lunes, diciembre 19, 2011

La linda



Le dicen así y será, si así lo dicen, que sus motivos tienen.

Ya con eso solo, es cosa de darse una vuelta larga por los callejones y los boliches de Salta, a ver si es cierto que se encuentra uno al Cuchi Leguizamón cantando su Zamba soltera, o la del carnaval. Con suerte, consigue uno que le explique, en la Zamba del pañuelo, lindezas criollas que valen.

Con tiempo -porque es tiempo lo que sobra ahora-, todavía puede uno topárselo a un Jaime Dávalos joven y oírle cómo canta Sirviñaco, o ver cómo se le da por hacer poesía con La baguala o cantarle una serenata a Macacha Güemes.

¿Quién le dice?

domingo, diciembre 18, 2011

Lipán


Y ya que andamos por el Norte, y en buena compañía, se me hace que va siendo tiempo de traer por aquí a Tomás Lipán.

Un carnavalito, Soy de la Puna, es una buena presentación, que sigue siguiendo con Demasiado corazón.

Me gusta esta Tonada para Remedios, boliviana, y esta otra, Volviendo al valle, de Arias Paz.

Ya terminando, que el viaje es largo..., es claro que una zamba no puede faltar y entonces dejo La yaveña.

Pero, un momento: antes de irme de nuevo pa'l Norte, dígame si ésta que le dejo en adivinanza no es como si le dijera la zamba por antonomasia.

Y buenas noches, compatriotas, como diría Yupanqui.

sábado, diciembre 17, 2011

Mercedes

Dije ya alguna vez que la Mercedes Sosa de los últimos años me gustaba, y no sólo más que la otra porque la otra más bien no me gustaba, aunque era cosa de familia elogiarle el registro y la sonoridad. En fin, cosas de músicos. Allá ellos.

Por mi parte, y para no entrar en discusiones que no puedo pagar, aquí dejo un pequeño recital de algunas cosas de folklore que elegí de sus trabajos finales.

Para iniciar, de Marcelo Perea, Lapachos en primavera.

El Romance de la luna tucumana, de Yupanqui, lo hace aquí con Juan Quintero y Luna Monti.

De Nahuel Porcel de Peralta, sigue Y la milonga lo sabe. Y de Demi Carabajal, La simple.

Viene después Como flor del campo, de Raúl Carnota.

Y dos del Cuchi Leguizamón: con versos de Armando Tejada Gómez, hace la Zamba del laurel (aunque aquí, y se nota, no es la última Mercedes...); al fin, y con los versos de Manuel Castilla, la Zamba de Agramonte, acompañada por Alberto Rojo.

viernes, diciembre 09, 2011

Bocelli



Hay quienes discuten. No es mi caso. Bocelli es Bocelli. Y punto.

Aquí queda con el Lamento di Federico , de L'Arlesiana de Francesco Cilea, linda historia.

También diría que hay que oírlo en la romanza Una furtiva lacrima, de L'elisir d'amore de G. Donizetti. Y en la infaltable Santa Lucia luntana .

Me hace gracia esta I love Rossini , tanto como me gusta oír 'O mare e tu, con Dulce Pontes.


Y que discutan otros.

sábado, diciembre 03, 2011

A paghjella



Es canto corso. Se llama cantar a paghjella, técnica tradicional, elaborada y difícil para tres que se van enhebrando en una voluta de voces.

Una tierra de montañas, áspera, en el cruce de todos los caminos de Il Mare, tiene que dar cosas así.

Los que cantan son parte de un conjunto vocal corso bastante afamado, A Filetta.

No soy muy amigo de incluir videos aquí, pero este caso lo ameritaba: ver este tipo de canto parece que ayuda a entenderlo.

lunes, noviembre 28, 2011

Dulce

Me enteré hace poco de que los cabrones de la Unesco descubrieron que los mariachis y el fado portugués merecen ser ungidos como patrimonio de la humanidad (con ese lenguaje pomposo la distinción presunta desmerece bastante...)

Creo que el asunto reclama un desagravio firme e inequívoco.

Por eso.

Dejo aquí a la portuguesa Dulce Pontes, excelente voz del nuevo fado, cantando en eúscaro Maitia, nun zira? , una canción tradicional vasca. La trikititxa de Kepa Junkera acompaña a la portuguesa inmejorablemente, diría yo.

Para completar el acto, en solidaridad, el coro Oldarra hace lo propio. Y, a mayor abundamiento, un par de, presumo, vascos del otro lado de los Pirineos, a capella y en una tonada naïf, hace la letra larga.

La canción es la nostalgia del amante que quiere saber dónde está su amada (maitia, nun zira?, ¿amada, dónde estás?), a quién un padre celoso apartó para siempre de su lado, mientras él recuerda las promesas que, no una vez sino dos, ella le hiciera.

Listo.

Y para que nadie diga que no se enteró, con solamente agregar una Lágrima de la Amália inmortal y otra -la misma...- de la propia Dulce, estamos a mano.

Por el momento, doy por vengada la ofensa global que le hicieran al fado.

domingo, noviembre 27, 2011

Alexis



Me fui. Este calor pampa no es humano.

No para los hombres que miramos el desierto ardiendo, desde Il Mare, con rosmarino en la sangre y albahaca en el cuore.

Entonces uno se quiere ir a Creta. Y se va a Creta.

Y se encuentra en la playa, al mediodía, con Alexis Zorbas, que baila sirtaki y enseña a bailar. Apenas un poco más allá, junto a una barca que espera salir al anochecer, aparece Haris Alexiou, que canta Stróse tò stróma sou gia dúo y enseña a cantar.

¿Qué? ¿No le gusta Creta? ¿De veras?

No se preocupe: yo sigo viaje.

Pero, antes de volver, un minuto nada más, me cruzo de orilla y me entretengo con dos versiones de Così celeste, de Zucchero: una con Luciano Pavarotti, la otra con el argelino Cheb Mami, que canta su parte en árabe a su modo raï.

¿Tampoco? ¿No? ¿Nada de Il Mare y sus alrededores?


Mire, no haga ningún esfuerzo.

Si no es para usted, deje nomás.

Lo que es a mí, todavía me queda rondando por el garguero el sabor del retsina fresco y claro y en la boca el perfume de esas mínimas olivas negras con orégano y menta..., y con eso voy tirando.

