porque a mi padre le caían muy bien y las hacía con gran gusto. Y, en realidad, como ahora, cualquiera de sus temas y su misma interpretación siempre me han hecho recordar la voz o el silbido de mi padre.

Repasándolo en estos días, se me hace que las interpretaciones de sus propios temas son poco menos que impecables, a mi sabor. Y que -Perogrullo dixit- pocos saben darle a lo suyo lo que él le da cuando lo interpreta.

Por supuesto que están las cosas tan conocidas como Noche de ronda, Solamente una vez o Piensa en mí.

Pero también otras menos fatigadas como Farolito, Tengo celos, Siempre te vas, Cerca o Golondrina.

Entre sus más de 370 canciones, hasta unos cuantos tangos compuso y canta, como Arráncame la vida o Carita de cielo.

Lo oigo ahora y aunque sé que su vida no puede ser más distante y diversa que la de Cole Porter, contemporáneo casi estricto de Lara, me parece sin embargo que puede encontrarse cierto parentesco en la inspiración y en la dicción de ambos y hasta en las melodías.

Pero yo no sé mucho de esas cosas, así que no hay que tomarlo muy seriamente.

lunes, agosto 06, 2012

Colombú



Y ahora, peguemos la vuelta y nos vamos volviendo.

Pero arrancamos en Colombia y no nos vamos de aquí sin pasar por la Provincia y Valledupar.

Y de allí se trae uno a las viejas glorias como Alejo Durán con su Alicia Adorada o El Mejoral. También Fidelina, que es de don Alejo pero que aquí canta Moisés Angulo. O La lira de don Francisco Pancho Rada.

No vaya a salir del Valle, y esto corre por mi cuenta, sin traerse Décimas, La hamaca grande, Lirio rojo, El canté, Volver al valle o La cañaguatera, todo en la voz de Carlos Vives, que hace muy bien esas cosas de allá y menos bien cuando se pone a otras cosas.

Si ya llegó a Ecuador, quédese un momento oyendo a Las hermanas Mendoza Saguarima (nombre artístico de Maruja y Amelia), que hacen esta colección de sanjuanitos ecuatorianos, como los hacían antaño.

Cuando esté de vuelta en el Perú, si baja por Arequipa, tal vez oirá El silencio, este yaraví melancólico que acompaña Nery García Zárate.

Si llegó por fin a Lima, asómese al pasar por la ventana de una casa y oirá unas marineras y resbalosas, como A la mar fui por naranjas, con su resabio de romance.


Largo el viaje, sí.

Repose, cumpa, entonces.

Y hágame caso: búsquese un bonito balcón, sírvase un vino que atardece y oiga sonar Viva el Perú y sereno, el valsecito que canta Alicia Maguiña.


domingo, agosto 05, 2012

Perombia


Es así.

Si uno anda de una parte a otra por el oeste de América, de Perú a Colombia, muchas cosas lindas va a encontrar. Lindas o graciosas o significativas, según se vea (y según los gustos...)

Es posible hacer ese ejercicio más de una vez, en las dos direcciones, y siempre se hará uno de algo que le valga. Hasta pasando por el Ecuador, yo diría, se lleva uno algo para el viaje.

Si está en Perú, por ejemplo, puede oír cosas de Arequipa como este curioso yaravi Palomita, adónde vaís, yaraví tradicional, y tristón como debe ser, pero aquí en una versión de violines que no es canónica.

O mezclarse con Nicomedes Santa Cruz y sus marineras y otros ritmos de Lima, como en Mándame quitar la vida, o en sus músicas de negros, como A mí no me cumbé.

Una rareza también es la versión de María Dolores Pradera y un conjunto canario de esta melodía tradicional, Palmero sube a la palma, que recorre ambos lados del Atlántico -y el medio del mar, como en este caso- y que va de España a Perú, pasando por varios sitios americanos.

Para recordar a la señora de las verduras, dejo esta versión radiofónica de Marineras, resbalosas y fugas de Lima que hace el Conjunto Tradición limeña, para que se vea que las radios sí pasan sus folklores... allá.

