viernes, octubre 28, 2011

Hana




Saben los entendidos que Okinawa, el reino Ryukyu independiente del Japón hasta los Meiji, en 1879, tiene una música propia que dicen es la más bonita del archipiélago nipón. No extrañaría que fuera así, porque tiene aspectos notables las gentes de aquellos lares.

Dejo aquí una canción tradicional, Hana, que hace Rimi Natsukawa. Hace algunos meses, el amable Manuel me hizo conocer una versión mucho más actual y potente de esta pieza. Ahora la dejo también interpretada en kokyu, una especie de violín. Hana, para los que quieran saber, significa flor y la canción, precisamente, exhorta a florecer, más allá de las, penas, las lágrimas y las vicisitudes.

Otra canción “floral” de Okinawa, Chinsagu no hana, queda aquí con los arreglos del compositor Ryuichi Sakamoto. El texto es casi infantil. Una niña agradece a sus padres insistirle para que se aplique a aprender: lo que aprendemos arraiga en nosotros más que un árbol en la tierra y es más que las constelaciones del cielo.

El mismo compositor e intérprete arregló para instrumentos tradicionales el Adagio para cuerdas de Samuel Barber, que aquí queda.

jueves, octubre 27, 2011

Boa viagem /2

Habrá que ir volviendo: nada es para siempre.

Volvamos por el tiempo arriba, entonces, porque no todo es distancia. También hay tiempo.

Que sea con estas Mágoas de um violão, que hace el afamado Dilermando Reis, compositor y guitarrista. Y con este Abismo de rosas, suyo en la ejecución también.

Y ya nos vamos de esta veredas con Yamandú Costa a la guitarra, ahora con el viejo Dominguinhos al acordeón, que hacen este choro tradicional de Waldir Azevedo, Pedacinhos do Céu, que el autor dedicó a sus hijas.

miércoles, octubre 26, 2011

Boa viagem

No es poco para un viaje, al contrario.

Pero me barrunto que, si mis caminos son lo que han sido, éste es el único tipo de viaje que haré por el Brasil.

Y allí vamos.

De la mano de dos guitarristas refinados, el joven Yamandú Costa y el anciano Valter Silva, podemos recorrer Con mais de mil, Dengoso, Tempo de Criança y Tua imagem .

No sé cómo ve, pero creo que, para un día de camino, es suficiente.

martes, octubre 25, 2011

Il XVII

Algunas muestras más del XVII italiano, que también acompañan bonitamente las horas y labores.

Nuevamente Stefano Landi, esta vez con Canta la cicaletta, en la que los versos dicen el deseo feliz de poder morir cantando, como la cigarra.

Una pieza anónima -atribuida a Sigismondo d'India-, Sfere, fermate en la que, en el tono de la poesía cortés, la amada es el paraíso incomparable con las revoluciones del cosmos, los cantos de las aves ed altre tante cose...

Volviendo a los oratorios de Antonio Caldara, un aria de Maddalena ai piedi di Cristo, Per il mar del pianto mio, en la que la soprano María Kiehr, diría un servidor, realza la belleza lacerante de la partitura.

Ya por cuenta del suscripto, y como yapa, un agregado siciliano tradicional, Silenzio d'amuri, en la áspera lengua de la isla, que, sin embargo...

lunes, octubre 24, 2011

Pocos y mal armados

Se llamó Carlos Gerardo González Domene, este mexicano de fama en su país que componía y cantaba canciones que diríamos románticas.

En septiembre de 2006, antes de morir al año siguiente, compuso y grabó una breve y última canción ranchera, dedicada a los Cristeros.

domingo, octubre 23, 2011

Fuego...

En realidad, estaba detrás de unos corridos cristeros de los que había perdido el rastro. Y encontré otra cosa, así pasa.

Y eso porque fui a dar a un lugar impensado.

No tengo idea de dónde sale esta música. ¿Alguien lo sabrá y lo dirá?

Pero me quedé mirando el asunto, por otras razones.