Que ande bien.

jueves, noviembre 17, 2011

Otros tiempos

Existe una colección de tres discos que se llama Time of the Templars, con una cantidad variada de músicas eclécticas que se agrupan en tres rubros Music for a Knight, Music of the Church y Music of the Mediterranean.

Hay de todo allí y para gustos distintos. Por mi parte, y del primer disco, tomé tres composiciones que me llamaron la atención.

Una estampida seguida de otra danza, Lamento di Tristano/La Rotta, que es música de danza anónima del siglo XIII, tal vez XIV italiano.

Un ejemplo a cuatro voces de la primera polífonía de la Escuela de Notre Dame, Notum fecit, que esta vez curiosamente tiene autor conocido Pérotin, y que es música de fines del XII, principios del XIII.

La tercera es una canción de cuna sefaradí española, anónima y sin data, que se llama A la nana.

miércoles, noviembre 16, 2011

Luciano

No sé si todo el mundo sabe de la existencia de Giovanni Battista Bononcini. Boloñés de Módena (como Luciano), vivió a caballo del XVII y del XVIII y es un difusor destacado del estilo napolitano, cosas de la vida. Murió pobre en Viena.

De su pluma salió la famosa Per la gloria d'adorarvi, que es aria de uno de los personajes masculinos de su ópera Griselda. Como con otros, la ópera estrenada en Londres en 1722 es poco frecuentada y el aria muy conocida.

El libreto sigue un cuento del Decamerón de Boccaccio, La paciente Griselda.

Durante sus años en Londres, Bononcini tuvo una vida agitada: además de competir furiosamente con Händel, tuvo problemas con la ley por una acusación de plagio que lo obligó a irse de Inglaterra.

Luciano Pavarotti grabó varias veces esta aria. Esta vez, con la orquesta del Teatro Comunale di Bologna, le salió muy bien.

martes, noviembre 15, 2011

Cecilia

Giovanni Paisiello es un compositor nacido en el sur de Italia en el siglo XVIII y muerto a principios del XIX en Nápoles.

Representante destacado de la escuela napolitana y muy famoso en sus años, trabajó para Catalina en San Petersburgo y para Napoleón en París, entre otros asuntos. Escribió más de 100 óperas, y entre ellas un Barbero de Sevilla, que al fin quedó relegado por la fama del que firmó Joaquín Rossini.

Hay entre sus obras una Nina o sia La pazza per amore, estrenada en 1789. Pocas veces se la ha oído completa y casi no se encuentran registros.

Lo que sí hay es varias grabaciones de una cavatina de la ópera: Il mio ben quando verrà, que son los versos con los que Nina, la protagonista -enloquecida por la ausencia de su amado que ella cree muerto en un duelo-, entra en escena.

Por un (quién sabe cuánto) tiempo, estaré lejos de esta versión de Cecilia Bartoli.

Así que, dejemos que suene en el mientras.

lunes, noviembre 14, 2011

Rodríguez

Si todavía estuviera andando por este valle, Mingo, mi padre, cumpliría 90 años este mes.

Mientras viajaba en estos días por las sierras sureras de la provincia, estuve pensando qué le regalaría, que le habría regalado, teniéndolo a mano para un festejo.

No era tipo fácil para los regalos, viera usted. Para nada. Refinado pero austero y sencillo, no era fácil regalarle. Y creo que muchas veces era mejor no.

Música sí, ve: eso sí.

Y por allí fue que se me ocurrió enhebrarle canciones de uno de sus preferidos en folklore: el Chango Rodríguez.

Y aquí se las dejo, con aspecto de disco, para que las vaya oyendo, agora que con inmortales pies pisa y mide el cielo, que diría Garcilaso.

Feliz cumpleaños, Mingo. Y que aproveche.

1. Volviendo
2. Chumao i'cantar
3. Vidala de la copla
4. Zamba de un chango
5. Por necesidad
6. Chacarera de las Ponce
7. De Simoca
8. Gaviota de puerto
9. De mi madre
10. Mi viejo Tucumán
11. El Pampa Pedro
12. Prohibido
13. Cabeza Colorada
14. Serenata del estudiante
15. Zamba de abril
16. Del apalo
17. La refranera
18. Del mote
19. Mi luna cautiva


martes, noviembre 08, 2011

Sto core mio

Oí a Roberto Murolo hace muchísimos años, por primera vez.

Cantaba estas canciones napolitanas antiguas que dejo aquí en su homenaje. Las llevo en el corazón, me son propias. No he dejado de oírlas en todos estos tiempos, porque se me hacen sin fatiga, siempre frescas.

Son sencillas y los versos apenas si dicen una sola cosa, en la mayoría de los casos.

En Sto core mio, dice que si este corazón mío fuese de diamante, podría soportar tanto dolor como el que lo aqueja cada hora.

Aquí, en Comme da lo molino, el corazón se consume de amor por la niña, así como el grano es molido bajo la piedra.

En Villanella ch’all’acqua vai, el joven dice a la muchacha que va al mar que muere por ella sin que ella se entere.

Algo más compuesta es Chi la gagliarda, donne vò 'mparare, donde los finos maestros de danzas, le ofrecen a las mujeres su oficio para aprender a bailar una gallarda.

En La nova gelosia, el amado le pide a una ventana nueva y luciente, que está escondiendo a su amada, que le permita verla, si no él morirá.

Pícara y más elaborada es La Cammesella, finalmente. Un diálogo de pura coquetería mutua entre los recién casados. Él, fingiendo que se irá si no lo hace, le pide a ella que vaya quitándose una a una las prendas de su atuendo de novia, que se ve no eran pocas, a lo que ella accede cada vez sin reticencia. Por último, le pide un beso que no le es negado. Cada vez, Ciccillo, el novio, bendice a la madre de la novia por haberla casado con él.

lunes, noviembre 07, 2011

Suomi


Es palabra no fácil de rastrear, pero así se llama la Finlandia de los mapas en suomi (ahora con minúscula), que es la lengua nativa y antigua. Y como va viniendo más cálido el tiempo estos días, un paseo por esas latitudes siempre es refrescante.

Hay allí una acordeonista, Maria Kalaniemi, que hace un folklore finés renovado, pero muy sugestivo.

Ängskärsmenuett, por ejemplo, es una pieza (dos en una, en realidad) que compuso el finlandés Timo Alakotila y que aquí viene acompañada por el grupo Troka.

Para hacerse alguna idea más completa, también pueden oírse Täihdet Taivahalla, melancólica y nórdica, o Skymningspolskan.