Así, de repente, va uno camino a Colombia y en eso que está llegando ya oye sones del requinto tiple. Y lo sonoros que son los nombres de los ritmos que se hacen con el instrumento: bambucos, torbellinos, guabinas, pasillos...

Entonces, para el caso, están los Ariza, varios virtuosos del mismo apellido, que desde hace mucho se lucen con esas 12 ó 10 cuerdas de la pequeña como guitarrica.

Así don Eugenio Ariza con El Tureño. O Jorge, un su sobrino lejano, con Los esteros del Camajuan o Mariquiteña.

Más reciente es Juan Eulogio Mesa que hace Entre Sagamoso y Vélez.

Todas ellas músicas, según dicen, más bien de Santander o Boyacá.

Y con esto dicho, que no es todo, nos estamos volviendo a ver, Dios primero.

jueves, agosto 02, 2012

Peruanita bonita

La cuestión viene con prólogo e historia.

Es peruana -ella y toda la familia que no sé dónde termina- la buena mujer que me vende las frutas y las verduras y especias, huevos y miel.

Buena y sufrida mujer que se ríe de nomás verme entrar al grito de ¡Salud, Perú...!, a lo que sigue toda suerte de bromas cruzadas que se matizan con gravedades de la vida, ocultas tras las pullas, y que hacen de mi colección de acelgas y pomelos, de berenjenas, manzanas y puerros, un festival.

Cierta vez, no hace tanto, el sujeto se puso serio y desde la otra punta del salón de ventas encaró al mostrador.
- Atiéndame, señora: a ver si me explica qué son esas letras de cumbias con las que me está martirizando desde que vengo llegando...
Nomás eso y con media vuelta imperial ordena a una chiquilla que le hace de dependiente: A ver m'hijita, cambie la radio.

Y nos pusimos ipso facto a hablar de músicas y de las populares, especialmente. Y las letras esto y las músicas esto otro.  En el carrito a tiro, impacientes, unas naranjas de ombligo y unas cebollas tintas me miraban como miran las mujeres a los maridos cuando se demoran conversando con el mecánico...
- Pero, doña, póngame música del Perú, por caridad, tan linda que es.
- ¿Conoce?
- Pero, claro, mujer...
Y que esto y aquello. Y que marineras y resbalosas, que Ayacucho y sus guitarras y los andinos y los negros de Nicomedes y los valses, claro que sí..., y así.

Las cebollas, mudas, cabeceaban ya un sueño inquieto con la espera. Las naranjas, en cambio, habían entrecerrado sus ombligos, ceñudas y furiosas, bufando.
- Lo que pasa, don, es que tengo solamente la radio y de eso no hay.
- Malhaya con las radios, mire. ¿Y los dejan así, tan lejos del Imperio (siempre le digo el Imperio, a lo Belgrano, cuando me refiero al Perú, y sonríe oronda...) y sin música y con solamente esa música infame, que ni cumbia es...? ¡Qué vergüenza los paisanos, doña...! No tener una radiecita para sus músicas, como tienen los paraguayos, que tienen  varias...
- De veras, ¿no? Y lo de la cumbia que dice...
- ¡Pero si no es! ¿Oyó las cumbias-cumbias? Las de Colombia digo. Tan graciosas y bien compuestas muchas. Populares, claro, populares... Sabandijas malparidos, vea, como si el pueblo tenemos que ser esa porquería de cosa de las cumbias de acá que si no no somos pueblo...
- ¿Y por qué no me trae de esa otra música? Le digo al chico a ver que consiga un aparato y paso eso...
- Y sí, le vuá traer, qué tanto... Si no la pasa acá, la pasa en la casa y se alegran el día, recordando el Imperio... y así vamos viendo cómo suenan las cosas de verdad en otras partes.

Las cebollas se sobresaltaron cuando el sujeto retomó la ronda de las hortalizas y el carrito arrancó con energía. Las naranjas, como penitencia a la impaciencia, quedaron sepultadas, ahogadas por un anco, tomates, una planta de albahaca y verdeo. Bien hecho.