Un día, quizá dentro de no tanto, tal vez vuelva a oírse al fondo de cualquier música: “Pelotón, preparen, apunten… ¡Viva Cristo Rey!... y fuego”.

jueves, octubre 20, 2011

Vidalita



No sé cómo podría ahora haber más sol y primavera aquí. Y no podría.

¿Qué hace entonces esta humilde Vidalita de la lluvia, que con sencillez garúa en el aire el surero don Víctor Velázquez?

Vaya uno a saber.

Tal vez me la haya cruzado para que me sirva de memoria y me recuerde que triste es el mal. Y no la lluvia.

martes, octubre 18, 2011

Opera proibita

En el siglo XVIII, la ópera estaba prohibida en Roma. Hubo sin embargo compositores que, con la venia de algunos cardenales, componían oratorios que apenas, en algunos casos, alcanzaban a disimular que eran en realidad… óperas.

En 2005, Cecilia Bartoli grabó un conjunto de arias que proceden, precisamente, de estos oratorios. Y elegí uno de Antonio Caldara dedicado a santa Francesca Romana para el que compuso esta aria Si piangete pupille dolenti, que la Bartoli hace con tanto sentimiento.



Para esa misma época, el napolitano Pietro Domenico Paradisi componía una vigorosa y a la vez refinada Tocata en La para arpa y cuerdas.

Les quedo muy agradecido a los tres.

lunes, octubre 17, 2011

Bisogna morire


Al romano Stefano Landi se le atribuye esta Passacaglia della Vita, música del siglo XVII, de espíritu algo oscuro, si se mira con cuidado, aunque muy de su tiempo.

Tres versiones dejo aquí y elija la que más le guste. Una con el contratenor belga Steve Dugardin, otra con Marco Beasley y una más con Angelo Branduardi, en una recreación que tiene como detalle creativo un ritmo de reloj de fondo que puede volverse inquietante, si uno le presta demasiada atención.

El texto que cantan, son versos que dicen algo que el barroco ha repartido por todas partes, con su pulsión irrefrenable: tempus fugit.

Ha dicho casi lo mismo Virgilio, es verdad, en el libro III de sus Geórgicas, amonestándonos por no darnos cuenta de que el tiempo huye irreparablemente mientras nos desvela y distrae nuestro amor por las pequeñeces:
Sed fugit interea, fugit irreparabile tempus,
singula dum capti circumvectamur amore.

Pero. Barrocos son barrocos y tienen otro interés y tienen otro talante. Lo que no quita, por cierto, que la pieza tenga su belleza.

A veces, con bastante frecuencia, se ha confundido ese espíritu barroco con el cristianismo, como si fueran sinónimos ser cristiano y ser mensajero de malas noticias. Pero ese asunto no es para estas páginas.


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Passacaglia della vita

O come t'inganni
se pensi che gl'anni
non hann'da finire,
bisogna morire.
E' un sogno la vita
che par si gradita,
è breve il gioire,
bisogna morire.

Non val medicina,
non giova la China,
non si può guarire,
bisogna morire.
Non vaglion sberate,
minarie, bravate
che caglia l'ardire,
bisogna morire.

Dottrina che giova,
parola non trova
che plachi l'ardire,
bisogna morire.
Non si trova modo
di scoglier `sto nodo,
non vai il fuggire,
bisogna morire.

Commun'è il statuto,
non vale l'astuto
'sto colpo schermire,
bisogna morire.
Si more cantando,
si more sonando
la Cetra, o Sampogna,
morire bisogna.

Si more danzando,
bevendo, mangiando;
con quella carogna
morire bisogna
La Morte crudele
a tutti è infedele,
ogni uno svergogna,
morire bisogna.
E' pur ò pazzia
o gran frenesia,
par dirsi menzogna,
morire bisogna.

I Giovani, i Putti
e gl'Huomini tutti
s'hann'a incenerire,
bisogna morire.
I sani, gl'infermi,
i bravi, gl'inermi,
tutt'hann'a finire
bisogna morire.

E quando che meno
ti pensi, nel seno
ti vien a finire,
bisogna morire.
Se tu non vi pensi
hai persi li sensi,
sei morto e puoi dire:
bisogna morire.