No se aceptan reclamos, pero, ya con dejos nítidos de jazz y otras melodías, aunque todavía con su base folklórica, Ahma cierra esta presentación de Maria y su instrumento, emblema de la música de Suomi.

domingo, noviembre 06, 2011

Mingo

Creo que se me amoscó Mingo, mi padre, con lo de mi corazón santiagueño.

¿Cómo que Falú no?, siento que me dice desde su cielo de músicas.

Como sabe sus latines y conoce sus filosofías, argumento que intellectus quodammodo fit omnia, que es como decir que en el alma me caben Santiago y Salta y...

Un silencio cósmico es la respuesta. Es cierto también que Mingo era tipo de pocas palabras.

Igual, por si acaso, me apuro a subirlo a escena a Eduardo Falú. A ver si haciendo la Zamba de un triste, con Jaime Dávalos, la tormenta amaina.

Si no alcanza, que sigan La verde rama, El silbido del zorzal o Pastora de mis sueños.

Pero por las dudas que no sea bastante, y ya como desembozada captatio benevolentiae, dejo como al descuido una joya rara: Chañarcito, con versos de León Benarós y música de Carlos Guastavino.

Y piadosamente no digo más, porque no hay más que decir.

sábado, noviembre 05, 2011

Santiago

Nadie me lo dijo, pero a mí se me hace que tiene que haber algo de mi sangre que nació en Santiago del Estero.

De no, no me explico cómo es posible que se me vuelva de ese modo la mirada y el corazón cuando suena la chacarera y los decires y los ritmos santiagueños.

Y si es Santiago, son Los Manseros, como suenan en estas Flores Naturales, o en Para los ojos más bellos o en esta Zamba del Quebrachal, o en Verde romero o en Corazón de lechiguana.

O en casi cualquiera otra cosa, qué cosa...

viernes, noviembre 04, 2011

An viol ceilteach

Tarde de lluvia. Y es bueno tener a mano músicas para cada estación y hora y circunstancia.

Hace unos años, Jordi Savall homenajeó a las melodías tradicionales de Irlanda y Escocia en un disco que se llamó La Viola céltica.

No hay duda: la música de los celtas -aunque puede despertar a un muerto con un jig-, siempre tendrá su hebra melancólica.

Como la viola que puede ser feliz en su grave tristeza y puede llorar mientras hace reír.

Como pasa con los estados de ánimo y de espíritu. Nada hace daño al fuerte y magnánimo y de todo aprovecha, y todo daña al débil y pusilánime y nada lo beneficia.

Como las gentes. Hay quienes hacen mal aunque hagan el bien. Y hay quienes siempre hacen bien.

Como casi todo en tantas cosas. Está en su naturaleza.

Pero, basta de elucubraciones.

Listo y con su espuma el mate pampa, cielo gris de las islas en medio de la llanura, la lluvia que sigue y suena an viol ceilteach con Gudewife admit the wanderer, Twas within a furlong of Edimburgh town, Carolan's farewell, The Gander in the pratie hole y Tom Brigg's jig.

jueves, noviembre 03, 2011

Chansons


Un vino de esos que llaman pequeños, algo ligero, un petit vin que creo le dicen los franceses. De regalo, unos cigarros de Bahía, breves, fuertes, de hoja oscura.

Una noche tardía, de recreo en medio de trajines, calmo y tibio el aire. Poca luna, algo de nubes mansas.

Y les chansons, que hacen el paisaje.

De fondo, y en su orden, fueron diciendo sus cosas Jacques Brel con Ne me quitte pas, Léo Ferré y su versión de Avec le temps, Jean Ferrat en Aimer a perdre la raison y, a dúo, cierran el día Edith Piaf y Charles Aznavour con Le bleu de tes yeux.

Et bonne nuit.

miércoles, noviembre 02, 2011

Lina

Esta vez, vale por una canción.

Porque Lina Sastri recitando Pianefforte 'e notte, versos napolitanos sencillos y sentidos de Salvatore Di Giacomo, vale por una canción... y no quiero oír una palabra más.

Nu pianefforte 'e notte
sona luntanamente,
e 'a museca se sente
pe ll'aria suspirà.

È ll'una: dorme 'o vico
ncopp'a nonna nonna
'e nu mutivo antico
'e tanto tiempo fa.

Dio, quanta stelle 'n cielo!
Che luna! E c'aria doce!
Quanto na della voce
vurria sentì cantà!
Ma sulitario e lento
more 'o mutivo antico;
se fa cchiù cupo 'o vico
dint'a ll'oscurità...

Ll'anema mia surtanto
rummane a sta fenesta.
Aspetta ancora. E resta,
ncantannese, a pensà.

Linda

Todo dice que no debería poder hacer las canciones mexicanas, porque viene de otro lado y va para otra parte: se llama Linda Ronstadt, padre de ascendencia alemana, madre holandesa con antepasados judíos ingleses, de Arizona, estrella del country y del rock en los '70/'80.

Pero las hace y bien, a mi sabor.

Me la trajo un buen amigo y no se equivocó.

Digo. Pero si quiere oír a ver si estoy errado, aquí la dejo con Cuco Sánchez en Siempre hace frío. Sola con su mariachi se la oye en Y ándale..., El gustito y Grítenme piedras del campo.

viernes, octubre 28, 2011

Hana




Saben los entendidos que Okinawa, el reino Ryukyu independiente del Japón hasta los Meiji, en 1879, tiene una música propia que dicen es la más bonita del archipiélago nipón. No extrañaría que fuera así, porque tiene aspectos notables las gentes de aquellos lares.

Dejo aquí una canción tradicional, Hana, que hace Rimi Natsukawa. Hace algunos meses, el amable Manuel me hizo conocer una versión mucho más actual y potente de esta pieza. Ahora la dejo también interpretada en kokyu, una especie de violín. Hana, para los que quieran saber, significa flor y la canción, precisamente, exhorta a florecer, más allá de las, penas, las lágrimas y las vicisitudes.

Otra canción “floral” de Okinawa, Chinsagu no hana, queda aquí con los arreglos del compositor Ryuichi Sakamoto. El texto es casi infantil. Una niña agradece a sus padres insistirle para que se aplique a aprender: lo que aprendemos arraiga en nosotros más que un árbol en la tierra y es más que las constelaciones del cielo.