Y en eso ando, de tanto en tanto desde entonces: colectándole músicas de un lado y otro para regalarle a la buena mujer, condenada espero que no por mucho tiempo a la cumbia bastarda.

Por ejemplo músicas suyas de ella, como estas tres de Alicia Maguiña, algunas con Oscar Avilés a la guitarra, Inocente amor, Celos y Nostalgia. O El pecho se me ha cerrado, de la misma con Los Morochucos.

Como que también por ahí anda la sutil Pilar de la Hoz que dice el huayno Cómo he de vivir sin ti, o el vals Pobre corazón, con aire de jazz en la voz.

Y está Lucila Campos, claro, haciendo Peruanita bonita.

Pero hay más. Bastante.

Y aunque no deje aquí todo lo que hay, falta todavía lo que ya vendrá.

lunes, julio 23, 2012

Durme, durme


Y éstas son las últimas de la serie que vengo viendo y oyendo en este mes de julio.

Durme, durme es una canción de cuna, que algunos hacen provenir de Esmirma, y que traigo en dos versiones, la de Janet y el Ensemble Jak Esim y la de Ana Alcaide, otra vez con instrumentos originales.

Con ese mismo nombre, y otro tema, hay una delicada canción tradicional que canta Yehoram Gaon.

A la una yo nací, la canta Françoise Atlan y Mama, yo no tengo visto, Nitza Termin.

En el final final, Joaquín Díaz canta La esposica.

Y con eso nos vamos.

sábado, julio 21, 2012

Komo la roza

Voy un par de veces más a los cantes de los que venía diciendo, antes de dejar esos asuntos y lares.

Con letra de su madre Shoshana, marroquí, Mor Karbasi hace aquí La hija de la primavera, con la guitarra de J. Taylor.

Matthaios Tsahouridis acompaña a Yasmin Levy que canta Komo la roza, mientras el Ensemble Múdejar secunda a Begoña Olavide en La reina Jerifa mora, un romance tradicional sefardí de Marruecos.

Hay también una de las famosas cantigas Ben pode Santa Maria, que Azam Ali canta en su original galaico-portugués.

Y está, al fin, Hixa mia, asunto sefaradí del siglo XIII, que Ana Alcaide hace con instrumentos de época y un terso acompañamiento de cuerdas. Y no hay más por hoy.


jueves, julio 19, 2012

Romance /2



Nunca segundas partes fueron buenas, dicen. Y habrá que ver si es verdad, no tan rápido, que hay segundas mejores que las primeras y no me haga hablar...

El asunto es que esta segunda parte es tan buena como la anterior, si acaso. Y sin más trámite vayamos a lo que sigue.

Una tarde fresquita de mayo abre la lista festivamente; el Romance del enamorado y la muerte equilibra sentidamente; en otro momento del péndulo el Canto de la vendimia suena bien y da paso al Romance de la infanta suicida.

Dos bonitas piezas cierran esta presentación de don Joaquín Díaz. La pobre Adela es una; mientras, Trigo segaba, la que más me gusta, completa con maestría este sexteto de buenas cosas.


miércoles, julio 18, 2012

Romance


Porque está España a secas, eso se entiende sin que nadie lo diga (ni me lo diga...)

Un poco de España a secas, entonces, que no está tan lejos de donde venimos, y para volver a lo anterior hay tiempo.

Y para que suene España, sonará con Joaquín Díaz.

Perchè? Perchè mi piace.

Y allí viene el hombre, en esta primera parte, con su interpretación de Romance de la loba parda, Blanca Flor y Filomena, Danza prima, Romance del Conde Flores, Romance del prisionero y De la uva sale el vino.

Para los memoriosos entusiastas, aquí les va la yapa con los segovianos del Nuevo Mester de Juglaría y el Romance de la Molinera y el Corregidor. Aplausos.

martes, julio 17, 2012

Morenica

Como creo que pasa con las canciones folklóricas en general, las populares verdaderas, en el caso de estas canciones mediterráneas que vengo diciendo en estos días los afectos y amores se expresan habitualmente con recato y suavidad.

Y, en general también, no está ausente cierta melancolía.

Tal vez sea así porque es más frecuente, hay que decirlo, que el dolor del desengaño o del desamor hagan más canciones que el gozo del encuentro, vaya uno a saber por qué (y no es tan sencillo decir por qué...)

Dejo versiones de tres canciones ahora. Arianna Savall y Nitza Termin hacen Yo m'enamorí d'un aire; mientras la misma Nitza Termin y Mor Karbasi cantan a su modo Puncha la rosa; y la misma Mor Karbasi y Savina Yannatou, Morena me llaman o Morenica, variaciones de una misma letra.

domingo, julio 15, 2012

Mis amour


Y por cierto que hay también los occitanos y los catalanes, claro.

Las versiones tienen sus peculiaridades, hay que decirlo. Estilizaciones, mezclas con otras fuentes (como algo del flamenco), y cosas de fusiones, que le dicen. No desmerecen, a mi paladar al menos.

Vayamos al genovés Fabrizio De André y los provenzales Li Troubaires de Coumbouscuro que cantan Mis amour, un tema tradicional del siglo XIV.

O está la iraní Azam Ali (la misma que canta en 300), que hace este poema A chantar m’er de so qu’ieu non volvria, muestra del más rancio amor cortés, y que pertenece a la exigua colección conservada de la mítica Beatriz, Condesa de Día, trobairitz del siglo XII.

La misma Azam Ali canta Lasse, pour quoi, texto anónimo de la Provenza, del siglo XIV temprano.

Y me voy por ahora con una bonita pieza del cancionero popular de Cataluña, Mal de l'amor, que trae la israelí Yasmin Levy.

viernes, julio 13, 2012

Arvoles lloran por lluvias



Entre otras lenguas o dialectos en torno a Il Mare, siempre me gustó el ladino, su dulzura, su anacronismo. Oírlo hablar, oírlo cantar, en especial, si lo cantan mujeres.

Cosas que pasan, en estos tiempos oigo mucho de algunas de estas músicas del Marenostrum en derredor, de todas épocas. Provenzales, sefaradíes o árabes.

(La advertencia cordial es que puede ir rumbeando a otras partes si no le place, porque haber, habrá. No poco.)

Por ejemplo, estos Arvoles lloran por lluvias, bellísima canción tradicional sefaradí.

Vi varias versiones y casi dan cosas distintas. Recopilo algunas aquí y, si está de buen humor y tiene tiempo, puede elegir entre Nitza Termin, Yeroham Gaon (el único varón, para matizar), Françoise Atlan o Dorit Reuveni. Todas distintas y muy, en sus ritmos y dicciones. Unas me caen mejor que otras pero muestran la variedad.

Ahora, si usted me pregunta, lo que es a mí, me gusta -y no me pregunte mucho por qué- una versión para nada canónica, la de Mor Karbasi.



viernes, junio 29, 2012

Maria di Lammermoor



Casualidades gloriosas de la vida. Se me cruzó afortunadamente. Y apenas oí una de las arias, con eso fue suficiente: salí a buscar con furor a la Callas haciendo por todo el mundo y en cualquier momento a la Lucia di Lammermoor de Gaetano Donizetti.

Difícil apartarse de ella una vez que suena su voz.

Yo entiendo lo que dicen por allí sobre María Callas y esta ópera. Pero no es solamente el que con su interpretación a partir de los '50 -y más de 100 años después de estrenada- haya revivido y recreado, como aseguran, una ópera que estaba destinada a destrezas de sopranos virtuosas y no mucho más. Todo eso, digo yo que no sé nada, es cosa de melómanos y eruditos de las escalas y trenos, claro que muy respetables sus aficiones y sus quisicosas (si la Callas de Berlín o la de Milán, si la del '53, la del '56 o las '59...) 