El mismo compositor e intérprete arregló para instrumentos tradicionales el Adagio para cuerdas de Samuel Barber, que aquí queda.

jueves, octubre 27, 2011

Boa viagem /2

Habrá que ir volviendo: nada es para siempre.

Volvamos por el tiempo arriba, entonces, porque no todo es distancia. También hay tiempo.

Que sea con estas Mágoas de um violão, que hace el afamado Dilermando Reis, compositor y guitarrista. Y con este Abismo de rosas, suyo en la ejecución también.

Y ya nos vamos de esta veredas con Yamandú Costa a la guitarra, ahora con el viejo Dominguinhos al acordeón, que hacen este choro tradicional de Waldir Azevedo, Pedacinhos do Céu, que el autor dedicó a sus hijas.

miércoles, octubre 26, 2011

Boa viagem

No es poco para un viaje, al contrario.

Pero me barrunto que, si mis caminos son lo que han sido, éste es el único tipo de viaje que haré por el Brasil.

Y allí vamos.

De la mano de dos guitarristas refinados, el joven Yamandú Costa y el anciano Valter Silva, podemos recorrer Con mais de mil, Dengoso, Tempo de Criança y Tua imagem .

No sé cómo ve, pero creo que, para un día de camino, es suficiente.

martes, octubre 25, 2011

Il XVII

Algunas muestras más del XVII italiano, que también acompañan bonitamente las horas y labores.

Nuevamente Stefano Landi, esta vez con Canta la cicaletta, en la que los versos dicen el deseo feliz de poder morir cantando, como la cigarra.

Una pieza anónima -atribuida a Sigismondo d'India-, Sfere, fermate en la que, en el tono de la poesía cortés, la amada es el paraíso incomparable con las revoluciones del cosmos, los cantos de las aves ed altre tante cose...

Volviendo a los oratorios de Antonio Caldara, un aria de Maddalena ai piedi di Cristo, Per il mar del pianto mio, en la que la soprano María Kiehr, diría un servidor, realza la belleza lacerante de la partitura.

Ya por cuenta del suscripto, y como yapa, un agregado siciliano tradicional, Silenzio d'amuri, en la áspera lengua de la isla, que, sin embargo...

lunes, octubre 24, 2011

Pocos y mal armados

Se llamó Carlos Gerardo González Domene, este mexicano de fama en su país que componía y cantaba canciones que diríamos románticas.

En septiembre de 2006, antes de morir al año siguiente, compuso y grabó una breve y última canción ranchera, dedicada a los Cristeros.

domingo, octubre 23, 2011

Fuego...

En realidad, estaba detrás de unos corridos cristeros de los que había perdido el rastro. Y encontré otra cosa, así pasa.

Y eso porque fui a dar a un lugar impensado.

No tengo idea de dónde sale esta música. ¿Alguien lo sabrá y lo dirá?

Pero me quedé mirando el asunto, por otras razones.

Un día, quizá dentro de no tanto, tal vez vuelva a oírse al fondo de cualquier música: “Pelotón, preparen, apunten… ¡Viva Cristo Rey!... y fuego”.

jueves, octubre 20, 2011

Vidalita



No sé cómo podría ahora haber más sol y primavera aquí. Y no podría.

¿Qué hace entonces esta humilde Vidalita de la lluvia, que con sencillez garúa en el aire el surero don Víctor Velázquez?

Vaya uno a saber.

Tal vez me la haya cruzado para que me sirva de memoria y me recuerde que triste es el mal. Y no la lluvia.

martes, octubre 18, 2011

Opera proibita

En el siglo XVIII, la ópera estaba prohibida en Roma. Hubo sin embargo compositores que, con la venia de algunos cardenales, componían oratorios que apenas, en algunos casos, alcanzaban a disimular que eran en realidad… óperas.

En 2005, Cecilia Bartoli grabó un conjunto de arias que proceden, precisamente, de estos oratorios. Y elegí uno de Antonio Caldara dedicado a santa Francesca Romana para el que compuso esta aria Si piangete pupille dolenti, que la Bartoli hace con tanto sentimiento.



Para esa misma época, el napolitano Pietro Domenico Paradisi componía una vigorosa y a la vez refinada Tocata en La para arpa y cuerdas.

Les quedo muy agradecido a los tres.

lunes, octubre 17, 2011

Bisogna morire


Al romano Stefano Landi se le atribuye esta Passacaglia della Vita, música del siglo XVII, de espíritu algo oscuro, si se mira con cuidado, aunque muy de su tiempo.

Tres versiones dejo aquí y elija la que más le guste. Una con el contratenor belga Steve Dugardin, otra con Marco Beasley y una más con Angelo Branduardi, en una recreación que tiene como detalle creativo un ritmo de reloj de fondo que puede volverse inquietante, si uno le presta demasiada atención.

El texto que cantan, son versos que dicen algo que el barroco ha repartido por todas partes, con su pulsión irrefrenable: tempus fugit.

Ha dicho casi lo mismo Virgilio, es verdad, en el libro III de sus Geórgicas, amonestándonos por no darnos cuenta de que el tiempo huye irreparablemente mientras nos desvela y distrae nuestro amor por las pequeñeces:
Sed fugit interea, fugit irreparabile tempus,
singula dum capti circumvectamur amore.

Pero. Barrocos son barrocos y tienen otro interés y tienen otro talante. Lo que no quita, por cierto, que la pieza tenga su belleza.

A veces, con bastante frecuencia, se ha confundido ese espíritu barroco con el cristianismo, como si fueran sinónimos ser cristiano y ser mensajero de malas noticias. Pero ese asunto no es para estas páginas.


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Passacaglia della vita

O come t'inganni
se pensi che gl'anni
non hann'da finire,
bisogna morire.
E' un sogno la vita
che par si gradita,
è breve il gioire,
bisogna morire.

Non val medicina,
non giova la China,
non si può guarire,
bisogna morire.
Non vaglion sberate,
minarie, bravate
che caglia l'ardire,
bisogna morire.

Dottrina che giova,
parola non trova
che plachi l'ardire,
bisogna morire.
Non si trova modo
di scoglier `sto nodo,
non vai il fuggire,
bisogna morire.

Commun'è il statuto,
non vale l'astuto
'sto colpo schermire,
bisogna morire.
Si more cantando,
si more sonando
la Cetra, o Sampogna,
morire bisogna.