(Para los que nunca se cruzaron con esta ópera, dos palabras: una especie de Romeo y Julieta con el mismo final terrible, pero ahora -y en la imaginación del romántico Walter Scot, autor de la novela de origen- entre clanes escoceses rivales en el siglo XVII. Lucía y Edgardo, son los protagonistas. Y punto.)

Lo mejor es oírla.

En mi entusiasmo, dejo una seleccción hecha a la carrera y tengo para ofrecer algunos fragmentos de cada uno de los tres actos.

Del acto primero, Regnava nel silenzio...Quando rapito in estasi (1959). Después, Sulla tomba che rinserra, con Ferruccio Tagliavini y Piero Cappuccilli (1960) y Verrano a te sull'aure... con el mismo y brillante Ferruccio Tagliavini (1960).

Del segundo acto, Sconsigliato... Esci, fuggi (1955), con Giuseppe Zampieri, Nicola Zaccaria, Mario Carlin, Luisa Villa. También Chi mi frena in tal momento, famoso sexteto de la obra, un clásico, (1955), aquí también con Giuseppe di Stefano, Rolando Panerai, Nicola Zaccaria, Giuseppe Zampieri, Luisa Villa y el Coro de la Scala.

Ya en el acto tercero, aquí está Il dolce suono mi colpì di sua voce (1953), la que dicen que es la escena de locura más afamada de cuantas óperas hubo. Y es la de la locura de Lucía cuando conoce la desgracia de su amado Edgardo, de quien la alejan con saña.

Sigue Ardon gli incensi (1953), una especie de continuación de la escena de la locura de Lucía y a la que, a su vez, poco después le sigue la caballeta Spargi d'amaro pianto (1959).


Como ven, y para los paladares negros, dejo los años de las versiones y que no se pida ni un solo dato más.

miércoles, junio 27, 2012

Casi

¿Existirá eso? ¿El casi? ¿Qué será ser casi?

Por ejemplo, el casi folklore.

No sé eso.

Me gustan los uruguayos, con sus más y sus menos, claro.

Jorge Drexler, si vamos al caso. Tiene eso que tienen muchos uruguayos músicos que es, diría, cierta creatividad sobria, solvente.

Muy bien.

Ahora, con todo y eso, ¿existirán la casi zamba, la casi baguala, el casi chamamé, o cosas así?

No sé.

Dígame usted si sí o si no: Soledad, La aparecida, El valle de la leña amarilla y Camino a La Paloma.

¿Qué son? ¿Son casi?


viernes, junio 22, 2012

Corazón libre

Estimada audiencia: attenti!

Esto que viene es una especie de experimento o, mejor, un ejercicio o ensayo.

Empecemos.

Rafael Amor es un acreditado autor y cantor testimonial, comprometido, progresista, de izquierda, zurdo o como mejor le plazca mentarlo.

Hace poco, lo traje aquí a propósito de La Tangués una canción suya que canta Edith Rossetti.

Muy bien.

Ahora vuelve con este tema, conocido: Corazón Libre. En esta versión, a guitarra pelada, lo canta en vivo en un programa de folklore que conduce Jorge Suligoy, a dúo con éste.

Claro que Mercedes Sosa grabó varias veces la canción, también a dúo con el autor, aunque hay una versión suya que me gusta más que las demás.

La canción es algo famosa y á gauche, el progresismo, la izquierda, los comprometidos (sigue el etc.) la tienen por un emblema (ni qué decir que va como anillo al dedo para ponerla de música de fondo de propaganda militante, pero que está, está...)

Y así siguiendo, cosa que le ahorraré a mi paciente audiencia.

Las razones que hicieron que el autor la compusiera quedan para después y realmente no importan ahora a estos efectos.

Lo que ahora quiero saber y entender -y en esto consiste el ejercicio que pido me acompañen a hacer- es qué tiene de progresista esta pieza, qué tiene de izquierda o de compromiso.

Música y letra, letra sola, como le venga mejor.