Si more danzando,
bevendo, mangiando;
con quella carogna
morire bisogna
La Morte crudele
a tutti è infedele,
ogni uno svergogna,
morire bisogna.
E' pur ò pazzia
o gran frenesia,
par dirsi menzogna,
morire bisogna.

I Giovani, i Putti
e gl'Huomini tutti
s'hann'a incenerire,
bisogna morire.
I sani, gl'infermi,
i bravi, gl'inermi,
tutt'hann'a finire
bisogna morire.

E quando che meno
ti pensi, nel seno
ti vien a finire,
bisogna morire.
Se tu non vi pensi
hai persi li sensi,
sei morto e puoi dire:
bisogna morire.


sábado, septiembre 17, 2011

Corsini

Si no sabía que a mí me gusta Ignacio Corsini, ahora viene a enterarse.

No le hace, lo que cuenta es que el tipo cante.

Por ejemplo, dos rarezas. Dos tipos de rarezas.

Una, Corsini cantando algo que no sea estrictamente del planeta tango. Así se lo oye grabando nada menos que a Atahualpa Yupanqui o en esta zamba tradicional.

Otra, la amplitud de registro de su repertorio, impensable, hoy por hoy, si se entiende lo que digo. Así es como grabó La china de la mazorca y La canción de Amalia.

Y listo.



martes, septiembre 06, 2011

Bárbara escrava

Poco se sabe de su vida a ciencia cierta, pero parece ser que don Luís de Camões, la gloria portuguesa de las letras, allá por 1555 ó 1556 se apasionó con una esclava en Goa, ciudad de la India. A estar por los versos dedicados, era cosa de notar. Bárbara dizque se llamó la muchacha y la pasión fue breve. El poeta había ido a parar allí medio escapando de Lisboa por un entuerto y al poco tiempo zarpó con la armada para un viaje de peripecia en peripecia, que terminó en naufragio y prisión, cosas parecidas pero con motivos distintos en su caso.

Hasta donde se sabe, las agitadas vida y aventuras de Camões son harina -bien sabrosa- de otro costal. Como quiera que fuere, que el hombre podía decir bien, sí que podía.

Así fue que por esa pasión fugaz nacieron las afamadísimas Endechas a Bárbara escrava (aquela cativa), que, viera usted cómo son las cosas, varios siglos después musicalizó otro portugués, José Manuel Cerqueira Afonso dos Santos, más conocido como Zeca Afonso.

La versión de Zeca me gusta menos que la versión de Sérgio Godinho, y será cosa de gustos; aunque, puesto a ver, creo que a Zeca siempre se le nota en algo como si estuviera componiendo contra alguien... Pero bien puede ser mi oído, claro.

Me regalaron en estos días ambas y aquí ambas están haciendo los honores.


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Y como son versos, aquí están las Endechas a Bárbara escrava.
Aquela cativa
que me tem cativo,
porque nela vivo
já não quer que viva.
Eu nunca vi rosa
em suaves molhos,
que pera meus olhos
fosse mais formosa.
Nem no campo flores,
nem no céu estrelas
me parecem belas
como os meus amores.
Rosto singular,
olhos sossegados,
pretos e cansados,
mas não de matar.
Uma graça viva,
que neles lhe mora,
pera ser senhora
de quem é cativa.
Pretos os cabelos,
onde o povo vão
perde opinião
que os louros são belos.
Pretidão de Amor,
tão doce a figura,
que a neve lhe jura
que trocara a cor.
Leda mansidão,
que o siso acompanha;
bem parece estranha,
mas bárbara não.
Presença serena
que a tormenta amansa;
nela, enfim, descansa
toda a minha pena.
Esta é a cativa
que me tem cativo;
e pois nela vivo,
é força que viva.




lunes, septiembre 05, 2011

Bona

Richard Bona nació en Camerún, es un buen guitarrista/bajista y suele cantar en duala, que es lengua de su tierra y de sus ancestros. Creo que vive en Nueva York, allá él.

Le gusta el jazz, eso sí; es estilizado en voz e instrumentos y creo que es buen músico (si yo supiera algo de eso...), cosa que parece ser sentencia bastante general.

Me encontré con algunas cosas suyas que me llamaron la atención.

Por ejemplo.

Dina Lam es una canción llena de gratitud a su madre. Aunque suene extravagante, en esta versión lo acompaña una jazzista afamada de Polonia, Anna Maria Jopek, egresada de la facultad de filosofía en Varsovia...

Muna Nyuwe, por su lado, es sentida y está dedicada a un niño desamparado en plena calle en Rumania, escena que al parecer él mismo presenció un frío día de invierno. Hay aquí unas cuerdas clásicas neoyorquinas que son, digo yo, un acierto.

Una canción llamada Suninga, por último, trata sobre un hombre que descubre a una bonita mujer de la que se enamora con sólo verla y a la que, al querer hablarle, ve desvanecerse como un ensueño. La busca por todas partes y jamás vuelve a verla, que es lo único que desea y a lo que alude precisamente el título.


lunes, agosto 29, 2011

La clara fuente

También había otras cosas entre las músicas que me regalaron. Cosas de chicos, muchísimas. Y por ellas me fui de piedra en piedra hasta otras orillas.

La clara fuente, por ejemplo, es canción que compuso/tradujo/adaptó María Elena Walsh sobre un tema popular canadiense del siglo XVII y que apareció en El buen modo, un disco de 1976.

Encontré otras dos versiones de esta misma canción.

Una perdida por allí, y no llego a saber de quién es. La otra, es parte de la banda de sonido de la película The painted veil (por aquí se llamó Al otro lado del mundo), con Edward Norton y Naomi Watts, que encarnan los personajes de una novela homónima de paisajes chinos de W. Somerset Maugham. Allí la canta un coro de niños de Pekín.


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La letra en francés de la tradicional canción infantil canadiense -apenas distinta de las versiones que traigo- se conoce con este título: À la claire fontaine (Fendez le bois).
À la claire fontaine m'en allant promener,
J'ai trouvé l'eau si belle que je m'y suis baigné.

Estribillo

Fendez le bois, chauffez le four.
Dormez la belle, il n'est point jour.

Sous les feuilles d'un chêne, je me suis fait sécher.
Sur la plus haute branche, le rossignol chantait.

(est.)

Chante rossignol, chante, toi qui as le cœur gai;
tu as le cœur à rire, moi je l'ai à pleurer

(est.)

J'ai perdu ma maîtresse sans l'avoir mérité
pour un bouquet de roses que je lui refusai

(est.)

Je voudrais que la rose fût encore au rosier
et moi et ma maîtresse dans les mêmes amitiés.

Dos de Piazzolla


De entre lo que había en las músicas del guitarrista Víctor Villadangos, que ya menté, me quedo con estas dos piezas que compuso Astor Piazzolla: Campero y Café 1930.

La primera viene de las Cinco piezas para guitarra, que aparecieron en 1980; y la segunda, de la Historia del tango, que apareció en 1967, ambas cosas del bandoneonista marplatense, claro.

¿Y el fuelle?

Será otro día, vea.

Farolito de papel

Y, sí.

Por un tiempo, será tango y sus alrededores.

Apechugue, cumpa.

De las músicas que llegaron, saqué este Farolito de Papel, hecho por Zitarrosa.

Es tango de 1927 y Gardel lo grabó allá por el '30.

La letra es de Francisco García Jiménez y, si se fija, la cantan distinto. Le creo más a Gardel, usted disculpe.

sábado, agosto 27, 2011

Tangos sureros

Resulta que allí estaban estos tanguitos, entre unas grabaciones que llevaban el sugerente nombre de Inéditos, en 5 volúmenes. Son de distintos tiempos, y no sé cuándo y en qué circuntancias los habrá grabado Alfredo Zitarrosa. Pero allí están.

Canta Mi noche triste, Tinta Roja, Malevaje.

Ahora bien: ¿debería haber cantado tangos Zitarrosa? Y, mire..., qué le puedo decir.

Había también dos versiones instrumentales de Caminito y La Cumparsita, aunque el sonido del registro admite mejoría. Pero a mí se me hace que tiene pathos, y eso está bien.

Llegados aquí, corresponde una yapa: el clásico Afiche, en la ya clásica versión de José Larralde.

Y eso, creería, no es todo.

Tierrita de Huanguelén

Entre las músicas, encontré cosas que hacía tiempo no oía. Otras, nunca las había oído.

La Tierrita poca de Alfredo Zitarrosa, viene aquí de parejera de Un día me fui del pago, que hace José Larralde.

Y en eso ando.


jueves, agosto 25, 2011

Jeromita Linares

A veces pasa.

Llegan cosas que no se sabe por qué, por caminos que no se piensa y es simpático ponerse a ver qué son.

Así llegó ya hace un tiempo a mis manos un lote de músicas distintas, que recién ayer empecé a oír.

Y nomás lo primero valía la pena.

Una interpretación de Víctor Villadangos a la guitarra de la Jeromita Linares de Carlos Guastavino. Lo acompaña un cuarteto de cuerdas de la Universidad de La Plata. Es la Presencia N° 6 para cuarteto de cuerdas y guitarra y la publicó Guastavino en julio de 1965.

A veces hay suerte, sí señor.

Entre las cosas que llegaron, vi más de una que no puede quedar muda y que ya sonará por aquí.

sábado, agosto 13, 2011

¿Quin plan teniu, Senyor?

¡Ay, los catalanes! No somos muy amigos, no…, qué le puedo decir.

Pero.

En 1976, Joan Manuel Serrat grabó un disco completo dedicado al poeta catalán Joan Salvat-Papasseit. En las pampas casi ni noticia de aquel Res no és mesquí.

Y es lástima porque hay buenos trabajos allí, creo. Pregària (*), por ejemplo. O Si jo fos pescador (**).

Unos años más tarde, en 1984, en un disco sí conocido por estos pagos, Fa 20 Anys Que Tinc 20 Anys , Serrat grabó Infants (***), que son versos de Joan Oliver i Sellarès, quien como poeta fue más conocido con el pseudónimo Pere Quart.



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Como los versos son poemas, aquí están, en la dulce lengua de los catalanes…, ¡ay, los catalanes…!

(*) Pregària

¿Quin plan teniu, Senyor,
que feu que hom cregui en Vós
en el dolor només?

Jo us oblido el favor,
pobre mesquí que sóc,
per un bocí de pler.

Si em rabejo en el son
i odio el desconsol
i amo l'oblit pervers,
Vós així m'haveu fet!

¿Quin plan teniu, Senyor,
si us dec dolor i pler?


(**) Si jo fos pescador

Si jo fos pescador pescaria l'aurora,
si jo fos caçador atraparia el sol;
si fos lladre d'amor m'obririen les portes,
si fos bandit millor
que vindria tot sol:

els carcellers del món no em sabrien mai l'ombra,
si fos lladre i bandit no em sabrien el vol.

Si tingués un vaixell m'enduria les noies,
si volien tornar deixarien llurs cors:

i en faria fanals
per a prendre'n de nous.



(***) Infants

Infants...

La vida ran de pols i les mirades altes,
seda tèbia de neu i llot fresc a les galtes.

Infants...

Esperança i enveja, els picarols del cor;
infidels com el temps, sobtosos com la sort.

O com la mort, mesquins i jugadors infants,
fraudulents i secrets, o pròdigs com soldans;

terroristes de sol i ressol als jardins,
porucs de nit deserta; impàvids assassins

de roses i libèllules; mercaders d'afalacs,
de dolçor viciosos i de llet embriacs.

Infants...

La voluptat furtiva del xipolleig i el fang,
insabuda promesa de l'amor de la sang!

Disfresses de tempesta, ornament del dolor,
pintura de la llàstima, marea de la por,

les llàgrimes sonores i artreres i abundants,
les armes de llur guerra civil contra els gegants.


viernes, agosto 12, 2011

Dando vueltas (bonus track)

Un recorrido apenas, ya fuera -pero no mucho- de las arbitrariedades de mediterráneas y gringas.

Por ejemplo, Hans Zimmer, un alemán prolífico en la pantalla, otro de los que, si uno se descuida, hizo la música de todo lo que se filmó o casi.

No tengo que explicar nada acerca de Tom Cruise, uno de esos casos en los que éxito y talento no tienen por qué conocerse, ni ser amigos.


Sin embargo, en The last samurai, hay algunas cosas que merecen un elogio. Hasta donde me alcanza, Koyuki -la actriz principal- es notable. Y algunas partes de la banda sonora, como este brano, Idyll's End, con curiosa mezcla de sonidos occidentales y aire oriental. Hay que saber que la música de Zimmer siempre es discutida: se lo acusa por allí de efectista, sea lo que fuere que se quiera decir con eso.