Voy a esperar un tiempo. Vamos a ver y a pensar y después habrá que ver a dónde llegamos.

jueves, junio 21, 2012

Socavón


Quiero traer algo más del Dúo Socavón que estuve oyendo en estos días. Hicieron que pasara más de un buen rato y eso hay que agradecerlo a la delicadeza y finura de sus interpretaciones, sin estridencias pero con carácter. Buenas guitarras, buenos instrumentos, buenos arreglos. Y una sobriedad de las que no se alquilan.

¿Cómo será que no aprenden, los que dicen algo, que hay que oír más lo que dicen y no a ellos tanto? ¿Cómo se hará para que la interpretación no se interprete a sí misma antes que nada? Mire que he oído gentes cantar... Pocas veces me pasó que haya podido oír serenamente lo que cantaban, porque de habitual se me ponían en el medio los intérpretes. ¿Estará bien esperar, querer que el que dice no esté diciéndose todo el tiempo? ¿Eso querrá decir al fin de cuentas que "el estilo es el hombre"? Muchas veces las voces de las mujeres, por ejemplo, tienen algo especial que hace que uno no quiera oír la canción sin la voz, sin esa voz. Sí, claro. Pero aún en esos casos hay un arte raro e infrecuente: dejar que la voz sea personal, sin que me obligue a cargar con la persona a la rastra. Y eso lo pueden pocas, muy. (Y así es como se ensarta más de uno, vea...)

Por eso.

Patios de la casa vieja es zamba y esta recopilación, sólo instrumental, El 1024, es un gato. La guampada es famoso y gracioso chamamé. Y El violín del violinero (un homenaje a san Francisco Solano) es un escondido.

Dejo para el final esta canción Cuando estoy triste. La voz de Emilio Martínez, a mi sabor, le da al tema reminiscencias de chanson française, mire lo que le digo. Raro, ¿no?

miércoles, junio 20, 2012

Una de dos

Porque es una sola zamba que aquí canta el Dúo Socavón.

Es del Negro Álvarez, cosa de cordobeses, de Traslasierra, y está dedicada a un patriarca del folklore de aquellos lares que supo vivir en Villa Brochero: don Abraham Funes.

Se llama Patio de nogales.

La zamba tiene su historia en la hospitalidad de aquel hombre que a cualquier hora recibía a sus amigos, bajo los nogales de su patio, y sin que importara la hora les preparaba un asado y cantaba con ellos, pese a su edad y salud. La doña Victoria que se menta era la novia de este viudo de más de 80 años, que se enojaba con los amigotes porque se sacaban el gusto de cantar con el maestro, y creo que hasta a él mismo regañaría, que se sacaba el gusto de cantar con ellos entre vinos y charla hasta que las velas no ardieran.

jueves, junio 07, 2012

Guitarra, voz y bandoneón


Y otra vez la voz de esta niña que decía.

Por lo pronto, su versión de la Milonga baya es delicada pero tiene carácter.

Y, después, esto que ya decía la vez pasada: La tangués, una descripción de algo muy difícil de manear, que compuso y canta Rafael Amor.

Ayer, casualmente, un colega me decía de su angustia por explicarle a los adolescentes qué era el tango, y su ansiedad, mayor aún, porque llegara a gustarles y llegaran a gustarlo.

Difícil, vea, muy pero muy. Hay que tener años. Y tiene que haberte pasado algo, siquiera la vida, para que se apareje uno con el tango. ¿Haber sufrido? Puede ser, no necesariamente. Muchos han sufrido, más que lo que el tango requiere, y no lo quieren nada. Castellani, por ejemplo.

Pero es verdad, creo, que hay un pathos que exige el tango, lo reclama como una contraseña. Y si no le hay, no le hay.

Creo que Amor hizo el esfuerzo de asir lo insasible y no le salió mal.

Pero.

Es difícil la tangués...




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De un asunto de Rafael Amor tendré que hablar aqui o en otra parte o en ambas, que es tanto música como otras cosas.

domingo, junio 03, 2012

Una voz

No sabía nada de ella hasta que un cumpa amablemente me regaló un trabajo último (y yo sin saber nada de los primeros...)