Bastante más atrás en el tiempo, un francés, Philippe Sarde, compuso este tema para Un taxi mauve (1977), que aquí se llamó Un taxi color malva. La novela de origen, de Michel Déon, cuenta historias de gentes en Irlanda, pasiones, celos, intensidades asordinadas por el clima irlandés y la bonhomía de Fred Astaire, que compone un médico rural, Seamus Scully, que a todos consuela, atiende y aconseja. No está solo: Philippe Noiret y Charlotte Rampling, Peter Ustinov y una jovencísima Agostina Belli, son del reparto. Hace decenas de años que no la veo y guardo de esta película un recuerdo amable.

De un francés a otro, para caer en manos de Bruno Coulais, un parisino que quiso ser músico clásico y derivó en el cine y la TV.

Compuso la música extraña y admirable de Les Choristes que se estrenó en 2004, un ejemplo nítido de cine europeo. De allí traigo dos temas: Caresse sur l'océan y Lueur d'été.

Y vuelvo al Japón, pero de verdad ahora.

No hace mucho, un amigo me recomendó ver una película japonesa premiada. Él es de ascendencia nipona y estuvimos hablando largamente sobre notas fascinantes, herméticas y contradictorias del carácter japonés.

No me arrepentí de ver una difícil Okuribito (2008). Historia de un joven cellista que fracasa en su intento de ser intérprete, y que debe terminar en su pueblo natal, ejerciendo un oficio tan apreciado como despreciado: preparar primorosamente el cadáver de los que parten, a lo que alude el título.

La película fue dirigida por Yôjirô Takita. Un momento central tiene este acompañamiento, que es parte de la música del filme, obra de Mamoru Fujisawa, a quien se conoce artísticamente como Joe Hisaishi y por haber musicalizado varias de las películas del notablemente talentoso Hayao Miyazaki.

Al fin, creo que todo el mundo sabe que Howard Shore es el canadiense que compuso la música de las tres partes de The Lord of the Rings. Algunos ya saben que hará la música de The Hobbit, según se dice.

Pocos saben, en cambio, que actuó en la tercera parte de la trilogía de Peter Jackson, haciendo un bolito como guardia de Rohan, supongo que para sacarse el gusto.


Y es, precisamente, con estos sonidos de The riders of Rohan -tensos, potentes y algo desesperados, tal vez como la propia gente de Rohan-, que ustedes y un servidor quedamos hasta más ver.

martes, agosto 09, 2011

Tres por tres /3: Final para Charles Ryder


En 1981, los ingleses terminaron de filmar la mejor novela de Evelyn Waugh, Brideshead Revisited, en una serie de episodios que se pasaron por la cadena ITV ese año.

Lo hicieron estupendamente bien, hay que reconocerlo.

La interpretación de Jeremy Irons como Charles Ryder (protagonista y narrador de la historia) es insuperable. No menor es el Sebastian Flyte de Anthony Andrews o la Julia Flyte de Diana Quick.

La música de toda la obra estuvo a cargo de un curioso y talentoso compositor inglés, Geoffrey Burgon, que murió en septiembre de 2010. Es más lo que este hombre compuso en clave seria que lo que incursionó en cine y televisión. Alcanzó, sin embargo y entre otras cosas, para ponerle la música a una serie de episodios de Las Crónicas de Narnia que la BBC grabó y emitió entre 1988 y 1990.

En el caso de Brideshead Revisited, Burgon tuvo varios destacadísimos aciertos, a juicio de un ignaro como su servidor.

En clave de mediterráneas o gringas, hay que admitir que las melodías de Burgon para vestir esas imágenes impecables, planean allí por un registro clásico que las pone casi a salvo de esas arbitrariedades, si no fuera porque el pattern de la música clásica sube desde Italia al resto del mapa…

Es difícil elegir, pero, obligado por el espacio, creo que me quedo con el tema central, una joya como Rain in Venice, el melancólico Julia’s Theme y el poderoso Orphans of the Storm, y no porque entre las dieciséis composiciones de toda la banda de sonido no haya otras igualmente buenas.

Pero.

A propósito de los aciertos de Burgon y las 16 melodías, hay un asunto de lo más raro.

Ninguna (esto es: ninguna...) tiene a Charles Ryder como tema o protagonista; en ninguna de ellas figura su nombre, mientras que sí figuran Sebastian y Julia Flyte, que completan el trío central de la novela y la serie fílmica.

Tal vez, es la suerte de Charles Ryder y la que el propio protagonista pudo haber querido para sí: una presencia ausente, una ausencia presente, entre asuntos y cosas que lo llevaron a ser quien finalmente resultó siendo, pero que se desvanecieron junto con quien él mismo había sido.

No dejo de tenerle un poco de envidia.

lunes, agosto 08, 2011

Tres por tres /2

Más de uno dirá que es arbitrario lo de mediterráneas y gringas.

Será.

Pero digo que mediterráneas son algunas por inspiración, no por la partida de nacimiento. Y gringas, por lo mismo, aunque en este caso es más difícil, como que aquellas son más universales que éstas.

Hay aquí ejemplos de cada una, y, en parte, ejemplos de esto mismo que digo.


El Padrino III es estadounidense. Pero la novela que le dio origen es italiana, y el director que la filmó es de origen itálico, y el protagonista. Y los autores de la música. Pero El Padrino III es estadounidense.

Sin embargo, creo que no por estar circunstancialmente ambientada en Sicilia o porque se mezclen fragmentos de Leoncavallo es más mediterránea en su concepción. Podrían haberla filmado entera en Nebraska y seguiría siendo mediterránea por las mismas razones.

En la banda de sonido de la película, esto que se oye se llama Preludio y Siciliana y tiene el sello de Nino Rota.

He aquí otro caso, de lo mismo. Stephen Warbeck, inglés por ejemplo, compuso esta Canción para Pelagia que es música de La Mandolina del Capitán Corelli.

El autor compuso también la de Shakespeare in Love, fíjese lo que digo. Y para el caso, Louis de Bernières –el autor de la novela que dio origen a la película sobre la mandolina- es inglés de nacimiento, como el director del filme.

¿Y la canción para Pelagia?

No, ahí tiene, ¿ve?…, ésa no es inglesa.

Hay, si quiere y para donarle, una versión instrumental, que no es menos.

* * *


Pero, habitualmente, los gringos hacen música gringa.

El estadounidense James Horner, por caso, le puso música a decenas de películas desde 1979. Desde El nombre de la rosa hasta Avatar o Apocalypto, pasando por Titanic, Faivel va al oeste o Jumanji.