Allí nomás vino a pasar que regalé el regalo a uno de los de casa que cumplía sus años ese mismo día. Bien hecho, después de todo: los bienes del espíritu se multiplican cuando se dan.

Antes, claro, me quedé con la música. Porque esto es bueno como música, digo yo, que no sé nada de eso.

La niña en cuestión se llama Edith Rossetti, así como lo oye. Y dejo aquí algunas de las cosas que me gustaron más: Coplas a Claudio RamiroEl violín del monte, el vals Maldición (casi doliniano...), y las norteñas Vientito de Achala y Verde romero.

Hay una más que tiene su asunto. Pero, eso queda para la otra vez, que no es ahora.

Digo que no la conozco y digo que, más allá del buen gusto y los arreglos impecables y todo eso, es para mí apenas una voz.



Pero, qué voz...

jueves, mayo 31, 2012

Um outro Brasil

Nunca fui muy lejos por la vereda brasileña. No sé por qué, nunca llegué muy lejos.

Portugal y su lengua siempre me gustaron. Con Brasil y la suya, nunca pude (y si oye esto una querida colega de aquellos lares, me retira el saludo, supongo...)

Tampoco ha de decirse que nada de nada, por supuesto. Siempre encontré algo que me valiera.

Ahora, y ya que no se me da por recorrerlo en el espacio, anduve andándolo por el tiempo. Y así fui a dar, curioseando, con unas cuantas composiciones del siglo XVIII, la mayoría, y unas pocas de después, pero de apenas después, porque no pasan de mediados del XIX.

Y aquí están.

Marcos Portugal, lusobrasileño, hizo estas dos, Ah! Marilia que tormento / Os mares minha bela, que suenan juntas. También suya es Cuidados, tristes cuidados y, con Domingo Caldas Barbosa, Você trata amor em brinco.


Por su parte, A paixão que sinto en mim es de Joze Maurizio y De mim já se não lembra es de Antonio Jose da Silva; así como Estas lágrimas sentidas es de Joaquim Manoel da Câmara y Lá no largo da sé velha de Cândido Inácio da Silva.

Mientras, quedaron anónimas para la historia, por ejemplo, Acaso são estes, Quem ama para agravar o Meu amor, minha sinhá.


Para salir de aquí, creo que Casinha pequenina, por Alice Ribeiro, es una magnífica puerta. Dicen que la canción tiene autor desconocido y que se grabó por primera vez en 1910, aunque se estima más antigua. La composición pertenece a un especie típicamente popular de canción brasileña de tema amoroso, la modinha. Aunque aquí la canta una mujer, sus versos son para ser dichos por varón.

Tu não te lembras
da casinha pequenina
onde o nosso amor nasceu?
Tinha um coqueiro do lado
que coitado de saudade,
já morreu.
Tu não te lembras das juras,
oh, perjura,
que fizeste com fervor?
Daquele beijo demorado,
prolongado,
que selou o nosso amor.

viernes, mayo 25, 2012

Pingos


Atahualpa Yupanqui le puso música a estos versos de Carlos 'Cacho' Castello Luro, en los que, dicen, hay nombrados 54 pelajes de pingos de la pampa:
Pelajes Entreverados

Tuve un lindo doradillo,
salió de un monte con puerta;
medio charcón, lista tuerta
y apenitas de colmillo.
Por lo blanco en los codillos,
era mi flete lagarto,
recio de encuentro y de cuartos,
como venao de ligero:
ni lo veían los rayeros,
de ganar ya estaba harto.

Se lo llevó el romerillo
por emprestarlo una vuelta,
ya no arrebata más sueltas,
se apagó mi doradillo.
Hoy tengo un chuso tordillo
de los llamados sabinos
y como buen argentino
no me podían faltar
dos gateaos para mudar:
uno rubio, otro barcino.

Un flor de gateao tiznao
me sacó de mil apuros
marca de Remigio Luro,
me lo habían regalao.
De ahí procedía un bragau,
un tostao, un lunarejo,
un zaino mula ya viejo,
un anca mora, un barroso,
y un lindo palomo brioso,
un nevao y un azulejo.

Amancé unos testerilla,
cabos negros, varios moros,
mala cara, sangre i' toro
y un rosillo mascarilla,
un colorao gargantilla,
un picasito lucero,
un rosao, un zarco overo
y, como suebra pincel,
tuve un zaino negro argel
y un tubiano pescuecero.

Sé distinguir un trabao,
un pico blanco, un lobuno,
anca nevada y cebruno,
rosillo moro y cruzao,
maneao de atrás, el fajao,
raya i' mula, el media res,
mancha, pintao, yaguané
rabicano y por si salvo:
uno, dos, tres y cuatro albo,
bien calzao y pangaré.

A los bayos no los mato;
naranjos, blancos, rodaos,
pampa, ruanos, enceraos,
el canario, el huevo i' pato
y pa' dir cerrando el trato:
llueve y no llueve es la menta,
me he referido al tormenta,
pa' muchos entrepelao.
Y si de algo me he olvidao,
vayan sacando la cuenta.

Así que saquen la cuenta.


Mientras vamos sumando, Alberto Merlo, que sabe, dice cosas de El doradillo mentao, El lunar de mi tropilla, El alazán y se va con el triunfo del juego nacional, El Pato. A su modo, don Argentino Luna, al aire libre, hace El oscuro patas blancas, mientras el payador Carlos Ramón Fernández recita El tordillo de la historia.

Para final, dejo El moro. La grabaron Carlos Gardel y José Razzano en 1918 con la orquesta de Firpo. Gardel hace la segunda voz, fíjese usted. Y la letra, digo yo, es una simple sextina que es una delicia por mil razones.

Indio, volvéme mi moro,
que me has llevado la vida.
Mi bien, mi único tesoro,
yo te daré mi querida,
mucho mejor que el oro.
Indio, volvéme mi moro.

Y así, entre las patas de los pingos, pasó el 25.


sábado, mayo 12, 2012

Osiris

Aquí están, por ejemplo, todos ellos: Carlos Di Fulvio con Domingo de agua; Eduardo Falú con Tiempo de jacarandá; Los olimareños con Corrales de Algorta; Jorge Cafrune con El peón recorredor; José Larralde con Canción secreta y los uruguayos Amalia de la Vega (emblema de la música de la Banda Oriental, en otros tiempos), haciendo Como yo lo siento y Alfredo Zitarrosa que hace las Décimas a Jacinto Luna.

Tienen en común que cantan versos y músicas de Osiris Rodríguez Castillos. Buen compositor es el uruguayo. Tiene buen gusto y sabe lo que hace. Que sea hombre de las izquierdas orientales y se lo tenga entre ellos como vacasagrada de esas veredas, no se nota cuando hace lo que mejor sabe. Y no que de a ratos no cuente la historia y algunas historias según se ven las cosas si uno anda escorado y rengo de una pata.

A mí me gustan muchas de las cosas de Rodríguez Castillos. Las que le pertenecen a él. Las otras, creo, le pertenecen más bien al Partido, por decirlo de algún modo, entonces son menos suyas y me gustan menos..., y discuta si tiene ganas, pero resulta que así es.

Me gusta, por ejemplo, que haya gastado buena parte de su vida en hacer una guitarra que sonara como él quería. Es suyo, además, el tantas veces oído Romance del Malevo, que hizo famoso a un perro cualquiera, pero otro día le cuento...

Murió en 1996, tenía unos 71 años.

Así como la lista del principio, hay pelotones enteros de gentes de canto que le han cantado sus asuntos. Y creo que, en este caso, la variedad y el número de los intérpretes es prueba de que el hombre tenía sus calidades. Dicho sea de paso: me entero de que no conoció la música que Falú le había puesto a su Tiempo de jacarandá.


Y hasta aquí llego hoy. Para ir terminando, dejo al propio Osiris diciendo lo suyo en La huella del rastreador, La galponera, Poncho Negro y El camino de los quileros.