Este buen hombre, además, fue quien compuso lo que se oye en Corazón Valiente y en El último de los mohicanos, de la que hay también una curiosa segunda versión con sus matices.

Y vuelvo otra vez a James Horner, qué remedio.

Ahora con el tema principal de Legends of the Fall, que no sé por qué se llama en castellano con el nombre trivial de Leyendas de Pasión, lástima de traductores.

Gringas sin atenuantes se me hacen las tres. Y no dije nada malo con eso, porque las tres me parecen logradas. Pero que son gringas, son.

Ahora bien.

Por su parte, me parece que Ennio Morricone -otro prolífico cinéfilo- no necesitaba Cinema Paradiso para ser Ennio Morricone. O tal vez sí. Quién sabe.

El caso es que este Tema de Amor para Nata o aquel que lleva el nombre de la propia película, valen por sí, a mi sabor.



Y eso, se me hace, se explica por sí mismo, y no sé si no explica de paso todo el resto, arbitrariedades aparte.

domingo, agosto 07, 2011

Tres por tres

Que no da nueve, sino seis, como todo el mundo sabe.

Claro, mi estimado amigo: tres por una parte, tres por la otra; o cada tres, tres. Lo dicho: seis. Porque estoy hablando de música. Y por matemática que quieran llamar a la música, su patria de origen es otra.

El caso es que, en un recreo de la vida y la obra de un servidor, estaba ordenando sonidos en la cueva y di con unas melodías guardadas que me trajeron recuerdos de algunas de las películas que más me han gustado, unas por esto y otras por aquello.

No hay que teorizar mucho ahora sobre el asunto, y usted disculpe. O tal vez lo agradezca, claro.

No sé si deberían competir entre ellas; pero hago que se trencen así, de a tres por bando, porque, al oírlas en rebaño, me pareció ver que se podía y que cada cual parecía que se iba con las de su tribu, como naturalmente.

Y así es como están por un lado las mediterráneas, por llamarlas así. Y están por otro lado, por decirlo de algún modo, las gringas.

En otras entradas, para no abrumar al oyente lector, irán pasando por aquí.

Un adelanto eso sí le puedo dar. De lo que viene o de otras películas, por qué no, pero en el mismo registro. Claro que por ahora no son tres por tres...

A ver.

Esta versión que canta en portugués Dulce Pontes del tema de Cinema Paradiso tiene que ir fuera de concurso. En las mismas condiciones, otro tema de la misma película pero ejecutado sólo en piano. De Nothing Hill, ya que estamos, llega Charles Aznavour con su extraño inglés haciendo She (y por el mismo precio, le regalo lo mismo por el mismo, pero ahora en su igualmente extraño italiano...)

Por la misma vereda, al fin, camina algo de la música de Shakespeare in love.

Y listo.

A tomar mate, que es la hora.

sábado, agosto 06, 2011

Leira

El mundo se divide en dos, otra vez.

De una parte, hay las gentes que se dan cuenta de qué méritos puede tener esta canción de Ariel Leira para figurar aquí.

De otra parte, hay los otros.

Y no tiene remedio.

viernes, agosto 05, 2011

Det såg jag

¿Hay algo en Suecia?

¿De verás algo puede bajar del septentrión que valga la pena?

Usted verá, mi amigo, usted verá...

Yo ya vi y oí y digo que algo hay.

Det såg jag: eso vi yo.

Por ejemplo, Sofía Karlsson.

Se la oye cantar ahora una canción navideña, Frid på Jord; otra melancólica y dulce, Andra Sidan; y al fin Resan till Österlandet, tema no menos tradicional del folklore sueco. A todas les ha hecho arreglos e incorporaciones, que suenan bien.

Hay además este grupo, que también ella integra, que interpreta antiguas melodías, dos de ellas fusionadas aquí en este único brano titulado Det är en ros utsprungen, una dedicada a la Virgen María, otra una especie de polca tradicional navideña.

Dígame si quiere que lo complique con las idas y vueltas de la lengua nórdica y allí nomás le dejo letras e historias de estas músicas.

Mientras, oiga.

lunes, julio 11, 2011

U primu


Podría haber sido alguien más.

Pero le tocó a ella. No me quejo.

Se llama Anghjula Potentini y tiene el aire de Córcega.

Dos canciones la acompañan: E muntagne di lentu y la tradicional U tempu chi passa.

sábado, julio 09, 2011

Migrante

Las almas no migran, ya se sabe. Cada una está con uno todo el tiempo en el que uno es uno.

Es ella la que hace que cada quien sea quien es, y la que hace que seamos.

Pero, tantas veces, quedan como estelas del alma en las cosas.

¿Qué queda del que se va? ¿Qué queda de lo que ya ha desaparecido?

Tal vez como un aire, quizá como una música, o el timbre y la inflexión de una voz.

Imágenes en la vista, sonidos en el recuerdo. Gestos. Dichos. Paisajes de lugares.

Al cabo del tiempo que pasa, hasta esas mismas cosas que parecieron un día tan arraigadas en los ojos y en los oídos, llegan a evanescer.

Aunque no tanto -porque todo puede llegar a ser un día el ciento de uno-, es en parte una lástima, claro.

Tal vez por eso mismo, vino a dar aquí algo de otra bitácora que ya no está, como una estela. Trazos y huellas de los sitios que los ojos del corazón y los oídos de la mente han recorrido a lo largo de muchos años por tantas razones y con tanta alegría.

Y la que migró hasta aquí es la música de aquellas notas, más precisamente. Aunque sin las notas con las que se vistieron entonces.

Y tal vez, precisamente también, para que, algo de lo que de veras es, permanezca apenas un poco más, aunque todo el resto sea primero memoria un tiempo y después olvido o recuerdo desvaído. ¿Será? ¿Quién sabe qué destino, qué puerto, qué misión llevan al final todas las cosas?

No necesita más explicación el que entiende. Para el que no entiende no hay explicación posible.


Aquí se quedará, entonces, la música de lo que es.

Crecerá con el tiempo, Dios primero.

Y no crecerá ella, por cierto, que mayor no puede ser, sino aquello que la dice y la muestra.

Porque, como diría Gilbert Chesterton,
There is one thing is needful -everything-
the rest is vanity of vanities.
*



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*Sólo una cosa es necesaria: todo;
el resto es vanidad de vanidades.